Blancos y sucios

Blancos y sucios
20 julio, 2020 por Redacción La tinta

Uno de los clubes más despreciados por el fútbol inglés volvió a la Premier League luego de 16 años. Los «Sucios de Leeds» regresan de la mano de Marcelo Bielsa, el DT señalado como experto en fracasos. Así como, en los 60, comenzaron a jugar de blanco, como Real Madrid, hoy, juegan como manda el fútbol inglés. Amados por sus fans y odiados por sus detractores, Leeds y Bielsa se encontraron en la devoción que generan por ser objetos de rechazo.

Por Redacción La tinta

«Soy un especialista en fracasos y sé perfectamente que las adhesiones se pierden cuando se acaba el éxito. Hay gente exitosa que no es feliz y gente feliz que no necesita del éxito. El éxito es una excepción y no un continuo». M. B.

“La escoria de Leeds está de vuelta”. Así tituló el Daily Mail, en 1990, el ascenso de Los Blancos, según recuerda Daniel Chapman, autor del libro “100 años del Leeds United, 1919-2019”. El rechazo que genera el equipo del norte de Inglaterra es expresado con asiduidad entre las aficiones de los clubes de Londres, Manchester y Liverpool.

Ser objeto de ese desprecio se convirtió en fuente de identidad y sentido de pertenencia entre los hinchas del club. Están orgullosos de la fama que ganaron en la década del 60. «El establishment del fútbol inglés odiaba al Leeds porque no hacía las cosas a la manera inglesa”, recuerda Chapman.

Esta vez, volvieron con el estilo inglés 20/20, ese que expresa esta Premier League de Guardiola y Klopp. Vuelven de la mano de Marcelo Bielsa, el hombre que inspira a los principales entrenadores del mundo, pero carga con el rótulo de “fracasado”. Se le exigen títulos desde 2004, se lo critica por sobre-exigir a sus equipos hasta fundirlos en la última recta de cada temporada. Pero volvieron. Leeds y Bielsa. Volvieron blancos y sucios.

El artista Burley Banksy, se ha hecho conocido por sus intervenciones cerca de Elland Road

Los sucios

Es mayo de 2019. A Leeds le alcanza con el empate ante Derby County para pasar a la final por el tercer ascenso a la Premier League. Es el año en el que se cumple un siglo de vida. Después de una primera parte arrasadora y una segunda mitad del torneo irregular, la última chance de seguir luchando por el objetivo deseado, ese que se espera desde hace 15 años, termina escapándose en una insólita derrota de local por 2-4.

Los medios deportivos del mundo volvieron a hablar de un nuevo “fracaso” comandado por Bielsa. La etiqueta con la que eligen rotularlo aquellos que señalan al rosarino como una figura sobrevalorada con escasos títulos, volvieron a la carga para ratificar que sus métodos no son exitosos. Incluso sus pasos por los clubes europeos en los últimos años estuvieron marcados por desvinculaciones polémicas y confrontaciones con dirigentes. El sucio Bielsa.

En esa temporada, su nombre se vio asociado, ya no solo a la derrota, sino a la trampa. Frank Lampard, DT del Derby en aquel campeonato, se manifestó molesto tiempo después por el premio Fair Play que FIFA le otorgó al Leeds (tras el gol que se dejó anotar ante Aston Villa, una situación de juego viralizada hasta el hartazgo). El actual entrenador de Chelsea nunca le perdonó a Bielsa el spygate. “Creo que no es justo que les concedan este reconocimiento el mismo año en el que espiaron a sus rivales”, dijo a los medios.

En aquel caso de espionaje, la figura de hombre de alto perfil ético y moral, que se ajusta a las reglas y apela a la nobleza de los recursos utilizados, se vio cuestionada. Las críticas y burlas contra el rosarino enorgullecieron a los hinchas de Leeds. Según Chapman, el hecho “fue un punto de inflexión” en la relación entre el DT y la hinchada. «En Leeds, nos gusta cuando el mundo está en contra nuestro -le dijo al diario La Nación- y, cuando el mundo estuvo en contra de Bielsa, él resolvió el tema a lo Leeds: explicó, pero nunca se disculpó”. La inmaculada figura de Bielsa lucía mejor con salpicones de barro.

