Trump sale al rescate de Marruecos y le hace otro regalo a Israel
El presidente estadounidense anunció el reconocimiento de la “soberanía” marroquí del territorio histórico del Sáhara Occidental.
Por Leandro Albani para La tinta
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no pierde el tiempo en sus últimas semanas al frente de la Casa Blanca. Ayer, anunció que su país reconocía la “soberanía” del reino de Marruecos sobre los territorios del Sáhara Occidental, ocupados por la monarquía marroquí en 1975, cuando España se retiró de la zona que mantenía bajo colonización.
A su vez, el mandatario comunicó sobre la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel, en el marco de un plan político encabezado por su yerno, Jared Kushner, una de sus manos derechas durante su gestión. Kushner, un empresario inmobiliario y militante del movimiento sionista, fue el encargado de “normalizar” las relaciones entre Tel Aviv y Emiratos Árabes Unidos (EAU), Barhein y Sudán, una decisión que despertó un fuerte rechazo en el mundo árabe y, principalmente, desde Palestina. Ahora, con la decisión tomada por Trump, Estados Unidos se convirtió en el único país occidental que reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental.
La medida de la Casa Blanca se produce luego de que el reino marroquí rompió el alto el fuego –mediado por Naciones Unidas- que regía desde 1991 con el Frente Polisario, autoridad máxima de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD). Desde finales octubre pasado, las tensiones entre el Polisario y Marruecos fueron aumentando debido a la utilización de forma ilegal, por parte de Rabat, del paso El Guerguerat, fronterizo con Mauritania. Ese territorio, al sur del Sáhara Occidental, es parte de los territorios históricos saharauis y liberados por el Frente Polisario durante la guerra que lo enfrentó con Marruecos entre 1975 y 1991. Ante la negativa marroquí de retirarse de El Guerguerat, las autoridades de la RADS denunciaron la violación del alto el fuego y retomaron los ataques contra bases marroquíes ubicadas en el muro de separación (también conocido como Muro de la Vergüenza), que divide el territorio saharaui.
En un comunicado oficial, Trump utilizó el mismo argumento del rey marroquí, Mohamed VI: “Estados Unidos cree que un Estado saharaui independiente no es una opción realista para resolver el conflicto y que la auténtica autonomía bajo la soberanía marroquí es la única solución viable. Instamos a las partes a entablar conversaciones sin demora, utilizando el plan de autonomía de Marruecos como único marco para negociar una solución mutuamente aceptable”.
De esta manera, la administración estadounidense deja de lado la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, de 1991, que estipulaba la realización de un referéndum para que el pueblo saharaui decida si está de acuerdo o no con la conformación de un Estado independiente dentro de sus fronteras históricas. Pese a que la ONU debía organizar y fiscalizar el referéndum a los seis meses de firmados los acuerdos de paz, el poder marroquí, la complicidad internacional y la incompetencia de Naciones Unidas permitieron que, durante 29 años, esa votación no se concretara.
Desde Marruecos, la monarquía informó que Mohamed VI y Trump mantuvieron una conversación telefónica, en la que acordaron que Washington instalará un consulado en la ciudad de Dajla, en el territorio saharaui ocupado. Al mismo tiempo, Rabat anunció su compromiso a reanudar las relaciones diplomáticas con Israel “lo antes posible” y a autorizar los vuelos directos para el transporte de los miembros de la comunidad judía marroquí y de los turistas israelíes desde y hacia Marruecos. Por último, la monarquía aseguró que las relaciones con Israel no afectarán “al compromiso permanente y sostenido de Marruecos en favor de la causa palestina”, una declaración que tiene mucho de cotillón y poco de realidad.
Conocida la postura de Estados Unidos, el Ministerio de Información de la RASD emitió un comunicado oficial en el que condenó “en los términos más contundentes” la medida tomada por Trump. Para la RASD y el Frente Polisario, la posición de la Casa Blanca “constituye una flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y de las decisiones de legitimidad internacional -organizaciones y tribunales-, y obstaculiza los esfuerzos de la comunidad internacional para encontrar una solución pacífica al conflicto” con Marruecos.
