Una final en las Islas Malvinas
En 1976, el plantel del club más antiguo de las Islas Malvinas se enfrentó ante un equipo conformado por trabajadores de YPF. La falta de registros fotográficos y periodísticos hizo de un potencial mito un pequeño párrafo del olvido. Patrick Watts, leyenda futbolística de aquellas tierras, dio testimonio del encuentro. ¿Qué hacía Watts la noche previa del 2 de abril de 1982? Trabajaba como siempre en la única emisora radial de Puerto Argentino.
Por Gonzalo Reyes para La tinta
El fútbol en las islas se juega hace más de un siglo. Como en el resto de la Argentina, la pelota llegó en los barcos ingleses que arribaban a los puertos, allá sobre el final del siglo XIX.
El primer club se fundó, sin embargo, en 1916. El Stanley FC es más antiguo que nuestro Instituto Atlético Central Córdoba y apenas tres años más joven que Talleres. Sin embargo, la competencia siempre fue discontinua y con permanentes cambios de formato. El máximo ente regulador del fútbol de Malvinas nació recién en 1947: la Falkland Islands Football League (FIFL). En un territorio habitado actualmente por menos de 3500 personas, conformar una liga con varios equipos siempre resultó utópico. Sin embargo, el fútbol se jugó. Isleños, militares de la marina británica y algunos obreros de empresas al paso mantuvieron viva la competencia. Y, se sabe, donde pica una pelota, siempre habrá una historia.
La primera final
La sed de revancha que envolvió al partido entre Argentina e Inglaterra en el Mundial de 1986 fue tan significativo en nuestro país que los goles de Maradona y la victoria en aquel 22 de junio son, hasta hoy, más recordados que el 3-2 ante Alemania en la final y que el gol definitorio de Burruchaga. En el libro El partido, de Andrés Burgo, se puede apreciar cómo aquel partido de cuartos de final llegó a ser una «cuestión de Estado» para ambos países, atravesando lo deportivo hasta alcanzar las conversaciones entre diplomáticos de ambos gobiernos. Sin embargo, antes de la Guerra de Malvinas, se dio la primera final. La única disputada en las Islas.
La buena relación entre Gran Bretaña y Argentina durante la década de 1970 había propiciado una relación comercial bastante fluida con las Islas Malvinas. En 1976, tras un acuerdo entre ambos gobiernos, YPF comenzó a trabajar en la construcción de instalaciones para proveer combustible a los isleños. Como en un pueblo chico, el arribo de foráneos generó entusiasmo y más aún cuando lo que faltaba eran desafíos en un territorio congelado por el frío y el tiempo.
Así se le dio vida a un torneo relámpago con cuatro equipos: el Stanley FC, el Royal Marine Detachment (Real Destacamento de la Marina Británica), la Construction Johnstones (empresa inglesa que construía el aeropuerto de Puerto Argentino) y los Argentinos de YPF.
Sin cámaras, sin periodistas, sin venta de entradas ni hinchadas, el histórico Stanley FC se encontró en la final con los trabajadores de la petrolera argentina. Patrick Watts recuerda aquel partido: «fue en las Islas, en 1976, cuando un grupo de trabajadores de YPF vino a instalar tanques de combustible en Stanley (Puerto Argentino). Entre 1971 y 1982, teníamos una conexión aérea regular con Comodoro Rivadavia, desde donde traían combustible y otros productos. Los trabajadores de YPF formaron un muy buen equipo y jugamos por una copa. Ganamos nosotros 2-1», contó en 2007 al diario deportivo Olé.
Quizá la derrota auspició el olvido para los integrantes de aquel Argentinos de YPF. Quizá la ausencia de registros periodísticos hizo de un potencial mito un dato apenas recordado en cinco o diez líneas. «Hoy, la relación con los argentinos es buena y lo que hacemos es guardar en nuestra memoria a los hombres de ambos lados, innecesariamente asesinados en la guerra», afirmó Watts hace 12 años.
¿Quién es Patrick Watts?
Sin registros oficiales para comprobar, Patrick Watts es conocido en las Islas Malvinas como uno de los personajes más influyentes en la mínima historia futbolística de los Warrahs, la selección de fútbol local –el apodo hace referencia al Guará, especie de lobo oriundo de las islas-. Sus 100 partidos con el seleccionado, sus 76 goles y sus cinco años como DT deberían ser suficientes para describirlo. Sin embargo, no.
Lo más jugoso de la vida de Watts fue su papel en medio de la llegada de las tropas nacionales a Puerto Argentino. Patrick trabajaba en la única radio local y, en la noche previa del 2 de abril, el gobernador británico de las islas le ordenó mantener la emisora al aire durante toda la madrugada y así mantener en alerta a la población.
«La radio era el único medio de comunicación. No había televisión ni teléfonos celulares ni internet ni nada parecido. El sistema telefónico era muy viejo y anticuado, había que girar una manivela, hablar con la operadora y esta te comunicaba», le contó al medio uruguayo «180» en 2012.
Una vez en manos del ejército argentino, Watts tuvo que trabajar en la radio con «cuatro civiles» de los cuales «solo uno de ellos sabía inglés». Entre ambos, redactaban las noticias durante los 74 días que duró la guerra. «Era un buen chico. Fui afortunado porque era muy anti militar. Fue muy fácil trabajar con él. Nos poníamos de acuerdo sobre lo que íbamos a decir y lo que no, y me decía ´ok, si no lo dices en inglés, yo no lo diré en español´. Distinta fue su relación con el ingeniero de sonido que habían designado: «era un hombre muy difícil. Era pro militar. Siempre me recordaba la suerte que teníamos en tener un gobierno argentino porque iban a mantener alejados a los comunistas. ¡No había comunistas en las Falklands!»
En la misma entrevista, el ex futbolista y comunicador de las Malvinas afirmó lo que todos saben en aquellas tierras: antes de la guerra, Gran Bretaña buscaba entregar la soberanía de las islas a la Argentina: «los británicos no estaban realmente interesados en las Falkland. Llevaban cinco años, de 1977 a 1982, negociando activamente la soberanía de las islas con Argentina. Los británicos nos dijeron muy claro: estarían muy felices si nosotros aceptábamos que Argentina obtuviera la soberanía». Según Watts, el propio ministro de la Oficina de Asuntos Exteriores, Nicholas Ridley, envió a las islas en 1980 una carta que decía: ´creemos que en el futuro reconoceremos la soberanía argentina y los argentinos van a ceder las Falkland a los británicos para administrarlas´.
*Por Gonzalo Reyes para La tinta / Imagen principal: Mauro V. Rizzi – La Nación.