“En Brasil, no existe castigo para el que mata, quema o roba en tierras indígenas”

“En Brasil, no existe castigo para el que mata, quema o roba en tierras indígenas”
6 septiembre, 2019 por Tercer Mundo

Hablamos con Kerexu Yxapyry -primera Cacica Guaraní reconocida en Brasil- de la evolución del proceso indígena, de violencia e impunidad, y del papel del actual gobierno en los incendios de la Amazonía.

Por Andrea Ana Gálvez para El Salto

Kerexu Yxapyry es la primera Cacica Guaraní reconocida en Brasil. Es líderesa de la tierra indígena del Morro dos Cavalos y coordinadora de la Comisión Nacional Guaraní. Hasta los ocho años vivió en Territorio Indígena Kaingang, después aprendió a leer y a escribir al oeste del estado de Santa Catarina. Se graduó en el curso de magisterio específico bilingüe y en la Licenciatura Intercultural Indígena del Sur de la Mata Atlántica, con el objetivo de entender las leyes del mundo no indígena y ayudar a su comunidad.

Siendo joven llegó a conquistar espacios históricos en el contexto de la lucha indígena, mantuvo diálogo con los principales ministros, gobernadores, hasta con la propia Dilma Roussef. En las elecciones generales de 2018, se presentó como candidata a diputada federal por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), para “construir políticas públicas pensadas desde el ecosocialismo, la lucha de las mujeres y los pueblos originarios”.

Desde hace años vive en la tierra indígena Morro dos Cavalos, en la región sur de Brasil, una de las zonas donde la explotación agroganadera a escala es frecuente. Hablamos con Kerexu de la evolución del proceso indígena, de violencia e impunidad, de modelos alternativos de preservación y del papel del actual gobierno en los incendios de Brasil.

—Las últimas noticias confirman que los incendios de la Amazonía fueron intencionados.

—Sí, el tamaño de los incendios indica que fueron intencionados. Los que vivimos en la mata atlántica sabemos bien cómo se realiza este crimen organizado de la destrucción de los bosques. Lo que sucede es que se incendian y después no se culpa a nadie. Esto es lo que lleva sucediendo en el Amazonas mucho tiempo. Nosotros sentimos mucho el impacto de estos fuegos, porque es la mayor floresta del mundo y es ella quien sustenta el planeta, el bien común y la vida. El agua, la tierra y el aire no pueden ser producidas por ninguna máquina industrial.

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(Imagen: Rodrigo Baleia)

—¿Cuál es el grado de responsabilidad del gobierno?

La responsabilidad del gobierno de Bolsonaro es total. Nuestra región, en el sur, es conocida por la producción de grano para el mercado brasileño y también a nivel mundial. A raíz de la apuesta del gobierno por liberar, abrir el negocio y presentar los bosques como un área de explotación, la producción del agronegocio se incrementó. Hace tiempo, cuando la Amazonía todavía no estaba tan devastada, aun arrasando con gran parte de los bosques amazónicos, la riqueza era tal que al mismo tiempo que las empresas producían a gran escala, el pulmón del planeta seguía funcionando. Hoy esto ya no sucede.

—Desde que Bolsonaro asumió, ¿cambió la cuestión indígena?

—Cuando Bolsonaro llegó al poder cambió mucho la situación de las tierras indígenas. Creó una medida provisoria, según la cual la cuestión de la demarcación de las tierras que llevaba la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), vinculada al ministerio de Justicia, la transfirió al ministerio de Agricultura. Esto quiere decir que el proceso demarcatorio es competencia del ministerio que lleva los temas de la agricultura y ganadería, por tanto es lógico que regulen nuestros territorios como susceptibles de explotación agropecuaria.


Esta medida, después de un año de lucha, hemos conseguido revertirla y ahora la FUNAI vuelve a estar en el de Justicia. Este hecho es muy importante porque confirma la intención de Bolsonaro de liberar el negocio aún más, y ampliar la impunidad para que las personas puedan hacer lo que quieran. No existe castigo para aquel que mata, quema o roba en tierras indígenas.


—Bolsonaro durante su campaña y después fue especialmente agresivo con sus pueblos.

Durante la campaña dijo que no iba a demarcar ni un centímetro de las tierras indígenas ni de las quilombolas (habitadas por comunidades afrodescendientes). Después corrigió su discurso y dijo que no era un centímetro sino que era ni un milímetro. De este modo, motivó una total impunidad. Por increíble que parezca, hubo asesinatos en los bosques amazónicos de líderes indígenas, a cielo abierto y totalmente visibles. ¿Dónde está el castigo? No existe. Nosotros estamos pidiendo ayuda, estamos pidiendo socorro para que la constitución y la justicia se cumplan. Sin embargo, lo que quiere este gobierno es entregar los recursos naturales de Brasil a empresas externas, sobre todo de Estados Unidos y de Europa. Para llevar a cabo este cometido necesita acabar con nosotros, porque somos los guardianes de los bosques.

