Chile: El movimiento feminista en la primera línea

Chile: El movimiento feminista en la primera línea
2 marzo, 2020 por Tercer Mundo

Para este 8M en Chile, se esperan protestas masivas, encadenadas a las movilizaciones que, desde hace meses, mantienen al país en vilo.

Por Ayelen Branca, desde Chile, para La tinta

La huelga feminista del 8 de marzo (8M) se viene preparando. Este año, una vez más, movilizará a millones de mujeres, tortas, trans, travestis, bisexuales y no binaries en las calles de todo el mundo. Particularmente, en Chile, el movimiento feminista irrumpe en el marco de un contexto de resistencia e insurrección popular que se levanta desde el 18 de octubre de 2019. ¿Qué lugar tiene el movimiento feminista en la lucha chilena actual? ¿Qué efectos tiene el levantamiento social en el proceso de lucha de mujeres y disidencias? ¿Cómo se levanta la huelga del 8M en este contexto?

El fin de semana del 10, 11 y 12 de enero, se desarrolló en Santiago de Chile el “Segundo Encuentro Plurinacional de las que Luchan”, convocado por la Coordinadora Feminista 8 de Marzo (CF8M). La coordinadora se formó por compañerxs feministas para organizar la huelga del 8M en 2017 y ahora continúa como una coordinación de espacios y de iniciativas que se van levantando a lo largo del país de acuerdo a las condiciones de cada territorio. En ese proceso, se reconoce que la huelga es un proceso que se tiene que ir gestando desde lxs feministxs y que debe tener una caracterización y una articulación constante. Por eso, se decidió realizar el encuentro de las que luchan, que, desde un inicio, se reconoció como plurinacional, ya que observan que en Chile existen distintos pueblos, naciones y diversidad de territorios. En el primer encuentro (diciembre de 2018), se construyó un programa feminista y la organización de una gran huelga, constituida como un hito en la lucha popular chilena.

En este segundo encuentro, se avanzó en la conformación del programa de lucha, asumiendo un lugar protagónico en el movimiento insurreccional y el proceso constituyente chileno actual. Javiera Vallejo, compañera autoconvocada de la CF8M y organizadora del encuentro, planteó que “hay que reconocer que el movimiento feminista es un movimiento histórico, que se va complejizando, ampliando y también separándose, en ese proceso nos hemos instalado fuertemente en los últimos años. Con el 8M, pero también con el Mayo Feminista de 2018 en el que las chicas de las universidades y los liceos se movilizan en contra de la violencia en los espacios educativos. El movimiento feminista instala ciertos ejes centrales basados el reconocimiento de la precarización de la vida”.

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Javiera nos contó que, desde un principio, el movimiento resiste contra la precarización en la que se basa el neoliberalismo, el sistema capitalista y las derechas, ampliando la mirada de los movimientos del siglo pasado, que reducían la opresión a la clase trabajadora. La precarización abarca mucho más: los territorios, los cuerpos de mujeres, disidencias, niñxs y ancianxs. De esta manera, se quiebra la normalización tanto de la violencia como del sistema de explotación que hay.


Sobre esto, Javiera agregó: “Algo muy importante del movimiento feminista es que amplía el rango de quienes son sujetes actives de las transformaciones. Es decir, no es sólo el hombre, trabajador, asalariado, sino que también hay trabajos que no son asalariados, hay sujetes que son trabajadores que no son reconocides como tal y hay sujetes que construyen esta sociedad, que son explotades y oprimides, y que son diverses. Esto permitió aumentar la participación del pueblo a la crítica del sistema”.


El movimiento feminista reinstala la huelga general como una herramienta política histórica de disputa popular, planteando, además, que solo es una huelga general si reconocemos tanto los trabajos productivos como reproductivos. La Huelga General Feminista del 8M del año pasado, y el programa que defendió, fue un hito que prefiguró los contenidos de la revuelta actual, dando al feminismo un rol catalizador de la movilización, tanto en sus orientaciones como en los nuevos repertorios de protesta. Además, “Las Tesis vuelven a poner en el centro el tema de la violencia estructural del Estado, lo cual transversaliza al feminismo nuevamente en la movilización social. Ahí estamos, ¡a la segunda línea no pasamos más!”, remarcó Javiera.