Para las autoridades saharauis, “la decisión de Trump no cambia en nada la naturaleza jurídica de la cuestión saharaui, ya que la comunidad internacional no reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, porque sigue siendo propiedad exclusiva del pueblo saharaui”. Desde la RASD, remarcaron que el anuncio se efectuó el 10 de diciembre, al conmemorarse el Día Internacional de los Derechos Humanos”, y no muy lejos en el tiempo “del 60 aniversario de la Resolución 14/15 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la ‘Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales’, que constituye una flagrante violación de uno de los derechos más sagrados, a saber, el derecho de los pueblos a la autodeterminación”.
Por su parte, el senador estadounidense por el Partido Republicano, Jim Inhofe, emitió una declaración en la que manifestó que el anuncio de la Casa Blanca “que alega la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental es impactante y profundamente decepcionante. Me entristece que se hayan negociado los derechos del pueblo del Sáhara Occidental”. El legislador recordó que, en 1966, “cuando África Occidental estaba siendo descolonizada, la Asamblea General de la ONU acordó que se debería realizar un referéndum sobre la autodeterminación en beneficio del pueblo saharaui. Desde entonces, la comunidad internacional ha tenido una política clara y definida: el Sáhara Occidental merece un referéndum de autodeterminación para determinar su propio futuro”. Inhofe señaló que su país “ha apoyado esta política durante décadas y ha trabajado para lograr un referéndum de autodeterminación. Hasta el día de hoy, esta administración ha continuado con nuestra larga trayectoria, que se ha mantenido constante en todas las administraciones. No estamos solos en esta posición: la Unión Africana, las Naciones Unidas, la Corte Internacional de Justicia y la Unión Europea están todos de acuerdo: el pueblo saharaui tiene derecho a decidir su propio futuro”.
En la declaración, el senador también recordó su reciente visita a los campamentos de refugiados saharauis, ubicados al sur de Argelia, en el que pudo ver “niños alegres, felices y ordinarios que aún no sabían que eran parte de un conflicto congelado y olvidado, donde sus esperanzas y libertades estaban muriendo de una muerte cruel”. “Estoy pensando en ellos y en todos los saharauis –expresó el legislador republicano-. No dejaré de luchar por ellos y no dejaré que el mundo los olvide”.
A esta postura, se sumaron el legislador demócrata Patrick Leahy y la senadora republicana Betty McCollum. Leahy apuntó que “no se puede, al declarar unilateralmente, negar el derecho internacional o los derechos del pueblo saharaui”. McCollum aseveró que “el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y la independencia está garantizado internacionalmente”.
En medio de la polémica por la decisión de la administración Trump, la agencia de noticias Reuters informó que “Estados Unidos está negociando la venta de, al menos, cuatro sofisticados drones aéreos a Marruecos”, un acuerdo que se discutirá en el parlamento estadounidense en los próximos días. Las fuentes citadas por la agencia indicaron que “si bien el Departamento de Estado ha autorizado la venta de los vehículos aéreos no tripulados”, todavía no se sabe “si los funcionarios estadounidenses aprobaron la exportación de los drones con armas adjuntas”. Aunque el Parlamento tiene la autoridad de bloquear un acuerdo final, “eso no es esperable”, según las fuentes consultadas por Reuters. La agencia detalló que los drones son del modelo MQ-9B SeaGuardian, fabricados por General Atomics, con un alcance 11.100 kilómetros y podrían inspeccionar enormes franjas de mar y desierto.
Mientras tanto, los ataques de las fuerzas del Frente Polisario contra las bases militares marroquíes se multiplican con el paso de los días. Cientos de saharauis de los campamentos de refugiados y de la diáspora retornaron a su territorio para sumarse a las filas de del ejército del Polisario. Ante el retorno a las armas, Marruecos mantiene hasta el momento un profundo silencio que, desde la RASD, aseguran que se debe a la desmoralización de sus tropas y a una falta de apoyo real a nivel internacional para organizar una mínima defensa del territorio que ocupa ilegalmente.
*Por Leandro Albani para La tinta / Foto de portada: