Recuperar la memoria trans en La Docta
En este nuevo aniversario de la sanción de la Ley de Identidad de Género, traemos la experiencia del Archivo de la Memoria Trans, que ahora llegó a Córdoba. Un ejercicio para reafirmar las existencias y memorias de las sobrevivientes.
Por Redacción La tinta
La Ley N° 26.743 de Identidad de Género fue sancionada el 9 de mayo de 2012. Celebramos la conquista de un derecho que significó un gran paso en el reconocimiento de la historia trans y travesti en nuestro país. Sabemos que las normativas por sí mismas no alcanzan y queda mucho trabajo por delante, cuerpos e historias que poner en escena. En ese camino, el Archivo de la Memoria Trans significa un aporte fundamental.
El Archivo comenzó a funcionar en 2014, como un grupo de Facebook donde muchas travestis y trans compartían fotos y comentaban “esta no está, a esta la mataron, esta murió”, tal como se llamó la primera muestra que realizaron en el año 2017 en el Centro Cultural Haroldo Conti.
La iniciativa del Archivo de la Memoria Trans da cuenta de un trabajo de archivo sobre la vida cotidiana de las travestis en nuestro país, desde los años 40 hasta los 90. Sin leyes que les reconozcan y con la vigencia de los edictos policiales y una activa y cotidiana criminalización, este trabajo de archivo pone en valor la vida cotidiana, sus encuentros, carnavales, operaciones, amores, trabajo y, también, sus exilios, dolores y muertes. La labor de recopilación se materializó en un libro de fotografías “que tiene el espíritu de álbum familiar colaborativo”, como dicen desde el Archivo. También se realizaron muestras y, ahora, una serie documental que cuenta con el primer capítulo disponible en el canal de Youtube de Canal Encuentro.
Este trabajo, surgido desde Buenos Aires, toma ahora nuevos rumbos, se descentraliza. Como recientemente en nuestra provincia, que nació una sede del Archivo, un espacio con la intención de avanzar en la reconstrucción local de la memoria trans a partir de fotos y videos personales, recortes de revistas e historias contadas por las propias sobrevivientes. Todo el contenido está atravesado por una impronta clara y novedosa, profundamente necesaria: sus historias contadas por las mismas protagonistas, en la intimidad de sus fotos, sus retratos.
En diálogo con La tinta, Ámbar Alonso, fotógrafa y gestora cultural salteña radicada en nuestra ciudad, e integrante de la experiencia en Córdoba, explica que les motiva “la microdosis de Justicia que se siente cada vez que una compañera es nombrada o se cuenta su historia”.
Ámbar expresa que “la sede del Archivo de la Memoria Trans en Córdoba nace a partir de la idea de federalizar el archivo permitiendo hacer en cada provincia un registro responsable y acorde a las necesidades que los soportes fotosensibles requieren, y que tengan la mayor calidad posible. El envío y transporte de estos documentos desde las provincias hacia Buenos Aires, para ser ingresadas al acervo del Archivo Trans, era peligroso e inseguro, y al ser documentos muy valiosos, no podían ser transportados con la garantía de que llegaran sanos y salvos”.
Ámbar Alonso conoció a Ceci Estalles, fotógrafa del Archivo de la Memoria Trans de Buenos Aires, en una red de venta de obras de arte feminista. Ceci le ofreció trabajar desde Córdoba y Ámbar empezó a armar el equipo. Inmediatamente, se contactó con Majo Brizuela (Fe), estudiante de la carrera de Antropología en la Universidad Nacional de Córdoba que trabaja en el Museo de Antropología. Ambas son chicas trans trabajadoras de la cultura local, como músicas y, ahora, desde la gestión del Archivo.
Recientemente, convocaron a Galo Bula, un chico trans no fotógrafo y videasta que conocían porque habían compartido un proyecto musical que se llamó Trans-Tornades. Él ya venía generando archivo de la comunidad no binaria y transmasculina, y decidieron articular su trabajo con el equipo del Archivo.
“Por ahora, estamos nosotres tres activando el Archivo. Además, acompañades por Eugenio Talbot Wright, conocido activista por la memoria, varón trans mayor que nos orienta y nos ayuda. En Buenos Aires, sucede igual, hay gente joven activando y gente mayor que son la fuente de nuestro trabajo, las cuidadoras de las historias, anécdotas y nombres”.
Activismo y cuerpo, siempre
En este momento, hay gente trabajando para el Archivo en Santiago del Estero, Neuquén y Córdoba. Aquí, por el momento, es un trabajo ad honorem. Actualmente, “estamos coordinando entrevistas con algunas mayores, con las que podemos acceder, con las que quieren recordar esas épocas y contribuir al Archivo. Queremos empezar por las más grandes, que vivieron épocas de dictadura, edictos policiales y que sostuvieron nuestro género a pesar de la hostilidad del mundo”.
Ámbar alerta sobre que “mayores de 60 en el país, quedan menos de 100 señoras trans. Por eso, nos urge empezar con ellas. Buscamos también historias de hombres trans, mayores de 40 años que hayan vivido como trans en los 80 o 90. Estamos coordinando entrevistas y digitalizando su archivo personal”.