Brasil Bolsonaro Estados Unidos la-tinta

—¿Cómo estaba la situación de los pueblos indígenas con los gobiernos del Partido de los Trabajadores?

Desde el 1500, que fue invadido nuestro territorio, todo gobierno que pasó por aquí vino con la intención de acabar con nuestras riquezas. Cada presidente que tuvo Brasil tomó lo que pudo. Los gobiernos del PT fueron los que menos demarcaron tierras indígenas. Nosotros manteníamos diálogo con el gobierno del PT, pero la cuestión de la demarcación de los territorios indígenas no avanzó. Tuvimos avance en otros ámbitos, sobre todo en políticas públicas, en temas de salud, educación, organización y articulación indígena. Esas sí se consiguieron en el contexto de ese gobierno. La cuestión es que quien elige a los presidentes son los ruralistas. La población indígena es mínima en comparación con la mayoría de los brasileños que creen que el desarrollo de Brasil va unido a la destrucción de los bosques y del Amazonas.

—¿Cuál sería el modelo de desarrollo que los pueblos indígenas proponen en Brasil? ¿Tienen propuesta a nivel nacional?

—Nosotros presentamos una nueva propuesta, un nuevo modelo para el mundo, no diría un modelo de desarrollo, sino un modelo de compromiso y de implicación, porque la palabra desarrollo tiene que ver con esta separación entre el ser humano y la naturaleza. Para nosotros las cosas no se dan así, pensamos que la naturaleza somos todos los seres vivos, no existe separación entre los humanos y el mundo natural. De hecho, necesitamos salir de ese modelo de desarrollo, necesitamos crear un modelo de compromiso y de participación que es la propuesta que presentamos como modo de preservación principalmente de la tierra, el aire y el agua, que nos dan el alimento. Si la tierra, los árboles y los animales respiran, nosotros respiramos.

—Usted pertenece al pueblo guaraní, ¿cómo es su modo de vida hoy en día?

—Donde yo vivo, en el Morro dos Cavalos, la mayor fuente de ingreso y de alimento viene de la tierra. Yo sobrevivo de lo que ella me da, tengo una huerta de patata dulce, de mandioca, hortalizas, de mijo, de frijoles, de varias cosas de donde saco mi alimento. En el medio de la naturaleza no hace falta talar para producirlo. Yo no comercializo el alimento, porque lo que producimos es para nuestro sustento. También, en nuestra aldea tenemos artesanía que se produce aquí y se vende para comprar ropa, zapatos para los niños y otras personas de la aldea, en la mayoría de los pueblos Guaraní es así. Hoy tenemos profesores indígenas, salud indígena, personas formándose en la universidad y volviendo para trabajar en la aldea para ayudar a nuestra gente

Brasil pueblo guarani mujeres la-tinta

—Como Cacica fue amenazada varias veces, incluso de muerte. ¿Cómo vive el peligro con este gobierno y cuáles son las principales amenazas para su pueblo?

Entre 2010 y 2016 sufrí persecución por causa del proceso de demarcación de las tierras indígenas. Durante este tiempo, había una amenaza de anulación de la ordenanza declaratoria de nuestra tierra y siempre estuve involucrada para preservar este derecho que ya estaba garantizado por la Constitución. Yo lucho por aquello que mi pueblo peleó y conquistó. Mi lucha no es ninguna novedad. Fue exactamente en este contexto que comenzaron a suceder las persecuciones y las amenazas de muerte. De hecho, en el Morro dos Cavalos tuvimos un asesinato, invasiones dentro de la aldea de grupos de fuera, disparos hacia mi propia casa, además cortaron las mangueras de agua que abastecen nuestra aldea. En 2017 atacaron a mi madre dentro de su casa, tuvo cortes por algunas partes de su cuerpo y perdió su mano izquierda. Aún no obtuvimos ninguna respuesta por parte de la justicia.

—En alguna otra charla, usted dijo que estos ataques le sirvieron para participar en espacios públicos y políticos. De hecho usted fue pre-candidata a diputada federal por el PSOL.

—Sí, todo esto me sirvió para fortalecerme como líder, como indígena y como persona y conocer el otro lado, el de la maldad y la muerte. Ahora no tengo miedo de luchar frente a este gobierno, que es incapaz de gobernar Brasil.

Hace algunos años que mis familiares y mis ancestros eran tratados como incapaces, pero conseguimos preservar la vida para todas las sociedades del mundo. La protección que hacemos de la naturaleza tiene que ver con la protección de la vida del mundo no es sólo para los brasileños, ni para los pueblos indígenas. Cuando este gobierno dice que quiere exterminar a los indígenas para poder explotar las últimas riquezas naturales que están dentro de los bosques indígenas, yo me siento muy orgullosa de nuestra capacidad de gobernar y administrar un territorio, un pueblo y la vida del mundo, cosa que el gobierno de Brasil hoy no tiene.

*Por Andrea Ana Gálvez para El Salto

Palabras claves: Amazonia, Brasil, Incendio forestal

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