“LeerNos”, una forma de resignificar la misión de la escuela
Hoy desde las 10 de la mañana en la Escuela Mutualismo Argentino se desarrolla la 10º edición de la feria del libro LeerNos. La misma nuclea numerosas instituciones educativas, sanitarias y organizaciones barriales de la zona del Marqués anexo, con el objetivo de poner a girar las palabras por infancias más libres, más felices y con más derechos.
Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta
“Ella abre la puerta. Él la saluda con preguntas.
Quiere entender.
Juntos, abren el libro.
Quiere aprender.
Afuera el viento sigue soplando. La marea no baja.
Adentro, letra a letra, llega la calma”
«Contracorriente», María Wernicke.
“LeerNos en los gestos, en las miradas. LeerNos en los libros, nuevos, viejos, prestados. LeerNos como ese acto supremo de interioridad que nos conecta con el otro”, dice la invitación a la 10º Feria del Libro organizada por la Escuela Mutualismo Argentino, e inmediatamente pienso en lo necesario que se hace para educadores e instituciones educativas leer con compromiso y empatía las necesidades del territorio. Leer, posar la mirada en lo verdaderamente importante para las infancias y adolescencias vulneradas en sus derechos. Trabajar para infancias con más derechos, con más acceso a la cultura, es la misión de la escuela.
Mutualismo Argentino es una escuela que se reinventa, busca salirse del formato normalizador y transita procesos más inclusivos y comunitarios que abrazan las diferencias y propician experiencias significativas de aprendizaje y disfrute.
LeerNos como respuesta alfabetizadora
Paula Domínguez, la directora de la escuela, cuenta a La tinta que la feria del libro es un proyecto institucional que nace hace 11 años cuando visibilizaron una problemática muy compleja en relación a la alfabetización inicial: la escuela tenía un alto grado de repitencia en los segundos y terceros grados. “Sentíamos que había que estimular la producción escrita, el desarrollo de la oralidad que también era una dificultad muy grande en la escuela y hoy en día lo sigue siendo. Entonces dijimos, bueno, qué mejor propósito que realmente escribir con sentidos y hablar para un público… el proyecto de la feria viene a coronar eso. Es una forma de trabajo significativa que implica a los chicos y la participación de la familia. Es un modo de empezar a mirar la escuela y los aprendizajes de otra manera”, explica la directora de la escuela que recibe estudiantes de nivel inicial y primario provenientes de Marqués anexo, Villa El nylon, El pueblito y El ramal. Paula Domínguez agrega que “la idea era y es que todos estemos trabajando para un fin común que es la alfabetización, con ello fuimos ampliando estos objetivos y hoy en día tienen que ver con el acceso a la cultura, brindar oportunidades culturales que los niños no tienen en la zona”.
Desde la dirección de la escuela explican que este proyecto que empezó puertas adentro y con un objetivo muy particular fue ampliando sus horizontes y generando redes “La feria empieza a convertirse en un proyecto cultural de la zona del Marqués. ¿Por qué cultural? Porque empiezan a sumarse todas las organizaciones, el Centro vecinal del Marqués, el Centro de salud 60, las escuelas primarias, jardines y secundarias de la zona que son aproximadamente 13 y que nos acompañan desde hace varios años ya, la Biblioteca popular Atahualpa, la Secretaría de Adicciones, las ONG que trabajan en la zona. Un montón de instituciones, organizaciones y referentes significativos de la zona del Marqués empezaron a participar de las ferias”.
LeerNos funciona como una gran celebración y genera una comunidad lectora donde es posible el encuentro con otres, un entramado de diálogo entre las construcciones singulares y subjetivas de cada lector, habilitando nuevas experiencias para todes. Es un encuentro por mayores oportunidades para las infancias de la zona, donde la alfabetización termina dándose de manera comunitaria.
“Creo que el pensar en un proyecto a largo plazo crea confianza, crea otros lazos con la comunidad y con las organizaciones de la comunidad. Nos entrama en una red colectiva. La impronta de la escuela tiene un impacto muy importante en la formación de los lectores, de los niños en cómo descubren el mundo a través de la literatura. Esta impronta literaria la tiene toda la zona y la comunidad del Marqués anexo, la secretaría de adicciones, el centro de salud y organizaciones que no tienen nada que ver digamos con la educación y la literatura, nos encontramos trabajando desde la literatura como una herramienta”, explica la directora.
