Un desafío en tiempos de crisis: nace un nuevo proyecto editorial autogestivo

Un desafío en tiempos de crisis: nace un nuevo proyecto editorial autogestivo
19 noviembre, 2020 por Redacción La tinta

Se trata de Muchos Mundos Ediciones cuyos primeros libros son digitales y gratuitos. Sus fundadores buscan armar un catálogo amplio e inclusivo que rompa con los criterios de mercado.

Por Mónica López Ocón para Tiempo Argentino

En un momento en que, en el país, la industria editorial atraviesa uno de sus momentos más críticos, nace un nuevo proyecto editorial autogestivo, Muchos Mundos Ediciones.

Integrada por Antonella Álvarez, comunicadora popular y estudiante de Ciencias de la Educación, Esteban Sambucetti, docente de la escuela pública, y Hernán Ouviña, politólogo y educador popular, la nueva editorial publicó su primer libro en formato digital, Conjurar el encierro, que es producto de una convocatoria lanzada en las redes para que participaran todos aquellos para los que la creación fue una manera de vencer el aislamiento que impuso la pandemia.

Su próximo lanzamiento se realizará el 28 de este mes. Se trata de Nuestro Engels, un libro también virtual que compila distintas voces que revisitan diversos aspectos de la obra del filósofo.

En esta nota, un diálogo con los integrantes del proyecto que, fieles al espíritu colectivo que los guía, prefirieron contestar sin distinguir individualidades.

—¿Qué los llevó a fundar una editorial en un momento tan crítico?

—La necesidad de poder colaborar en la construcción y la circulación de otras lecturas, de otras escritoras y escritores, así como aportar a la democratización del ejercicio mismo de la producción y socialización de materiales que fortalezcan una cultura emancipatoria. El mercado editorial está copado por grandes empresas que lo único que hacen es lucrar sin pensar ni un instante en el valor cultural, no monetario, que tienen la escritura y la lectura. Ante esa situación, decidimos emprender este proyecto autogestivo opuesto a los monopolios editoriales y a contramano del capitalismo cognitivo, para sumar una experiencia más en el enorme colectivo de editoriales independientes y autónomas. Aunque pueda resultar paradójico, fue este momento crítico el que nos estimuló a crearla. Las crisis son coyunturas de indudable angustia y malestar, pero también de politización de la vida cotidiana, de mayor necesidad de acuerparse y experimentar nuevos horizontes de sentido, ensayar posibles respuestas frente a la desesperanza.

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(Imagen: Tiempo Argentino)

—Los libros que producen son virtuales y gratuitos. ¿Es una editorial que no tiene fines de lucro o piensan en alguna forma de comercialización más adelante?

—Nos parece necesario diferenciar fines de lucro, de autogestión y posibilidad de garantizar que nuestro proyecto se consolide, crezca y sea sustentable. En principio, no nos mueve el ánimo de generar dinero con la editorial. Los libros que sacamos hasta ahora son digitales y de libre acceso, en primer lugar, porque consideramos que el conocimiento no es mercancía y además porque, bajo este formato, se habilitan modalidades de comunicabilidad y circulación trashumante. Sobre todo en este momento de crisis, endeudamiento, cierre de fronteras y precarización de la vida, el libre acceso a materiales como pueden ser los libros nos parece más urgente que nunca. Todo esto no va a contramano de pensar estrategias que hagan sostenible el proyecto en el tiempo, más allá de esta coyuntura anómala. Nos interesa explorar, en el caso de la edición en papel, la distribución y venta de mano en mano, en ámbitos y espacios habitados por las organizaciones y movimientos del campo popular.

—¿Tienen presentes modelos autogestivos anteriores?

—Sí, no nacemos de la nada, retomamos la senda transitada por infinidad de experiencias cooperativas y organizaciones sin patrón, en particular de editoriales autogestivas e independientes, muchas de las cuales también surgieron en contextos de crisis, tanto en Argentina como en otras realidades de América Latina. En nuestro país, por ejemplo, la crisis de 2001 motivó la creación de diversos proyectos de este tipo que, más allá de los vaivenes, hoy siguen en pie. Tal vez, sin hacer una apología ingenua de estas coyunturas, algo que sucede en las crisis es que se trastoca nuestra cotidianidad y nos habilita a ejercitar la osadía y ensayar aquello que en tiempos de “normalidad” sería imposible. Como dice Silvio Rodríguez en una de sus canciones, de lo posible ya se sabe demasiado.

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(Imagen: Tiempo Argentino)

—¿Cuál es la temática de los dos libros publicados hasta ahora?

