Una nueva oportunidad, para Cambiemos

Una nueva oportunidad, para Cambiemos
31 julio, 2020 por Redacción La tinta

Por Leandro Yanson para La tinta

Walter Ghione, pastor evangelista y referente de Una Nueva Oportunidad (UNO), afirma: “Hoy, la gente no quiere ponerse la camiseta de uno de los sectores y nosotros nos ponemos ahí, no estamos ni en contra ni a favor, coincidimos en un tema y en alguno podemos coincidir con otro, lo nuestro suma para poder unir y empezar a rellenar esta grieta. Nuestro posicionamiento ideológico va más por ese lado, que por buscar alguna de las puntas del enfrentamiento, nuestro objetivo es empezar a formar la militancia que tenemos en nuestro trabajo social, de allí van a surgir muchos cuadros muy importantes con una mirada muy diferente a lo que hemos conocido. De allí apostamos a tomar representatividad local, en los pueblos y en las ciudades”.

Con esta perspectiva, se crea UNO, que parece una nueva apuesta dirigida a aglutinar la “ancha avenida del medio”, pero con el matiz de que se posiciona abiertamente en favor de una de las veredas, lo que lo distingue de otros intentos de representar a los que no se definen por ninguno de los espacios mayoritarios, como fue el caso del Frente Renovador en sus inicios y como fue el fracaso de Alternativa Federal.

“Empezamos a armar este espacio, hicimos una agenda con todos los actores con los que nos queríamos reunir, se dio esta situación de casualidad, no es que el primer diálogo lo quisimos hacer con ella (Bullrich), sin embargo, nos aportó una visibilidad importante, que hablemos con ella no quiere decir que estemos de acuerdo con todo lo que han hecho”, explica Ghione.

No se cumplió ni el primer año del gobierno, hay una pandemia que solo plantea incertidumbres y no es un año electoral, para los tiempos a los que nos tienen acostumbrados la política argentina, se trata de un anuncio cuanto menos apresurado. Lo más llamativo es que esa definición expresa un desinterés por cualquiera de los posibles escenarios en los que se reordene internamente el Frente de Todos. Surgen dos preguntas en relación a esta celeridad: ¿Por qué ahora, durante la pandemia? ¿Por qué no importa lo que pase en el Frente de Todos?

Desde su salida del gobierno en diciembre del año pasado, el ala dura del PRO potenció su orientación confrontativa y ha tratado de cerrar filas en su base. A contramano de esta actitud, la pandemia configuró un escenario en que tuvo enormes dificultades para unificar esa postura dentro de Cambiemos, un problema que le impide acrecentar su llegada a los más moderados. La integración de UNO es una oportunidad para ampliar hacia afuera, sumaría una importante inserción social en los sectores que más sufren la pandemia y que probablemente se vea incrementado en el escenario de salida de la cuarentena. De esta manera, el PRO mantiene su práctica de tercerizar la construcción política en otras organizaciones, como lo hizo con la UCR.

“Yo creo que esto se basa en la coyuntura, nosotros no le podemos pedir a Alberto Fernández que está gobernando en una pandemia que nos venga a decir hacia dónde ir, nosotros vamos a seguir estando con un diálogo abierto y que, cuando podamos tener diálogo con esos dirigentes nacionales, lo vamos a aprovechar […] El Frente de Todos ha virado hacia una dirección ideológica, si bien con lo de Vicentin es destacable por la marcha atrás que dieron, respecto a cuestiones como el derecho a la vida, ya han sentado posición y lo han hecho de manera coherente porque lo tuvieron como eslogan de campaña”, explica Ghione sobre la decisión de reunirse con el PRO.

ghione-granata-antiderechos-somos-vidaSi bien esta justificación parece absoluta, sigue habiendo un lugar para cuestionarse por qué la discusión sobre el aborto mantiene el distanciamiento, cuando en casi todos los demás aspectos el acuerdo político es mayor hacia la propuesta del peronismo que a la de Cambiemos

Consultado sobre esta contradicción, Walter Ghione sostiene lo siguiente: “La hemos planteado a esa situación, nosotros hemos sido muy críticos de cómo llevaron adelante su gestión (Cambiemos). Entendemos que el proyecto de país que queremos tiene que ver con lograr un mayor federalismo, una red pública más consolidada, transparencia en las instituciones, lucha contra la corrupción, pero también un gran compromiso social, poder entregarle a la gente lo que necesita. Y ahí sí me pongo más en ese lugar de referente social, la gente no quiere un plan social, quiere trabajar, y ahí es donde entendemos que podemos aportar muchísimo desde este lugar, porque, de hecho, en las iglesias lo hacemos”. Es posible también que los dirigentes de este partido hayan caído ya en la primera trampa de la representatividad; hay que complacer a las bases sociales.


UNO no es un partido “evangelista”, es un armado compuesto de varias experiencias electorales y políticas que se construyeron en base al debate del aborto en el país. Es cierto que hay una incidencia importante de referentes que provienen de ese palo, aún así, parece ser que el movimiento evangélico es más la plataforma desde la que se impulsa la organización partidaria que la base social representada y una comprobación de esto es la inexistencia del voto cautivo evangelista, ya que ninguna de estas ofertas electorales presentadas en 2019 pudo canalizar la llegada de los votos de forma monopólica.


Este detalle es el que mejor explica la inclinación hacia Cambiemos, la corriente movilizada por la consigna “pro vida” ha ido constituyéndose en contradicción con el feminismo y, en esta ecuación, el Frente de Todos es el espacio que más ha logrado integrar al movimiento feminista, por lo tanto, perdió la capacidad de contener a ambas expresiones en su interior. 

La experiencia política de este conjunto antiderechos llegó a la disyuntiva inevitable que atraviesan todos los espacios que se fundan por la negativa –el rechazo a la ley del aborto-, es que, para seguir a flote, deben poder traducirse por la positiva –el proyecto- y, en una Argentina polarizada, el único salvavidas lo pueden encontrar en Cambiemos, incluso con el hecho de que el proyecto que deberán adoptar es el que más atenta contra su propia fuerza social.

*Por Leandro Yanson para La tinta.

Palabras claves: antiderechos, Cambiemos, Iglesias evangélicas, politica, Una Nueva Oportunidad, Walter Ghione

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