Empresa cordobesa lanza videojuego de ingenio, diversidad y sexualidad
Lejos de una mirada infantilizada y descalificadora de los videojuegos, algunas empresas consideran que la industria del gaming puede proponer no sólo entretenimiento, sino un canal válido para incorporar y asimilar problemáticas sociales que tal vez nos son ajenas en la cotidianidad analógica. La firma Team Spicy Bubble lanzó ayer su primera obra: «Queer & Chill», un divertido puzzle donde debes unir personajes según su género y sexualidad.
Por Redacción La tinta
Que la pandemia potenció la virtualidad, ya a esta altura, no es novedad. Lo que sí tal vez ignoramos es que, junto con las teleconferencias, las clases virtuales, las reuniones por Zoom y un largo etcétera, también creció exponencialmente el gaming.
Según el estudio «La revolución del gaming 2020” de Telecom y Flow, desde que comenzó la pandemia por COVID-19 en marzo del año pasado, se registró un aumento considerable de usuarios en las diferentes plataformas de todo el mundo. En Argentina, durante el período de aislamiento obligatorio, el crecimiento de tráfico de juegos fue del 69 por ciento y, solamente en la primera semana de cuarentena, el consumo de Internet para gaming creció un 100 por ciento; hasta ahora, se registra un 20 por ciento más de jugadores, que dedican entre 3 y 5 horas por día a los videojuegos.
El incremento de usuarios, consumo y facturación trae viento de cola para la producción y desarrollo de videojuegos. Las cuarentenas y medidas de aislamiento vinieron a acelerar un crecimiento que ya se venía generando, pero que, desde el año pasado, marca una clara tendencia en alza a nivel global.
Y Córdoba no es la excepción. Según un relevamiento hecho por el Observatorio de la Industria Argentina de Videojuegos, la provincia es la cuarta jurisdicción con mayor cantidad de empresas de videojuegos del país. Una de ellas es la firma Team Spicy Bubble que, este miércoles 16 de junio, lanzó a través de la plataforma de videojuegos Steam su ópera prima: «Queer & Chill», creada en este contexto pandémico.
Queer & Chill es un típico juego de puzzle y colocación de fichas, con una divertida visual 2D, pero con un eje novedoso y educativo: les personajes tienen diferente género y sexualidad, y debes ir descubriendo cómo emparejarles para que -básicamente- se enfiesten.
«Let’s match up so no one is alone tonight!🔥»
A través de más de 80 niveles y desafíos, les jugadores tienen que poner a prueba su ingenio para realizar emparejamientos según la consigna de cada etapa, ya sea por su género (Trans, Género Fluido, Bigénero, No binarie, Masculino o Femenino) o su sexualidad (Autosexual, Abrosexual, Arromántico, Pansexual, Asexual, Poliamor, Demisexual, Heterosexual, Homosexual o Bisexual).
“Se trató de abarcar lo que más se podía dentro del espectro de la sexualidad, siempre y cuando se pudiera aplicar en el juego. Por ejemplo, la intersexualidad no se pudo aplicar. Pero la intención era incorporar diversidad en todas las variables posibles, incluyendo el arte de los personajes con distintos tipos de cuerpo, color de piel, pelo y distintas comunidades como BDSM y Furry, entre otros”, afirmaron desde el Team Spicy Bubble.
La propuesta contempla que, en cualquier momento del juego, puedas solicitar ayuda para hablar con un acompañante y consultar sobre identidad de género y sexualidad, entre otras cosas, para que puedas aprender más mientras juegas.
“Profundizar sobre estas aristas y cómo funcionan es fundamental en el juego, ya que es la forma en la que el jugador avanza de nivel. Al igual que les jugadores, nosotres fuimos descubriendo cosas nuevas también a medida que lo desarrollamos y jugamos, y el foco y el objetivo mismo del juego fue transformándose”, afirman desde el equipo, que contó con tres personas en el desarrollo técnico, dos en producción, dos en soporte y más de 30 colaboradores que participaron en la realización de entrevistas, investigación y pruebas del juego.
De esta manera, y a través del recurso lúdico, Queer & Chill propone una creativa herramienta para adolescentes y adultes para comprender cómo funcionan las diferentes configuraciones de emparejamiento entre diferentes entidades de la comunidad LGBTIQ+ y de las personas en general.
Lejos de una mirada infantilizada y descalificadora de los videojuegos, algunas empresas consideran que la industria del gaming puede proponer no sólo entretenimiento, sino un canal válido para incorporar y asimilar problemáticas sociales y realidades que tal vez nos son ajenas en la cotidianidad analógica. Y es también un sinceramiento del sector, quitar el velo a una industria que -como todes- también hace política al seleccionar personajes, relatos, enfoques y temáticas.
En este sentido, les creadores de Queer & Chill remarcan que los videojuegos “son piezas culturales, al igual que el teatro, el cine y la música”, sólo que, a diferencia de estos, “se basa fuertemente en la interacción que tiene el espectador”. Identifican el potencial que tienen los juegos como contribuyentes a la cultura y, por eso, decidieron colectivamente “incorporar piezas que sirvan para seguir enriqueciendo a la comunidad”.
“Tampoco es que venimos a militar fuerte y a transformar algo, pero, sin querer, el juego empezó siendo un simple puzzle con ciertas mecánicas y se convirtió en esto. Al ver el producto final, nos dimos cuenta de que podía funcionar como una gran herramienta para profundizar y entender cómo funcionan los emparejamientos y los vínculos. El videojuego es entretenimiento, sí, pero al mismo tiempo es cultura para nosotres, no es una herramienta estúpida. Hacer videojuegos para nosotres también es hacer arte”, concluyeron.
*Por Redacción La tinta