Olmos Gaona: “Decirle ‘no’ al Fondo sería una decisión soberana que quizás al Fondo lo haga reflexionar”

Olmos Gaona: “Decirle ‘no’ al Fondo sería una decisión soberana que quizás al Fondo lo haga reflexionar”
12 octubre, 2021 por Redacción La tinta

El miércoles pasado, Argentina pagó más de 1.880 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional en el marco de la escandalosa deuda que tomó Mauricio Macri durante su gestión. El dinero surge de los activos que la entidad financiera internacional le asignó a los países producto de la situación generada por el Gobierno en todo el mundo. La deuda es un debate histórico en nuestro país.

Por Agustín Bontempo e Ignacio Marchini para Marcha

¿Quiénes la toman y por qué motivo? ¿Quiénes la pagan y con qué recursos? ¿Por qué no se investiga y se discute ciertamente su legitimidad? Como contrapunto, siempre hay sectores sociales que sí levantan esta línea y, en concreto, reclaman que ese dinero se use para paliar la pobreza que crece en una coyuntura sumamente compleja.

En Antes que se acabe el mundo, dialogamos con Alejandro Olmos Gaona, historiador y experto en el tema, autor de los libros “Deuda odiosa” y “Deuda externa de Ecuador”, para profundizar en la situación.

—¿Se puede recuperar la economía de la pospandemia con esta deuda que pesa sobre nuestras cabezas? 

Yo te diría que, lamentablemente, la Argentina no puede pagar esta deuda. No puede pagar esta deuda con el Fondo, no puede pagar la deuda con el Club de París, no puede pagar la deuda acordada el año pasado con los acreedores, o sea, en este momento, la situación económica en Argentina es extremadamente difícil y las cuentas no dan. Yo no entiendo por qué se dice: “Vamos a acordar un plazo”, es decir, ¿de dónde va a salir la plata? Macri dejó una deuda de 323.000 millones de dólares, ahora la deuda es de 348.000 millones de dólares.

Entonces, se pagan intereses, se siguen pagando intereses, se sigue refinanciando la deuda, pero la deuda sigue, sigue, sigue. Sigue porque no se pueden pagar todos los intereses, entonces, se acumulan al capital por anatocismo. En estas negociaciones con el Fondo, yo supongo que el ministro de Economía Martín Guzmán tiene que plantear un plan, pero como el Presidente de la República dice que él no cree en los planes económicos, realmente no entiendo cuál va a ser la definición.

Por otro lado, ayer (por el miércoles), se pagaron 1.885 millones de dólares al Fondo y la situación en la Argentina es extremadamente grave, y eso ha sido un pago, me imagino como un acto de buena voluntad para que el gobierno siga negociando con el Fondo, aunque yo, personalmente, esto es muy subjetivo, creo que ya hay un acuerdo cerrado con el Fondo, pero el Gobierno no quiere mostrarlo hasta después de las elecciones, porque el acuerdo con el Fondo no va a ser un acuerdo a 20 años a 25, no. Lo máximo que da el Fondo es lo que da siempre, 10 años y, por otro lado, va a establecer ajustes y condicionalidades porque lo ha hecho invariablemente siempre y el que no conoce la historia del Fondo puede mirar que nos va a dar otras alternativas. Se ve que se olvida lo que pasó con Grecia hace unos años, donde una situación extremadamente grave, al Fondo Monetario Internacional no le importó porque el problema es que el Fondo de ahora es el mismo de siempre, ahora puede tener actitudes distintas, diría más benevolentes, como ha hecho este reparto Especiales de Giro, pero el Fondo tiene una forma de manejarse que la Argentina la ha vivido en los 28 acuerdos que celebró con el Fondo. ¿Por qué ahora va a ser distinto? ¿Por la pandemia? Sí, por la pandemia, puede haber ciertas flexibilidades para no pagar esos intereses de más que habría que pagar por el monto desmesurado del crédito que nos dio y, por otro lado, a mí lo que me llama la atención es que el Gobierno no ponga énfasis en señalar las responsabilidades del Fondo de darle a Argentina un préstamo que equivalía a 10 veces los derechos que tenía la Argentina en ese momento y con una situación que, cuando se lo dio, el Fondo sabía que la Argentina no iba a poder pagar.