Pósters que comercializa la publicación partidaria The Square Ball (Imagen: thesquareball.net)

Los blancos

Fue la asunción de Don Revie como entrenador en 1960 la que cambiaría la historia de Leeds para siempre. Fue él quien convenció al club de cambiar sus colores. Entendía que se necesitaba un golpe psicológico para transformar a un club mediocre en exitoso.

Descartó el azul y amarillo histórico, y escogió el blanco, para lucir como el club más ganador de Europa por aquel entonces: Real Madrid. Con un estilo de juego áspero y físico, dieron pelea a los grandes, fueron campeones de la liga dos veces y se hicieron odiar. Sucios y ganadores. Mientras todo el fútbol inglés comenzaba a llamarlos “Dirty Leeds”, ellos se reconocían como “Super Leeds”. 60 años después, aún se oye en las gradas del fútbol inglés el conocido «We all hate Leeds Scum» («Todos odiamos a la escoria de Leeds»).

Tras la partida de Revie a la selección inglesa en 1974, el devenir de Los Blancos se fue trazando como un zigzagueante camino que osciló entre ascensos y descensos. Así como llegó a ser campeón de la Premier por tercera y última vez en 1992, una crisis económica e institucional lo llevaría a descender a segunda división en 2004 y a la tercera categoría en 2007. El club tuvo que vender hasta su propio estadio, donde hoy juega a préstamo, el mítico Ellan Road.

Luego de deambular 15 años en el ascenso y ver pasar a 14 técnicos, Leeds buscó, con la llegada de Bielsa, dar otro golpe, como el que dio Revie hace 60 años, reconvirtiendo la identidad de una institución para generar una nueva mentalidad ganadora. Esta vez, no se visten como los ganadores, juegan como ellos. Los equipos protagonistas de la Premier tienen la impronta de entrenadores que se han nutrido del estilo Bielsa. La intensidad y el juego ofensivo es el estilo inglés de la actualidad. Blancos de estilo.

Esta vez, Leeds juega al fútbol que todos quieren ver. Lejos del estilo rudo y molesto de los años 60 y 70, los del condado de Yorkshire buscan ser protagonistas en cada partido, “atacar y recuperar, con la ilusión de volver a atacar”, a imagen y semejanza de lo que el Loco cree que es el fútbol. Juegan como se juega en la Premier.

El pasado 6 de enero, en un partido por la FA Cup ante el mismísimo Arsenal –que derrotó al Manchester City el pasado fin de semana y alcanzó la final-, el equipo del Loco hizo gala de su juego vertical y frenético, quitándole el protagonismo a los locales. La derrota 1-0 ante los Gunners no opacó la sorpresa: “Si no sabías cuál era el equipo de la Premier League –tuiteó el histórico delantero inglés, Gary Lineker-, podrías ser perdonado por pensar que era el Leeds”.

(Imagen: Burley Banksy)

Los fracasados

Sin embargo, ese mismo equipo fue el que tropezó sobre el final de la campaña 18/19. Como les ocurre a los planteles de Bielsa en torneos largos. Así, el equipo de Lampard, víctima del polémico espionaje durante la temporada, tuvo su revancha venciendo 4 a 2 aquel 15 de mayo de 2019. La estocada final marcó un nuevo fracaso para todos. Otra vez, Leeds. Otra vez, Bielsa.

El domingo, Leeds volvió a jugar ante Derby County. Esta vez, como el nuevo equipo que jugará en la Premier League la próxima temporada. Los Sucios volvieron a ser ganadores. “Bielsa, este obsesivo, dedicado y defectuoso ser, con su sentido de la justicia y la belleza en el fútbol, es la pareja perfecta para una base de fanáticos igual de defectuosa, dañada y dedicada”, escribió este fin de semana Charlie Phillips, periodista de The Guardian y fanático de Leeds.

Quizá lo único que podía garantizar la extraña alquimia entre Leeds United y Marcelo Bielsa es ser objetos de ese desprecio o admiración por aquello que representan. Por lo que dicen que representan según sus seguidores o detractores. Ninguno pasa desapercibido. Todos tienen una posición sobre ellos. “Sucio Leeds/Super Leeds”. “Bielsa, fracaso/Bielsa, carajo”.

 

Palabras claves: Marcelo Bielsa

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