Opereta mediática y criminalización: desmienten que brigadistas sean usurpadores de terrenos
Circuló por diversos medios hegemónicos de todo el país una noticia que sostenía que «falsos brigadistas quisieron usurpar un campo» en Córdoba. Pero ni eran «falsos», ni querían «usurpar»: se trataba de integrantes de Vecinxs Autoconvocadxs en Defensa del Monte Nativo que desde hace tres meses trabajan de manera desinteresada para sofocar las llamas, que ya arrasaron con más de 315 mil hectáreas en la provincia.
Por Redacción La tinta
En los últimos días circuló por diversos medios hegemónicos cordobeses y nacionales una noticia que sostenía que «falsos brigadistas quisieron usurpar un campo» en cercanías de la localidad de Dean Funes, en el norte de la provincia de Córdoba.
La rebuscada y extraña teoría fue difundida con vigor por parte de medios de comunicación que siguieron de cerca el desalojo de la toma de Guernica, el conflicto por las tierras de la familia Etchevehere, o los reclamos de territorios en Villa Mascardi, en un claro esfuerzo por regionalizar e instalar en Córdoba el miedo a las tomas de tierras.
Pareciera que poco y nada importa chequear las noticias si sirven al mensaje que se quiere instalar: «Alerta y temor en la zona», «En una semana signada por las tomas ilegales», «Falsos brigadistas», «Andan muy bien movilizados con una camioneta de último modelo», «Quisieron entrar por la fuerza», «Se pusieron violentos», «Escuchaban la frecuencia de las fuerzas de seguridad», «Desaparecieron cuando los dueños del campo llamaron a la policía», «Pudimos evitar la toma del campo”.
Estas son extractos de algunas de las notas que se publicaron en las últimas horas, intentando retratar la supuesta situación de amenaza latente de toma de tierras y, de paso, atacar la figura de las y los brigadistas que trabajan para sofocar los incendios.
El vocero de la denuncia fue el productor Gustavo Grión, titular del establecimiento rural Puesto del Carril, quien alertó primero a la Sociedad Rural de Jesús María y luego declaró ante los medios que “falsos brigadistas pretendieron ingresar a su campo, con la excusa de ofrecer ayuda para combatir un incendio en el lugar».
Irónicamente -y lamentablemente para los medios inoculadores de miedos- «la excusa de ofrecer ayuda para combatir un incendio en el lugar» que denunció Grión, era, ni más ni menos, eso: un ofrecimiento de ayuda para combatir el incendio del lugar, en una provincia que tiene focos activos en Ischilín y Salsacate, y que en lo que va del año ya perdió 315.944 hectáreas de monte, triplicando el máximo histórico que se había registrado en la provincia (según informe del 03/11 del Servicio Nacional de Manejo del Fuego).
Lxs que van al fuego
Quienes se presentaron en el campo de Gustavo Grión eran integrantes de Vecinxs Autoconvocadxs en Defensa del Monte Nativo, una red de organizaciones de Punilla, Paravachasca y Capital que, desde que comenzaron los incendios en agosto, empezaron a articular para colaborar con la tarea de apagar las llamas que arrasaban -y aún lo hacen- el bosque nativo.
«Debido a la quema del monte nativo en los lugares que habitamos decidimos organizarnos e ir a apagar el fuego. Primero fue con lo que teníamos. Hoy, con muchos más conocimientos y equipos después de tres meses de trabajo. Trabajamos con bomberxs, guardaparques y paisanos. Aprendimos a hacer perímetro, a usar el chicote, a buscar zonas seguras y a leer mapas y vientos. Conseguimos elementos de seguridad, ropa adecuada y mochilas de agua, gracias al aporte de donaciones de las comunidades y la sociedad que elige sostenernos. Hemos salvado casas, protegido monte y cubierto zonas a donde los bomberos no llegaban», expresaron en un comunicado lxs brigadistas, que remarcan que tuvieron que salir a difundir un comunicado ante las versiones falaces que circulaban por los medios.
Para despejar cualquier tipo de duda, lxs Vecinxs Autoconvocadxs en Defensa del Monte Nativo difundieron cómo fue su itinerario por el cual finalmente llegaron a la Estancia el Carril luego de haber ayudado a sofocar un frente en San Pedro Norte.
Martes 27/10➡ Notifican un incendio en San Pedro Norte. Ofrecen ayuda a la Estancia el Carril y se ponen en contacto con pobladores de la zona de Santa Cruz.
