Trinche, el mito que seguiremos contando
Murió Tomás Carlovich a los 74 años tras ser víctima de un violento asalto. El Trinche, el mito futbolístico del que casi no hay archivos fílmicos pero se alimentó del recuerdo y testimonio de quienes lo vieron jugar, se fue como vivió: casi anónimo y en silencio. Se fue teniendo que explicar siempre por qué no llegó a Primera División: “¿Qué es llegar? -declaró una vez- La verdad es que yo no tuve otra ambición más que la de jugar al fútbol»
Por Redacción La tinta
Tomás Felipe Carlovich aparece en Wikipedia como «Trinche Carlovich». Nada de Tomás Felipe. Del Trinche casi no hay material fílmico. Es un mito oral que se transmitió por testimonio de aquellos que solo lo vieron atrás del alambrado o como rivales. Entre ellos los mejores: Menotti, Pekerman, Fillol, Houseman… todos dijeron que fue el mejor. Hasta Diego Maradona dijo que fue el mejor que vio en una cancha.
Pero el Trinche, que con 74 años se movilizaba en su vieja bicicleta, que murió este viernes frío de mayo, que agonizó tras haber recibido un golpe en su cabeza cuando intentaron asaltarlo; él, el jugador invisible, el talentoso anónimo, el gran Trinche Carlovich, siempre tuvo que explicar por qué, si fue el mejor, nunca llegó.
“¿Qué es llegar? -declaró una vez- La verdad es que yo no tuve otra ambición más que la de jugar al fútbol. Y, sobre todo, de no alejarme mucho de mi barrio, de la casa de mis viejos, de estar con el Vasco Artola, uno de mis mejores amigos que me llevó de chico a jugar en Sporting de Bigand… Por otra parte, soy una persona solitaria. Cuando jugaba en Central Córdoba, si podía, prefería cambiarme solo, en la utilería, en lugar del vestuario. Me gusta estar tranquilo, no es por mala voluntad”, fue una de sus respuestas».
Se fue el Trinche, la leyenda en la que elegimos creer, la historia que más nos gusta que nos cuenten. Y seguiremos contando.
*Por Redacción La tinta