¿Qué perspectivas se tiene desde este movimiento sobre el proceso insurreccional abierto en Chile? Javiera plantea que el movimiento ya se anticipaba al estallido social de octubre, señalando que era crucial cambiar el eje de análisis. “Compañeres que estábamos militando en partidos planteamos la necesidad de salir del eje meramente electoralista y ubicarnos también en la constitución de alternativa en los territorios”, recuerda.

En esta línea, nos dice que el proceso constituyente es, en realidad, un punto de inflexión que se ha iniciado con décadas de movilización de los distintos actores y movimientos sociales, entre ellos, el feminista. Es un proceso que constituye e intenta destituir la institucionalidad actual, que es autoritaria: una “democracia” representativa basada en un sistema neoliberal. También nos comenta que, a partir de octubre, se empezaron a articular Asambleas Territoriales para dar lugar a formas colectivas y más autonómicas de producción y reproducción de la vida. Lo cual, para ellas, son avances concretos.

Sobre la huelga de este año, Javiera señala que ya tiene agenda y lo principal será abocarse a la construcción de un poder constituyente y de una nueva vida que engloba el proceso constitucional. Los progresismos pretenden un cierre con la elaboración de una nueva Constitución, pero el poder constituyente es más amplio.

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Imagen: Matanza Viva

“El proceso institucional es, sin duda, también una disputa, la gente va a participar de él, porque ha sido instalado. Porque hay también una convicción de que la Constitución de Pinochet hay que sacarla –analiza-. Pero, para que en verdad sea un proceso popular, y para que se refleje, finalmente, en ese texto el querer de los pueblos en Chile, debe haber ciertas condiciones. Lo que discutimos en el encuentro es que, sin reparación y justicia, no hay posibilidad de formar una nueva institucionalidad. Con Piñera como presidente, tampoco. Por eso, es fundamental mantener la lucha por la renuncia de Piñera. No podemos tener ningún proceso de elaboración democrático con el presidente que tenemos. Esta va a ser la agenda que vamos a ir tejiendo y que hay que potenciar el 8 de marzo”.


El proceso constitucional que se abre marca una agenda en la lucha social, pero el reclamo social va mucho más allá, exigiendo la destitución de una institucionalidad que poco tiene de democrática. El proceso constituyente popular no puede contenerse en la dinámica institucional. Se abre un proceso de cuestionamiento integral, donde se deja ver la articulación de las múltiples luchas que atraviesan a los diversos pueblos y territorios que se encuentran a lo largo del país. “¡Con todo, si no, pa qué!”, como cantan en las calles.

Lxs compañerxs chilenxs vienen organizando este 8M que estallará, una vez más, como un hito de movilización, de resistencia y de lucha, en un contexto donde los límites de lo posible se rompen, desestabilizando cada una de las bases del sistema de explotación neoliberal, colonialista y patriarcal. El 8 de marzo va a ser un nuevo golpe de reactivación del movimiento social. Como afirman en las síntesis del Segundo Encuentro Plurinacional de las que Luchan, la “Huelga General Feminista es un momento primordial de continuidad de la revuelta social, desde nuestro programa de lucha, con énfasis en el rol productivo y reproductivo, en especial, el trabajo doméstico que buscamos relevar en la huelga. Será un 8M que se despliegue transversalmente desde todos los rincones, a nivel plurinacional y desde la articulación de todos los sectores sociales para levantarnos en huelga y desobediencia civil. Un 8M entramado en la memoria histórica y presente de la lucha contra el terrorismo de Estado, contra la violencia política sexual y contra las violencias patriarcales y racistas. Uno de los objetivos políticos de la Huelga General Feminista es que se vaya Piñera y todxs los responsables políticos de haberle declarado la guerra a los pueblos, exigiendo el fin de la represión, de la persecución política y de las violaciones a los derechos humanos. La construcción del 8M comienza a prepararse desde hoy a través de múltiples actividades que hemos acordado”.

*Por Ayelen Branca para La tinta

Palabras claves: 8M, chile, feminista

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