Medios y la república perdida
Por Alejandro Berrotarán
Uno de los pilares fundamentales de la plataforma política de Cambiemos del 2015 era el fortalecimiento de las instituciones republicanas. En el mismo sentido, luego de las elecciones del 2017, Macri definió como uno de los tres ejes de su gobierno al de “la República y la calidad institucional”. ¿Cuánto de esta reivindicación discursiva se concretó en políticas públicas en lo referido a medios de comunicación audiovisual?
A partir del día en que la alianza Cambiemos asumió el gobierno nacional, se empezó a implementar una política sistemática de destrucción de la normativa republicana que fijaba frenos a la dominación pública y privada sobre los medios. Los cambios a la democrática y constitucional Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se impusieron a fuerza de decretos presidenciales y resoluciones administrativas. Así, las autoridades de control y aplicación del sector pasaron al control completo del Poder Ejecutivo Nacional y la representación de la sociedad civil en los espacios de toma de decisiones disminuyó significativamente.
En el ámbito privado, se produjo un proceso de concentración de la propiedad de los medios audiovisuales como nunca antes se había visto. Los limites para la consolidación de monopolios y oligopolios se atenuaron hasta el punto de su casi desaparición. En este contexto, el fomento de medios de comunicación no comerciales quedó desplazado a un segundo plano en las prioridades gubernamentales.
Aquellos que llegaron al poder con la bandera de la república y la calidad institucional han destruido importantes avances democráticos que, en materia de medios de comunicación, se habían conquistado en los últimos años.
Aprendamos a no comprar el discurso de quienes, una vez más, sacrificaron a nuestra república democrática en el altar del mercado.
*Por Alejandro Berrotarán.