Ese día iba a nacer mi primera hija

Ese día iba a nacer mi primera hija
22 mayo, 2020 por Redacción La tinta

Cuando llegué al Hospital, eran cerca de las 03:00 a.m. Ese día iba a nacer mi primera hija. Llegué con tres puntos de dilatación, y a la media hora ya tenía 9. El dolor era intenso y me costaba respirar. “No grités tanto, no es para tanto. Te falta mucho”, me decían las enfermeras, que aún no me habían hecho tacto, mientras me alejaban de mi compañero en una camilla.

Llegué a una habitación tan iluminada que molestaba. El dolor aumentaba, y mi dificultad para respirar. “Aguantá, calmate”, insistían las enfermeras que acentuaban sus declamaciones como si hubiesen pasado por esa situación miles de veces y yo fuera la mujer más gritona y exagerada que les había tocado como paciente.

A mi compañero, papá de la bebé por nacer, lo dejaron ingresar a la sala varios minutos después. Yo casi estaba aguantando parir hasta que él llegara. Me recostaron en una camilla, sin preguntar, y yo solicité que no me inyectaran, ni cortarán. Las mujeres que me asistían me miraron extrañadas. Recién allí me hicieron tacto, y al notar que mi bebé ya coronaba, se apresuraron en preparan el instrumental, y buscar a la obstetra responsable. En ese momento expresaron: “Con razón te duele tanto”.

Habíamos estado averiguando con mi compañero por la posibilidad de tener a nuestra bebé en casa, pero no existían personas que puedan asistirnos que vivan en nuestra provincia, lo que implicaba gastos extras que no podíamos cubrir. Elegimos el Hospital Público por que entendemos que la salud pública no solo es un derecho nuestro, sino lo es el de nuestra hija, y porque verdaderamente temíamos que en una clínica privada nos recomienden una cesárea, sin ser verdaderamente necesaria.

Nuestros miedos no eran infundados. Hoy cuando damos a luz en el sistema de salud la mayoría atravesamos violencia obstetricia, un tipo de violencia que no solo vulnera derechos de esas mujeres, sino también de los padres y de la infancia por nacer.

Imagen: Matias Arriola Silva

*Recordá que contás con la Ley 25.929, que garantiza los derechos de las personas gestantes y lxs recién nacidxs, que considera las particularidades de cada familia y promueve la toma de decisiones seguras e informadas, entre muchos otros derechos garantizados. Por atención, contención e información, podés comunicarte las 24 hs, todos los días y desde todo el país: Línea 144, por WhatsApp al 1127716463 y al 0800-2223-444.

Palabras claves: parto respetado

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