—El primer libro que gestamos es producto de una convocatoria abierta que lanzamos en las redes. Al tiempo que hicimos circular esa invitación, contactamos a algunas personas y colectivos que nos interesaba que hicieran parte del libro, Vicente Zito Lema, por ejemplo. Queríamos empezar por dialogar con aquelles que en este contexto encontraron en la creación artística una forma para conjurar el encierro. Por otro lado, nos entusiasmaba la apuesta de que el primer libro digital nos trascendiera a nosotres y pusiera en diálogo creaciones gráficas y escritas muy heterogéneas y, a la vez, complementarias entre sí, de personas que publicaron por primera vez con este libro, con otras que tienen años de experiencia. La respuesta nos desbordó en el mejor de los sentidos. Llegaron producciones de diferentes partes de América Latina, de personas y grupos que se encontraban escribiendo, dibujando, sacando fotos, realizando collages, creando, resistiendo al confinamiento desde el arte y la contracultura. Y una de las cosas que sucedió fue que esas producciones que estaban esperando para ser leídas y miradas se encontraron, no solamente para tejer un tapiz de voces, sentires e imágenes de lo más variadas e intensas, sino que, al mismo tiempo, a partir de la salida y circulación gratuita del libro, lograron encontrarse con un montón de lectores y lectoras que también ansiaban cruzarse con nuevas realizaciones. Hubo devoluciones muy hermosas de lo que terminó siendo el libro.

—¿Y cuál será segundo libro?

Vamos a lanzarlo el 28 de noviembre, cuando se cumplan los 200 años del nacimiento de Engels. Nos parece importante como editorial revisitar ciertas tradiciones de la izquierda, pero desde los interrogantes y desafíos de nuestro tiempo histórico. En eso retomamos a José Carlos Mariátegui, el amauta peruano, para quien un proyecto revolucionario genuino jamás niega a las tradiciones emancipatorias que lo preceden, menos aún si se las revitaliza desde la heterodoxia. En este caso, nos propusimos editar un libro que privilegiara los aportes y originalidades del propio Engels, alguien por lo general ninguneado y hasta denostado. A diferencia de Marx, de quien hay infinidad de libros, compilaciones y lecturas, de Engels son prácticamente nulos los materiales que lo recuperan desde un prisma latinoamericano y contemporáneo, que como se propone en el libro, discuta acerca del feminismo y la crisis ecológica, la literatura y la problemática de la vivienda, la lucha armada y el poder político, la reinvención de la revolución y la filosofía de la praxis, entre otros temas que se abordan. Es una compilación, pero lejos de poder pensarse cada texto por separado, hay una idea que atraviesa el libro: compartir lecturas e imágenes que invitan a revisar críticamente los aportes engelsianos desde Nuestra América. De ahí la significación del nombre que decidimos ponerle al libro, Nuestro Engels. Vamos a lanzarlo en formato digital y su descarga será gratuita, pero también estará la posibilidad de aportar económicamente al proyecto, para quienes puedan y quieran hacerlo.

—¿Cuál o cuáles son las ideas rectoras con que construirán el catálogo?

—Estamos por iniciar la edición de unas postales digitales que intentan emular al “librito” que hay en los CDs y vinilos. Es una propuesta que nos acercó una banda de música rioplatense. Esto nos motivó a pensar en una colección vinculada a la música, algo no tan explorado por las editoriales autogestivas del palo, que por lo general se enfocan en la publicación de libros de pensamiento crítico o que giran en torno a la constelación de las izquierdas. En nuestro caso, si bien no desestimamos esta posibilidad, nos interesa explorar en paralelo otras temáticas o líneas donde pueda jugar más la dimensión estética y artística. Tenemos, además, la intención de traducir y publicar la biografía de una revolucionaria y feminista muy importante de siglo XX, libro que seguramente será parte de una colección enfocada en feminismos y disidencias, pero no queremos anticipar mucho más.

A nivel más general, buscamos editar libros que creamos necesarios para los tiempos que estamos transitando, materiales que nos gusten y que conmuevan. Queremos aportar a la multiplicación de las voces, los dibujos, las fotografías y todas las expresiones artísticas y político-culturales que pueden vivir dentro de un libro. Justamente es en ese quiebre donde toman sentido proyectos como el nuestro: en el hecho de poner a disposición la editorial para todas las personas y colectivos que están creando desde el anonimato o el compromiso. Romper con la lógica del mercado es una de nuestras ideas rectoras.

Muchos Mundos Ediciones / Encontralos en la web, vía mail, en Instagram y Facebook.

*Por Mónica López Ocón para Tiempo Argentino.

Palabras claves: autogestión, editorial, Sector editorial

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