Cuando yo analizo todas estas cuestiones y veo los documentos, que al final parece que nadie los lee, cuando, en el año 2017, Luis Caputo emitió el bono a 100 años, en el implosur del bono, que es la advertencia que hace un país a los que van a comprar el bono, en 12 puntos mostraba lo que iba a pasar. Que la Argentina iba a tener conflictos sociales y una de las partes fundamentales del bono de la Argentina no iba a poder pagar sus ventas, el Fondo, ese mismo año en su informe, en el artículo cuarto, muestra lo que estaba pasando con la economía y dice lo que había que hacer: ajustes, restricciones laborales, acortar el gasto público, la receta permanente del FMI. ¿Por qué ahora el Fondo va a ser distinto?

—¿Cuáles serían las condiciones que buscarían imponer? En definitiva, sabían que era un acuerdo impagable. ¿Cuál es la intención, incidir en la política económica del país?

—El Fondo fue creado con un objetivo y, por supuesto, eso cambió totalmente. En los acuerdos que hace el Fondo, siempre pide ajuste fiscal, siempre pide modificación de legislación laboral, por entender que es restrictiva, restringir el empleo público y disminuir los gastos del Estado. Los datos del Estado significa que, si hay que hacer inversiones importantes para desarrollo, eso hay que acotarlo. Uno de los ejemplos de los acuerdos más importantes que hizo el Fondo con Argentina fue en el año 1992, cuando se llevó el Plan Brady, es decir, en ese momento, la Argentina reestructuró 32.000 millones de deuda y el FMI envió una comunicación reservada a la comunidad financiera internacional para que apoyara al gobierno de ese entonces, diciéndole que el gobierno se había comprometido a vender las empresas públicas, a modificar la legislación laboral, que era restrictiva para las empresas extranjeras y a privatizar el sistema jubilatorio. Entonces, en este momento, el Fondo no puede pedir que se vendan las empresas públicas, porque ya se vendieron todas, pero sí puede plantear que haya ajustes en el sistema jubilatorio. En rigor, ya los hubo, porque la ley que se firmó durante la época de Macri era mejor de la que está en vigencia, cualquier análisis económico lo demuestra categóricamente.

Por otro lado, el ministro Guzmán estableció un déficit del 4,5% en el presupuesto del 2021 y de acuerdo al planteo que le hizo la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, diciéndole “acá había una sustitución presupuestaria”. ¿Qué pasa con la otra parte? Guzmán esto lo hace para quedar bien con el Fondo, para mostrar que está tratando de constreñir el gasto público para que el déficit sea menor y la divisa menor, eso significa que el Fondo lo ve con buenos ojos. Ahora bien, ¿qué pasa con el pueblo argentino? ¿Qué pasa con la gente que no tiene para comer? ¿Qué pasa con el índice de pobreza que ha crecido? Parece que el pueblo argentino, la gente, es un número. Es un número, es una variable eventualmente de ajuste.

Entonces, yo me imagino que el Fondo puede limitar un poco los intereses porque pedía cobrar más de los que finalmente cobra en razón del mundo, en el préstamo podía haber alguna limitación de eso, pero, por supuesto, primero va a pedir un plan muy concreto. ¿Y cuál va a ser el plan? Eso es lo que yo no veo.

Por otro lado, si vos te fijás en el último presupuesto que acabo de empezar a leer, son más de 4.500 páginas, se habla de una inflación del 33%. En la página web del Banco Central, hoy se habla de que la inflación va a ser más del 40%. ¿Qué pasa? ¿No hay coincidencia en lo que dice el Ministerio de Economía con lo que dice el Banco Central? Son cosas que sorprenden y muestran que indudablemente hay un gobierno que no funciona como debería.