La importancia de la palabra puesta a circular
Es interesante pensar cómo desde la palabra puesta a girar de manera democrática, puertas adentro y puertas afuera de las instituciones educativas se pueden fortalecer las cuestiones comunitarias, permitiendo que las personas se encuentren con el lenguaje desde lugares nuevos, para volverlos cotidianos.
Michele Petit en Leer el mundo. Experiencias actuales de transmisión cultural, dice: “Leer, pero también mirar ilustraciones, pinturas o películas, cantar, contar, dibujar, escribir un block para compartir lo que se descubre, sirve para interponer entre lo real y cada uno, un tejido de palabras, de conocimientos, de historias, de fantasías, sin el cual el mundo sería inhabitable”.
Desde la escuela y con propuestas como LeerNos, se intenta que el mundo sea un poco más habitable, más posible, menos hostil, pensando la literatura como un espacio donde resguardarse. La escuela democratiza el acceso y la circulación de la palabra y con ella de la cultura toda. Habilita a las infancias a leer el mundo, su propio mundo, pudiendo nombrarse, habitando derechos tan básicos como el de acceso a la educación y el disfrute.
En este sentido, Judith Kalman habla en términos de acceso como “las oportunidades para participar de eventos de la lengua escrita junto a otres con quienes poner en tensión cómo se accede al lenguaje escrito y qué se legitima, prioriza e interpela”.
La escuela como generadora de proyectos y eventos culturales
La Escuela Mutualismo Argentino trabaja desde hace mucho tiempo generando espacios de circulación de la palabra y diversas expresiones de nuestra cultura. Habilita espacios de experimentación y disfrute para toda la comunidad. Es parte y organizadora de la semana cultural que este año se realizará en el mes de noviembre. “La semana cultural tiene como lema salir al encuentro entre las organizaciones, en la plaza, entre las vías del tren, en el barrio, en la calle. Ir convidando con la palabra, en todas sus expresiones, la música, la danza, el recitado de poemas, todos los años juntamos las 15 escuelas del Marqués y las organizaciones y salimos a ese encuentro”, comparte Paula.
También desarrollaron durante 4 años un proyecto que se llamó “Maestros comunitarios” que tuvo origen en el alto porcentaje de inasistencias en la escuela. Las y los maestros salían a buscar a las infancias que por diversos motivos no llegaban o quedaban fuera de la escuela. “La escuela decidió salir a buscar esos niños y así nace este proyecto que es de un trabajo territorial importantísimo. Salíamos a buscar a los chicos todos los miércoles con maestros ad honorem y voluntarios, en un proyecto a puro pulmón con los pocos recursos que nosotros teníamos. Íbamos a buscar a los chicos que habíamos identificado de los grados que tenían mayor inasistencia y les dábamos clases en un comedor. Desde allí hacíamos apoyo escolar y luego iban a la escuela. Era una forma de asegurar que fueran a la escuela al menos ese día y así se fue incrementando esa asistencia y además el vínculo que establecimos con las familias al ir a sus casas”, relata Domínguez a la vez que agrega que empezaron a recibir a niñes más pequeñes de dos y tres años que se mostraban interesades por lo que estaba pasando y también adultes que no estaban alfabetizades. “Después esos niños y esos adultos fueron nuestros alumnos. Vimos como esa estimulación temprana realmente aportó al crecimiento de las infancias en la zona del Marqués, sobre todo Villa El nylon donde es muy compleja la situación por la pobreza, el consumo de sustancias, las situaciones de violencia donde esos niños están circulando en la calle. Decidimos trabajar con ellos para después poder incorporarlos en la escuela y asegurarnos que tuviesen al menos el acceso a la escuela, al menos ese derecho fundamental. Hoy no podemos seguir con ese proyecto por la pandemia pero el año que viene vamos a retomar”, dice la directora de la escuela.
“Creo que hoy y sobre todo en la situación de pandemia hay una nueva oportunidad. No sólo para nuestra escuela sino para que todas las escuelas puedan resignificar la misión que tenemos hoy en día que es garantizar el acceso, el derecho fundamental que es la educación y la cultura”, concluye Domínguez.
Una escuela sensible a las necesidades de su territorio es posible, una escuela que se atreva a romper los muros con formatos tradicionales, una escuela que se dé lugar a la invención de nuevas formas de ir al encuentro, de armar la trama, de amar la trama, de habilitar las palabras y las mil maneras de significarlas. Esa escuela es posible.
*Por Inés Domínguez Cuaglia para La tinta. лучший подбор кредитов
