La Copa es de ellas
Argentina se despidió de su gente con un implacable 3-1 ante Uruguay en San Luis. En los próximos días, la Selección viajará a Francia y esperará su debut el 10 de junio ante Japón. En dos años, el fútbol femenino logró más que una clasificación a un Mundial tras 12 años y, por eso, la copa ya es de ellas.
Por Redacción La tinta
La selección argentina tuvo su despedida en el estadio Juan Gilberto Funes de la provincia de San Luis. El conjunto dirigido por Carlos Borello derrotó a Uruguay por 3-1 con goles de la cordobesa Florencia Bonsegundo, la entrerriana Soledad Jaimes y la santafesina Belén Potassa. Como el 8 de noviembre del año pasado en el estadio de Arsenal, las jugadoras albicelestes escucharon el aliento y los gritos de cientos de hinchas que fueron a alentarlas con una temperatura por debajo de los 10ºC.
Argentina viajará, en los próximos días, a Francia para disputar su tercer Mundial, que se desarrollará entre el 7 de junio y el 7 de julio. Integrará el Grupo D junto a Japón, Inglaterra y Escocia, y tendrá su debut el lunes 10 de junio ante el elenco asiático en un estadio memorable: el Parque de los Príncipes de París. Luego, lo hará ante el equipo inglés el viernes 14 y, por último, jugará su tercer partido el miércoles 19.
Nada es igual desde la protesta que iniciaron las jugadoras de la Selección allá por 2017, cuando no contaban con la más mínima visibilización mediática para hacer escuchar los reclamos de un grupo que se sabía olvidado: sin disputar partidos por dos años, sin indumentaria ni entrenamiento y con apenas unas monedas que recibían de viáticos sin actualizar, los cuales se efectivizaban a veces. Día a día, mes a mes, el fútbol femenino ganó batallas a base de resultados deportivos y protesta, dentro y fuera de las canchas.
Desde adentro, las futbolistas que nos representaron en la Copa América se propusieron demostrar que, pese a todo, podían clasificar a un mundial negado desde 2007. Con sus manos pegadas a sus oídos, le preguntaron a las autoridades de AFA si las escuchaban meter goles y meterse entre los mejores tres equipos de Sudamérica. En noviembre, sellaron su pasaje a Francia tras ganar la serie de repechaje ante Panamá.
Desde afuera, una marea de mujeres futboleras se reconocieron en ese plantel y advirtieron que ellas también eran parte necesaria de una lucha que debía pedir un fútbol profesional para todes. Un fútbol militante desde el caucho de las canchitas de alquiler, desde la tierra del potrero y en cada pared de los clubes del país. La multitud que festejó la goleada a Panamá en el estadio de Arsenal y la lucha por el profesionalismo que tuvo a Macarena Sánchez como abanderada cambiaron toda la ecuación. Una marea que cantó «ahora que sí nos ven».
Mientras la TV Pública ahora sí aplica la ley que ordena garantizar la difusión y transmisión de la selección femenina por considerarla un evento deportivo de interés público, las hinchas colman los bares y las casas para verlas. En tanto, AFA publica la lista definitiva de las 23 mundialistas a través de un video que se viralizó en redes sociales. Las empresas de indumentaria que, hasta hace un año, buscaban mujeres modelo, ahora publican a diario algún spot nuevo de sus campañas de sponsoreo con las jugadoras como protagonistas. La empresa italiana Panini lanza un álbum de figuritas mundialistas que se venden en los kioscos de muchas esquinas. Hay informes especiales y diarios que hablan de los entrenamientos de la selección. ¿Tenemos una jugadora que acaba de ganar la Champions? ¿Hay campeonas de Copa Libertadores? Sí a todo.
Dos años de un torbellino que, visto en retrospectiva, puede generar la idea de que todo fue tan rápido como fácil. Nada más lejos de eso. Como tampoco será fácil el Mundial. Argentina participó solo en dos Copas desde que este torneo comenzó a disputarse oficialmente en 1991 y carga con el karma de haber perdido en sus seis presentaciones entre el mundial de EE.UU. 2003 y China 2007, con apenas dos goles a favor. Pero esta cita será diferente por todo su contexto. A fuerza de militancia dura y pura, el fútbol femenino está escribiendo una segunda historia, un segundo tomo que deriva de aquel primero que comenzaron Las Pioneras. Continuidad, evolución y nuevos desafíos. Sería inocente pensar que los resultados deportivos en Francia no serán importantes para esta Selección y que tendrán impacto en el devenir de este deporte, pero hay algo seguro: no habrá fracasos ni decepciones. Cualquiera sea el desempeño de Argentina, Francia será recordado como el Mundial que empezamos ganando y su copa ya es el renacer del fútbol que juegan las mujeres.
Por Redacción La tinta