Alejandro-Olmos-Gaona
(Imagen: Marcha)

—En el mes de marzo, el Gobierno había anunciado que iba a denunciar al gabinete de Macri por endeudamiento, pero no dejamos de pagar por un lado y estamos viendo esta coyuntura. ¿Cuál es ese vínculo? 

—Por un lado, la denuncia es una denuncia efectista sin ningún resultado y no solo fue la denuncia del gobierno. Fue la denuncia de Juan Grabois contra Nicolas Dujovne y Christine Lagarde, fue la denuncia de Claudio Lozano también contra los mismos, fueron recursos de amparo que hicieron un montón de abogados diciendo que no se habían seguido las normas de Procedimiento Administrativo para hacer el tema del pago. Esto es desconocer absolutamente lo que son los acuerdos con el Fondo.

Desde el punto de vista del procedimiento, el acuerdo de Macri con el Fondo es exactamente igual al que firmó Néstor Kirchner en el 2003, es igual al acuerdo que firmó Carlos Menem y a todos los acuerdos anteriores desde el punto de vista del procedimiento. Siempre es el mismo porque así se maneja el Fondo, no hay que establecer procedimientos especiales porque el Fondo está exceptuando de esos procedimientos. Es una verdadera barbaridad, pero es lo que ha ocurrido siempre. Por otro lado, ¿cómo se va a denunciar a Nicolás Dujovne que firmó el acuerdo con el Fondo cuando Nicolás Dujovne, de acuerdo a la carta constitutiva del Fondo, tiene inmunidades totales? No puede ser sometido a juicio en ninguna parte del mundo porque era parte del Fondo en representación de la Argentina, de Bolivia y de Chile, y le corresponden todas las inmunidades. En estas cosas de las que se habla mucho, pero se conoce poco, el Fondo Monetario Internacional, que es una barbaridad y ninguno de los 188 países que lo componen ha querido cambiar, tiene más inmunidades que un país soberano, no puede ser sometido a juicio como institución, no pueden ser imputados sus directores ni sus gobernadores, ni sus operadores en cuanto hagan trabajo para el Fondo. Tiene inmunidad de archivos, ningún tribunal de ninguna parte del mundo puede pedirle al Fondo que muestre sus archivos, qué es lo que prepara, lo que no prepara. El Fondo puede dañar impunemente a cualquier país que no pueda tocarlo en ninguna parte del mundo.

Entonces, se hace una denuncia trucha para salir en los diarios, que el jefe de la oficina de Anticorrupción después se sume al acuerdo del Tesoro, yo me imagino que se estarán riendo a carcajadas de la Argentina. No solo no resiste el menor análisis, sino que, además, todas las inmobiliarias del Fondo están ratificadas por una convención internacional y lo que es terrible es que una institución como el Fondo tenga esas prerrogativas y ningún país se haya animado nunca a cuestionarlas y a querer cambiarlas entonces.

¿Qué es lo que pasa? Denunciamos sin fundamento sabiendo que irá al archivo la denuncia, pero, claro, en los diarios, en los grandes títulos, “El Gobierno denunció al Fondo Monetario”.

