Fotogalería: Ampliación Parque La Vega, la toma que resiste en Salta
El fotoperiodista Fernando Cata muestra imágenes de la toma de Ampliación Parque La Vega, en la zona sur de la ciudad de Salta. «Es un terreno inhabitable, inundable e inaccesible, pero que el establishment salteño defiende a capa y espada para que no sea más que lo que era: un baldío. La lluvia en este lugar no limpia, sino que saca a flote la necesidad habitacional de toda la provincia».
Por Fernando Cata para La tinta
Más de mil familias se asentaron en abril de este año en un predio desocupado en barrio Ampliación Parque La Vega, en la zona sur de la ciudad de Salta. La gran mayoría de las personas que están en el asentamiento son vecinos y vecinas que se quedaron sin trabajo por la pandemia y no pudieron seguir pagando alquiler, por lo que quedaron en la calle.
Es un terreno inhabitable, inundable e inaccesible, pero que el establishment salteño defiende a capa y espada para que no sea más que lo que era: un baldío.
La toma resiste a través de donaciones y de aportes comunitarios de las personas que habitan el lugar, sumado a la colaboración de algunxs vecinxs que habilitan caños de agua para que diariamente puedan llenar baldes y bidones para el consumo diario, aseo y para el merendero que funciona para el centenar de niñxs que habitan el predio.
En la toma de Ampliación Parque La Vega, la lógica comunitaria se antepone y todxs ayudan con el cuidado de las viviendas, o reaccionan ante los accidentes o las inclemencias del clima. Los servicios asistenciales de salud o bomberos ya brillaron por su ausencia en numerosas oportunidades.
La comunidad tiene siete personas encargadas. Ahora son seis, luego de que la Policía de Salta detuviera a Yutiel Alderete en un operativo violento e ilegal, ya que fue secuestrado en plena vía pública por efectivos que no poseían identificación, cruzando el auto en plena calle. La persecución policial es además una constante contra los jóvenes que intentan hacer compras fuera de la toma.
La lluvia en este lugar no limpia, sino que saca a flote la necesidad habitacional de Salta.
* Por Fernando Cata para La tinta