Visibilizar a las mujeres gitanas
Mónica Reyna y Amira Rabendo Yomaha organizan el 4to Encuentro de gitanerías para conmemorar el Día internacional del Pueblo Rom -Gitano-, que es el 8 de abril de cada año. Este año, será el 13 de abril en la Ciudad de Alta Gracia.
Por Redacción La tinta
Entrevistamos a Amira Robendo Yomaha para que nos cuente más sobre el Encuentro de gitanerías. Ella, de ascendencia árabe, desde niña, se vinculó con la comunidad gitana porque convivían en el mismo barrio y así fue conociendo y acercándose a las danzas gitanas, y considera que es importante este Encuentro para recuperar y visibilizar esta cultura. Hoy, es una gran bailarina de danzas gitanas de todo el mundo (desde la India, Turquía, hasta Europa del Este) y nos invita a explorar un gran mundo presente en esta danza.
Amira nos explica: “Buscamos construir un espacio de encuentro entre nosotras que realizamos algo artístico vinculado a la cultura gitana, con otras personas que también se relacionan con la cultura gitana desde otros lugares, que les interesa conocer más o porque les gusta. Una parte fundamental del Encuentro es la participación de las familias de la comunidad gitana, quizás el mayor desafío es que las familias gitanas se acerquen, participen, se sientan cómodas”.
Para Amira, el Encuentro de gitanerías posibilita el acercamiento directo con la cultura gitana generando un espacio para deshacernos de los prejuicios y preconceptos presentes en ambas partes. Es un aporte para la visibilización de un grupo étnico minoritario que, en general, en nuestro país como en la región, tiene poca participación pública y es muy discriminado.
Desde el arte al Encuentro gitano
“Romina y Soledad se encontraron como mujeres de orígenes diferentes, pero también madres, amas de casa, luchadoras de la vida, que podían hacerse amigas y trabajar juntas. (…) Ellas afirman la fuerza de las amistades femeninas, tan desacreditadas por el machismo, y actualizan la presencia del pueblo gitano tan invisibilizado como perseguido (no sólo) por los estados modernos”.
Sala para estar
Este año en el Encuentro de gitanería, estará presente Soledad Videla, una artista plástica cordobesa que trabaja en un proyecto llamado Sala para estar que, desde el arte, recupera la cultura gitana visibilizando saberes que portan las mujeres.
Romina y Eli son las protagonistas que hacen posible este proyecto. “Por las tardes, dos mujeres se visitaban y tomaban un té de frutas con canela, conversaban sobre colores, estampados, vestidos y pañuelos, se contaban la vida, plegaban una tela e imaginaban una hermosa pollera. En esos encuentros, exploraban las reglas estéticas gitanas (…) y (re)descubrieron, con placer, el encanto de ciertas combinaciones cromáticas, la atracción que ejercen las formas que vibran en su repetición, la potencia de arabescos, lunares, rayas, flores y más flores”, relatan en este proyecto audiovisual.
El Encuentro cuenta con una amplia participación y excelentes críticas, no se conocen antecedentes similares en la zona. Ya se han realizado tres ediciones consecutivas (2016-2017-2018), promoviendo una experiencia pionera en la temática intercultural. Otros años, Gitanerías ha contado con artistas destacados como Tzigan Gypsy Tango (Córdoba), Joana Gea (España), Gisela Scoppa y Fernando Suarez Castro (Córdoba); representantes de la pastoral y Familias gitanas (Córdoba). En el año 2018, por ejemplo, se contó con la visita del destacado escritor gitano Jorge Nedich (Buenos Aires).
Durante esta jornada abierta, se invita a participar en talleres, ponencias y espectáculos a diversos actores sociales de nivel local, nacional e internacional. Durante las semanas previas y en el marco del evento, siempre se realizó un Ciclo de Cine Gitano en el Cineclub Casero de Alta Gracia. Este año, se proyectó Papusza, la primera poeta gitana repudiada por su propia comunidad, que la acusó de haber traicionado los secretos de su pueblo. Papusza vivió inmersa en la pobreza y la abnegación, torturada por la culpabilidad hasta su muerte en 1987.
Este 4to Encuentro de gitanerías en Alta Gracia abre sus puertas a un verdadero intercambio cultural, siendo un gran aporte a la cultura en general de nuestra región, para acercarnos respetuosamente a lxs gitanxs, quienes han sido históricamente segregados.
*Por Redacción La tinta.
