«Te gusta vivir así»
Por Mayra Arena
Cuando conseguí mi primer laburo, tenía 15 años, me lo consiguió una preceptora y era para limpiar una casa. Me echaron a la semana porque arruiné un piso que costaba, en aquel momento, 10 mil pesos y, en ese momento, era muy caro. Lo arruiné porque no sabía limpiarlo, le tire el producto directamente y se manchó todo, había que cambiarlo, no servía más.
¿Por qué la preceptora pensó que yo sabía limpiar pisos? Primero, porque era pobre, segundo, porque era mujer, tercero, porque es una profesión a las que nos dedicamos, tradicionalmente, las mujeres pobres. Pero yo nunca había tenido piso. A mí me parecía una locura gastar semejante fortuna en tener un piso si, sin piso, vivías igual.
Entonces, cualquiera me hubiera agarrado y me hubiera dicho: «Sos una india, te gusta vivir así». Y sí, si es la única vida que conozco. Entonces, para dejar de decir «les gusta vivir así», lo mínimo que tenés que hacer es darle a esas personas la posibilidad de otra vida y, si no la elige, ahí sí tenemos derecho a decir «les gusta vivir así».
Todo el odio que la gente siente por los pobres viene dirigido por el Ministerio de Cultura. ¿Alguien sabe quién es el Ministro de Cultura? Bueno, resulta que no tenemos porque no hay Ministerio de Cultura en Argentina. Pero hay un Ministerio de Cultura que funciona y está dirigido por Jaime Duran Barba que es el mejor que hemos tenido en años. Él te instala, a través de los medios de comunicación, de las noticias, de las ficciones, pequeñas verdades que pasan por sentido común y, como son tan lógicas, la gente después va a la casa y las repite. Te instala no sólo que los pobres son pobres porque quieren, y que hay que esforzarse, que si uno se esfuerza todo es posible. También te dicen cosas que te perjudican como trabajador, te instalan que un gobierno no puede gastar más de lo que tiene porque es como una empresa, te instalan que pagábamos muy poco de luz… ¿Y cuál es el problema de pagar muy poco si sos el dueño de los recursos?, te instalan cositas que, de a poco, te hacen creer que todo lo que ellos dicen es verdad. Y, de repente, estás defendiendo intereses de privilegiados a costa de esas pequeñas verdades.
Desde el Ministerio de Cultura, hay dos tipos de pobres que te van a dejar ver en televisión, en las ficciones o en los noticieros: el primero es el pobre bardero, el pobre agresivo, el pobre villero, que está en cana, es el que te instalan como el marginal, como el que viene de una villa. Y, después, el pobre heroico, el pobre héroe. El pobre que, para ir a la escuela, cruza el monte inundado. Pobres héroes que aceptan su lugar.
*Por Mayra Arena publicado en Revista Sudestada.