El grito de libertad de las mujeres palestinas

El grito de libertad de las mujeres palestinas
30 octubre, 2019 por Redacción La tinta

En los últimos meses, las mujeres palestinas se han alzado para denunciar al sistema patriarcal y colonial que las oprime. En 2019, 18 feminicidios, con un arraigo cultural que deja al descubierto el control sobre los cuerpos y las vidas de las mujeres que los varones tienen en esas tierras, provocaron indignación y hartazgo. Bajo el lema “Patria libre, mujeres libres”, salieron a las calles para poner freno a las múltiples opresiones que sufren cotidianamente.

Por Redacción La tinta

A mediados de agosto de este año, Isra´a fue arrojada del balcón de su casa y, aunque llegó viva al hospital, fue golpeada brutalmente allí y falleció, finalmente, el 22 de agosto. Vivía en la Cisjordania ocupada ilegalmente por el ejército Israelí. La investigación dejó al descubierto que tres de sus hermanos varones serían sus feminicidas, quienes no aprobaban el compromiso que la joven había adquirido con su novio. Pero ella no fue la primera, al menos 18 mujeres han muerto en lo que va del 2019 por lo que se conoce como “crímenes de honor”. Isra´a había publicado en sus redes sociales una foto con su novio anunciando su compromiso y esto fue la excusa suficiente como para que los varones de su familia consideren ese acto como una “deshonra” y decidan asesinarla.

Este feminicidio desató una ola de protestas en distintas ciudades palestinas, de ambos lados de la ocupación: Haifa, Yafa, Ramala, Gaza e, incluso, Beirut (la capital del Líbano donde viven miles de refugiadas palestinas). El pedido empezó con una modificación a las leyes penales jordanas que rigen en los territorios ocupados y que atenúan las penas de los asesinos de mujeres cuando las “causas” del hecho tienen que ver con el “honor”. Y continuó con una ola de mujeres desenmascarando las múltiples violencias verbales, físicas y el control sobre sus cuerpos por parte de los varones, a las que se suman las violencias coloniales de habitar en suelo ocupado por Israel.


Una encuesta circuló por redes sociales: “¿Cómo llevás la vida siendo mujer palestina?”. Las miles de respuestas llevan todas a un mismo tema: el “honor”. Un honor enmarcado en una lógica completamente represiva de los derechos y libertades de las mujeres: violar el honor de la familia puede ser casarse con alguien a quienes los varones de la misma no consideren digno, hasta decidir no casarse o divorciarse. O decidir qué ropa ponerse. O por dónde caminar.


Mujeres irrumpiendo en las calles en una cultura tan restrictiva y en territorios militarizados es un hecho trascendental. El movimiento fue denominado Taliaat, que significa, en árabe, “salir a las calles”, y su objetivo es unir los reclamos de las palestinas que viven en territorios ocupados, en las ciudades de la Palestina histórica y en los distintos campos de refugiados de medio oriente. Estas mujeres plantean que la única liberación posible para Palestina será cuando sus propias mujeres sean libres.

El entrecruzamiento de los distintos sistemas de opresión tiene aquí una manifestación muy particular, ya que el patriarcado se sustenta en una estructura cultural, religiosa y legal muy imbricada, y se apoya, a su vez, en un colonialismo militarizado que restringe cada vez más los derechos de les palestines en territorios propios. Pero la historia ha demostrado que son las propias mujeres, desafiando a este sistema, las que han resistido los bloqueos, los toques de queda y las balas. Las que han cuidado a les herides, niñes y ancianes en sus pueblos, quienes lideran los enfrentamientos en contra del estado de Israel.

Como un hilo que hermana nuestras luchas, las mujeres de todo el mundo nos estamos poniendo de pie frente al patriarcado y al colonialismo, defendiendo la tierra, los recursos, los derechos y la libertad de todes. Somos nosotras las cuidadoras de la tierra y el futuro. El movimiento de mujeres en Palestina es fuerte y resiste. ¡Mujeres libres, Palestina libre!

*Por Redacción La tinta.

Palabras claves: feminismo, Palestina

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