“Por otro lado, estamos creando un proyecto de docuficción y empezando, de a poco, a tejer redes con las organizaciones y casas de acompañamiento para personas trans. Vamos un poco lento porque, además de contribuir al Archivo, somos personas trans que trabajamos de manera autogestiva e independiente, entonces, tenemos que hacer otras cosas para poder tener ingresos para vivir”, aclara.
Nos detalla que, a nivel nacional, el Archivo cuenta con más de 10 mil documentos, archivos, recortes de diario, fotografías y vídeos que fueron recuperados y donados a través de familiares y amigues. Y agrega: “En la provincia de Córdoba, contamos con el acervo de 10 personas que fueron entrevistadas, fotografías sobre carnavales de Córdoba, que fueron resultado de una convocatoria que se hizo para la muestra de carnavales que el Archivo presentó en febrero, junto con la Municipalidad de Córdoba en la costanera, en la zona del Mercado norte”.
Por último, Ámbar menciona la pata editorial del proyecto y nos recuerda que, en diciembre del 2020, se lanzó la venta del primer libro del Archivo, publicado por Chaco Editorial. Una “reunión familiar” en 336 páginas de fotografías, recuerdos, registros y memorias. Surgió de “la necesidad de volvernos a abrazar, volvernos a mirar, de reencontrarnos después de más de 30 años con las compañeras que creíamos muertas, con las que nos distanciamos por diferencias o por el exilio, y principalmente, con los recuerdos de las que ya no están”. Ámbar detalla que “el primer libro se agotó, se vendieron todos los ejemplares y, por lo pronto, no hay nueva fecha de una segunda edición, así que se está pensando en el nuevo. El segundo libro, que esta vez tendrá más texto que fotografía, se va a tratar de la historia de mujeres y personas trans en la época de la dictadura. Es importante recuperar la memoria trans, porque no viene siendo parte de la investigación de los organismos del Estado, responsables de la conservación de la memoria de la dictadura cívico-eclesiástica-militar. No hay personas trans contratadas por estos organismos. Muchas veces, estas personas eran abandonadas por su familia y entorno, nadie les reclamaba y es por eso que sus nombres no fueron importantes en la investigación de derechos humanos sobre nuestres desaparecides”.
A 9 años de la Ley de Identidad de Género
Consultada sobre cómo nos encuentra este nuevo aniversario de la Ley de Identidad de Género, Ámbar señala que hay bastantes avances sociales pero que aún «falta muchísimo». E incluso remarca que con el correr de los años, se comienzan a notar consecuencias de la ley que pueden no ser tan positivas.
«Eugenio Talbot nos comentaba que ve a esta nueva generación mucho más dependiente de lo médico. En lo bueno y en lo malo. En lo bueno porque podemos acceder a controles médicos durante la transición hormonal, podemos acceder a operaciones gratuitas y podemos acceder a las hormonas también sin costo. Lo malo es que ahora parece ser un requerimiento. Con la depilación láser, la barba de las chicas trans cada vez se tolera menos y toma fuerza la idea de normalizar nuestros cuerpos para ser lo más cis posibles, para eliminar lo travesti y darle paso a esta nueva construcción de mujer trans. O por ejemplo, la gente en la calle exige que cambien tu documento para valer tu identidad, si te discriminan, lo primero que van a hacer es pedirte tu documento cambiado. Es peligroso esto a la identidad travesti«, reflexiona.
Además, agrega: «Nos tienen hablando sobre qué marca de testosterona o estrógeno tomamos, en qué dosis, dónde nos depilamos, y no sobre qué es lo que esperamos de la ley esta que nos queda re chica (…) La ley te da derecho a la identidad pero la sociedad aún no. Ni hablar de todas las personas no binarias indocumentadas porque no terminan su trámite de DNI y les quitaron el anterior. Aún no están aceptando documentos sin género aunque la ley lo contemple. Yo estoy tratando de sacar turno y cambiar mi DNI hace un año y en pandemia parece que nuestras identidades no importan porque no dan turnos».
En síntesis, para Ámbar la ley «no está funcionando» y por eso se están volviendo a encontrar para pelear por una nueva ley trans que contemple el cupo trans «para que las jóvenes accedan al trabajo y vida digna, y una reparación histórica de por vida para las mayores que fueron perseguidas, abusadas y matratadas por el Estado».
Y concluye: «A todo esto, Tehuel sigue sin aparecer. No podemos festejar 9 años de ley con un compañero desaparecido. Con la Policía amenazando a las personas que lo buscamos. Pedimos a toda la sociedad por favor que se solidarice con la causa. Tehuel de la Torre fue a una entrevista de trabajo hace dos meses en la localidad de Korn y nunca regresó. En la casa de la persona que lo llamó a la entrevista se encontró su celular y parte de su ropa, está detenido como sospechoso pero al no aparecer el cuerpo no pueden determinar su muerte».
Contacto
Para que familiares y amigues puedan consultar, donar, prestar o compartir documentos de mujeres trans que tengan, o puedan coordinar una visita del equipo para hacer registro audiovisual, ponen a disposición su correo electrónico: cordoba@archivotrans.com
*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Archivo de la Memoria Trans Argentina.