Otro de los puntos claves de esto es: ¿Qué pasó con la plata del Fondo? Según el informe del Banco Central, durante la gestión macrista, se fugaron 86.000 millones de dólares. Sí, se fugó la plata del Fondo. Los responsables del gobierno de Macri dicen que la plata que vino del Fondo sirvió para pagar deuda del gobierno anterior. Un fiscal amigo, hace unos días, decía los que hablan de esto de que se la llevaron los amigos de Macri deben creer que los dólares del Fondo vienen marcados con un sello del Fondo Monetario y que están los amigos de Macri con las valijas esperando para llevarlas. Es extremadamente grosero. Por otro lado, la fuga no es delito y, además, se considera como fuga todos los capitales que se fueron. Los capitales que se fueron pueden haberse ido por revisión de utilidades de las empresas extranjeras, por compra de insumos de empresas que necesitan insumos extranjeros, por formación de activos y un señor que compró dos millones de dólares tiene todo el derecho porque no hay una norma legal que se le impida y ¿por qué no hay una norma legal que lo impida? ¿Por qué hoy, año 2021, tenemos todavía leyes firmadas por Jorge Rafael Videla? Inversiones extranjeras, ley de sistema financiero. Leyes que fueron ratificadas por el Congreso Nacional en el 2014. Entonces, tenemos que ir a las causas, no a las consecuencias. Si tenemos una estructura legal de la dictadura que sigue vigente, que los legisladores ratificaron en el 2014, no podemos quejarnos que haya fuga porque, ojo, en la fuga al lavado de activos que se van del país, hay dinero de la droga que también se va del país, pero hay otras, cuestiones legítimas, entonces, no se puede englobar en lo mismo todo.

Yo creo que una auditoría en el Banco Central debería determinar exactamente quién se llevó la plata, en concepto de qué se la llevó. ¿Por qué no lo hace el Banco Central? En el año 2001, las Comisión Investigadora de la Cámara de Diputados hizo un informe demostrando que se habían fugado más de 30 mil millones de dólares, con nombre y apellido de todas las personas y todas las empresas que se habían llevado la plata. ¿Por qué eso no se hacía ahora? Serviría para determinar que efectivamente a la plata del Fondo se la llevaron y, entonces, poder ir a la Corte de La Haya a través de una opinión consultiva y decirle “señores, el Fondo Monetario violó su carta constitutiva, porque el artículo sexto determina que, cuando un país fuga el dinero que el Fondo está prestando, el Fondo debe advertirlo y, si el Fondo advierte y el gobierno no hace nada, el Fondo tiene que sancionarlo y cortar el flujo de fondos, cosa que el Fondo no hizo.

—¿Cuál sería un escenario posible si se desconoce el pago de la deuda?

—Yo creo que no habría ningún tipo de conmoción, como la oposición y las grandes empresas dicen, porque el Fondo no va a ejecutar a la Argentina en un tribunal. Primero, no podría hacerlo y, segundo, porque no lo va a hacer. Porque no es el sistema. El Fondo va a seguir negociando, va a seguir apretando, va a seguir tratando de que la Argentina llegue a algún tipo de acuerdo y, eventualmente, si la Argentina tuviera una actitud de decisión política distinta, seguramente se podría obtener algún otro tipo de negociación. Lamentablemente, acá hay un gobierno que internamente tiene problemas y un Ministro de Economía que va a hacer con el Fondo lo mismo que hicieron todos los ministros anteriores: un acuerdo de paciencias extendidas y reconociendo los intereses que se deben, porque se han pagado ahora 1.885 millones y se pagaron hace unos meses 400 millones. Se pagaron en plena pandemia, gravísima, el 3 de marzo, 320 millones de dólares al Fondo. Si seguimos con esas pautas, dentro de este esquema, no hay solución que seguir negociando y pagando. Decirle “no” al Fondo sería una decisión soberana que quizás al Fondo lo haga reflexionar de lo que hizo con la Argentina, del préstamo inconsciente que hizo, de haber tratado de favorecer al gobierno de Macri para sostenerlo porque se estaba cayendo. Eso sería un llamado de atención, además de tener un recurso para ir a la Corte a apelar la carta consultiva, pero parece que esas no son las posibilidades que el gobierno en este momento está pensando muy bien.

*Por Agustín Bontempo e Ignacio Marchini para Marcha / Imagen de portada: Marcha.

Palabras claves: argentina, FMI, Mauricio Macri

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