Travestida y putiando en la parte trasera
Claudia Rodríguez se presenta como la hija travesti de generaciones de mujeres analfabetas. Dice que escribe para sacar todo ese desgarro y para llegar a otras personas transexuales, para nombrar aquello que no se nombra. Su poesía es honda, dolorosa e hipnótica.
Travestida y putiando en la parte trasera, por la bodega de un supermercado, de madrugada, en penumbras, por el 84, fue que conocí a la Franshesca, cuando les pidió a los guardias algo para comer. La loca andaba dando pena me dije, hasta que uno sacó una pistola y la amenazó con matarla. No la dejaron pasar del portón, y se burlaron ¿Qué querí maricón feo? En medio de la trifulca la travesti gritó ¡Mátame po! ¿Creí que te tengo miedo? ¡Dispara po! Y los guardias que defendieron la propiedad privada del empresario, se quedaron mudos. La Franshesca, fracasada, hambrienta y sin ningún glamour, igual que la Silvia Rivera, esa travesti de stonwell, se enfrentó a la posibilidad de morir y me dejó boquiabierta. Fue la Franshesca la que me mostró sin que lo pudiera entender en ese mismo momento: que las travestis igual que los peores indigentes, tendríamos que desarrollar armas déspotas y horrorosas, para gritar y en último caso sobrevivir.
Foto: Colectivo Manifiesto