Miércoles 28/10➡ Visita a la Municipalidad de San Pedro Norte. Allí son derivados a la Estancia San Pedro Viejo, donde la familia Ferreyra tenía el fuego en su campo. Ayudan a controlar las llamas y la familia les ofrece hospedaje.
Jueves 29/10➡ Por la tarde coordinan con pobladorxs del lugar para trabajar en conjunto en la Estancia El Carril. «El encargado del campo nos comunica que si nos dejaba ingresar al campo a colaborar, los bomberos y el avión hidrante se iban a retirar, por lo que nos pedía que si queríamos colaborar nos fuéramos o iba a tener que llamar a la policía», indicaron. Argumentaron que venían de lejos y solo querían apagar el fuego. Se les reiteró la negativa, y se fueron.
Viernes 30/10➡ «Nos enteramos que estaban circulando audios con afirmaciones acerca de nosotrxs totalmente falaces: que estábamos queriendo meternos en los campos, que obstaculizábamos el trabajo de los bomberos, que habíamos amenazado a bomberos, que teníamos intenciones de usurpar tierras, incluso que nos metíamos en los campos a sembrar droga. Debido a la viralización de estos audios y las publicaciones de medios hegemónicos de comunicación, es que decidimos armar este comunicado».
El relato de Vecinxs Autoconvocadxs en Defensa del Monte Nativo fue respaldado por los propios productores que recibieron la ayuda desinteresada de lxs brigadistas.
«El día siguiente al incendio los bomberos se replegaron y fueron a esperar al fuego a la ruta 21 dejando mi campo desamparado. En ese momento llegaron dos vehículos con personas equipadas con muchas mochilas, buenos borseguies, inifugos, etc. para encarar el fuego. Me sorprendió el coraje y capacidad de acción. Lo controlaron bien. Palma por palma toda la noche al lado mío y de mi hermano. Por supuesto los albergue, les di ducha caliente y cobijo. Tres días previniendo reinicios y tratando de colaborar en la cabeza del fuego. Pero no los dejaron pasar. Cada uno de los propietarios eligió a quien dejar pasar y a quien no. No entraron sin permiso a ningún lado. Yo no me sentí amenazado nunca ni amedrentado. Tampoco el coordinador de bomberos del departamento Tulumba a quien consulté. No hay que tenerles miedo, hay que ayudarlos a que sigan capacitándose y conseguir las credenciales necesarias», expresó Falucho Ferreyra, de San Pedro Viejo.
En similar sintonía declaró Gerónimo de los Ríos, familiar de propietarios en la misma zona: «Para nosotros fueron unos héroes ya que los bomberos apagaron el incendio y se fueron, dejando algunos focos prendidos. Estas personas, sin nada a cambio, ayudaron a apagar y hacer la guardia de cenizas, y gracias a ellos se pudo extinguir en toda la zona. Estuvieron circulando versiones de que era con intenciones de usurpación y eso es totalmente mentira, totalmente aberrante. Si los ven y les pueden dar una mano, son totalmente aconsejables y hacen un trabajo extraordinario. Gracias a ellos varios campos aledaños pudieron controlar el incendio: eran entre 10 y 15 personas haciendo guardias de fuego de doce horas, de día y de noche, trabajan 24 horas y están muy bien organizados«.
La campaña mediática inoculadora de miedo a las tomas de tierras se mezcló en esta ocasión con la estrategia discursiva del Gobierno de Córdoba de intentar criminalizar a brigadistas y vecinxs que intentan cuidar el escaso monte nativo que queda en el territorio provincial. Vale recordar que semanas atrás, el propio director de Defensa Civil, Diego Concha, advirtió a la población para que no interfiera más en las tareas de extinción del fuego o solicitaría la intervención de la fuerza pública.
«La sociedad cordobesa que ama el monte y es consciente de que sin monte no hay agua, no hay soberanía alimentaria posible, somos quienes sostenemos a lxs vecinxs que van al fuego. Unxs van al fuego, otrxs cocinamos, otrxs ponemos a disposición nuestrxs autos, dejamos a nuestras familias, ponemos en pausa nuestros trabajos y nuestras vidas individuales porque somos conscientes que sin monte no hay vida posible. Deseamos que nos den un respiro con la quema intencional de las sierras, que cese la violencia a quienes estamos defendiendo el territorio y que haya una recuperación armoniosa de las zonas afectadas», expresaron lxs brigadistas.
* Por Redacción La tinta