Mirar y Contar: decir la memoria desde las artes
Previo a la sentencia del juicio Diedrichs-Herrera del próximo lunes, compartimos en esta nota un proyecto de los sitios de memoria de nuestra ciudad, avivando una voluntad de memoria accesible e integrada, para que todes podamos reconstruir, firmes, en el #NuncaMás. Mirar y Contar busca correr del lenguaje judicial los hechos de la última dictadura cívico-eclesiástica-militar y recuperarlos desde la sensibilidad de los lenguajes artísticos.
Por Soledad Sgarella para La tinta
“Con la convicción de que algo irreversible, y por lo tanto irreparable, ha acontecido, florece la mirada artística: recuerdos, palabras, imágenes, flores rojas, cuerpos, horizontes, una ventana, la cancha de fútbol del barrio, una estación de ferrocarriles y un tren que se empieza a mover y en su andar nos recuerda, como dice Héctor Schmucler, que, despojados de su memoria, los pueblos se opacan, mueren. Y suelen morir en medio de la algarabía de imaginar que el pasado no interesa, aturdidos por voces que los llaman a no recordar, apalabrados por ilusionistas que susurran que hoy, en cada hoy, todo empieza de nuevo. Las raíces pueden secarse si una voluntad de memoria no se opone a la voluntad de olvido. Sin esta fidelidad, no hay ética perdurable. Recordarlo tal vez constituya el deber prioritario de los Sitios de Memoria”.
Así dice el equipo coordinador sobre Mirar y Contar, un proyecto realizado entre los tres sitios de memoria de Córdoba: el Archivo Provincial de la Memoria, el Espacio para la Memoria La Perla y el Espacio para la Memoria Campo de la Ribera.
En septiembre del año de la pandemia, la memoria no se cerró como el resto del mundo. Por el contrario, el juicio por la causa Causa Diedrichs-Herrera (el 12° Juicio de Lesa Humanidad) abrió un nuevo proceso judicial contra el terrorismo de Estado en Córdoba, en el que se juzgaron a 17 ex militares y policías por 39 hechos cometidos entre marzo y septiembre de 1976 en contra de 43 víctimas, de las cuales 9 son sobrevivientes y el resto fueron asesinadas o continúan desaparecidas.
En el marco de este juicio histórico en las luchas por la justicia en nuestro país (que finaliza la semana que viene), Mirar y Contar nace “con el objetivo de sacar del lenguaje judicial los hechos que se juzgan para que puedan ser leídos por todes y hacerlo de una forma distinta, transmitiendo emociones, sensaciones, estados de ánimo: por eso, elegimos el lenguaje artístico y esa fue la principal consigna al momento de contactar a les artistas, confiando en lo que cada une tuviera para decir con su propia forma y su punto de vista”, cuentan les integrantes del equipo.
La emergencia sanitaria desafió también las formas frecuentes de visibilizar tanto a las víctimas como a los hechos juzgados. “En este contexto de pandemia mundial y aislamiento social, no era fácil salir a intervenir el espacio público. Buscamos un modo virtual que interpelara desde una sensibilidad diferente, teniendo en cuenta que la virtualidad fue el modo de comunicación instalado y con mucha información circulando”, afirman desde Mirar y Contar.
Para invitar a les artistas, el equipo confió en que la propuesta de convocar a artistas de diferentes lenguajes era un proceso de memoria en sí mismo y cuentan a La tinta que la intención fue vincular a otres y sus modos de decir con los procesos de memorias sobre el pasado reciente, teniendo en cuenta la existencia de la represión cultural en la dictadura y cómo el arte y les artistas fueron atravesades desde esa experiencia.
«Partimos de trabajar con los hechos judiciales que forman parte de la causa Diedrichs-Herrera y que dan cuenta de lo que ocurrió con las 46 víctimas. A partir de allí, empezamos a imaginar cuál sería el formato en el que mejor podría traducirse cada una (música, escritura, plástica, video, fotografía, etc.) y, a partir de esos formatos posibles, empezamos a convocar a artistas de diferentes disciplinas. Algunos de los casos se trabajaron de manera individual y otros fueron agrupados según hubiera algún elemento que trace un hilo de continuidad entre las víctimas (estudiantes secundarios, trabajadores ferroviaries, etc.)», cuentan les coordinadores.
Mirar y Contar: relatos para armar rompecabezas inacabados, ese es el nombre completo. En este proyecto, las emociones son compartidas y el lenguaje artístico habilita la reconstrucción de este rompecabezas eterno que es nuestra memoria. La colectiva y también la personal, la de cada una de esas vidas desaparecidas, interrumpidas, asesinadas, donde -como dice el proyecto- cada instante se vuelve un hallazgo.
“Nos provoca mucha emoción cada vez que recibimos una producción terminada, vemos lo diversas que son entre sí y los distintos recorridos que se hicieron para llegar a la obra, siempre de una manera amorosa y con mucho respeto. Por otra parte, como la difusión es individual (aunque puedan verse todas juntas en la página Mirar y Contar), cada una tiene su propia repercusión y, en muchos casos, son vistas por públicos diferentes, lo que permite que la llegada sea más amplia. Una de las cosas más importantes para los procesos de Memoria y reconstrucción de las historias de vida que quisieron desaparecer es cómo, muchas veces, las familias de las víctimas se han vinculado con los artistas agradeciendo su trabajo. Ahí se produce un diálogo que devuelve identidad y reconocimiento a esas historias siempre inacabadas”, concluyen desde los Sitios.
María Teresa Andruetto, Eugenia Almeida, Carlos Julio Sánchez, María Victoria Robles y Luciano Saracino, Luciano Debanne, Pablo Ramos y Diego Funes, Laura Ortiz, Diana Lerma y Ariel M. Moran, Fernando Bellino, Marcos Luc, el Colectivo Jeta Brava, Flor Ordoñez y Ana Comes son algunes de les artistas que han estado poniendo sus trazos, voces y melodías en este proyecto que recupera la sensibilidad para relatar la memoria, para hacerla florecer en las luchas, para regarla de voluntad, presente y futuro.
*Por Soledad Sgarella para La tinta / Imagen de portada: Daniel Muchiut