“Sin nosotras no hay carnaval”: 1er encuentro de murguistas
Los días 15, 16 y 17 de marzo se llevó adelante el Primer Encuentro Internacional de Murgas de Mujeres y Mujeres Murguistas (EMMyMM) en Montevideo Uruguay. La tinta conversó con Ana Bigolotti y Ana Clara Carriquiry sobre la organización colectiva que viene entramándolas, este primer encuentro internacional. La revolución feminista llegó para disputarlo todo: relatos desde el otro lado del río de la plata.
Por Redacción La tinta
—¿Cuáles son las demandas y reivindicaciones que como mujeres murguistas han puesto a rodar en este Carnaval?
—Para nosotras el carnaval es mucho más amplio que el concurso oficial, que sigue y reproduce las lógicas heteropatriarcales de las que nosotras nos queremos diferenciar, generando espacios libres de competencia, autogestionados y horizontales.
Entendemos que parte de nuestra reivindicación es darle visibilidad a las murgueras, así como a los colectivos de mujeres murguistas, mostrando el trabajo que venimos realizando y resaltando nuestra participación en aquellos lugares que nos han sido negados históricamente, pero que estamos convencidas que nos pertenecen. Y al mismo tiempo, revalorizando aquellos roles (de cuidado, maquilladoras, vestuaristas, entre otras) que sí han sido reservados para las mujeres -pero que el sistema patriarcal ha insisivilizado- ya que consideramos que los mismos son la base que sostiene y que permite que haya murguistos haciendo carnaval.
—¿Cómo empiezan a visibilizar y reclamar la participación y el lugar de las mujeres murguistas en el carnaval y cuáles han sido las principales acciones que han llevado adelante?
—Nos empezamos a organizar a fines de 2017, con un objetivo claro: encontrarnos y reconocernos, construirnos y deconstruirnos. De aquí surge el 1º Encuentro Nacional de Murgas de Mujeres. Evento y proceso que nos impulsó a conformar el colectivo que hoy somos, EMMYMM (Encuentro de Murgas de Mujeres y Mujeres Murguistas).
En el transcurso del 2018, realizamos talleres de formación impartidos por mujeres para mujeres, entendiendo que parte de nuestro objetivo es el de la formación artística para reconocernos como murguistas y poder hacerlo como nosotras queremos. Sabemos que la historia machista del carnaval nos ha expulsado de la escena, borrando a nuestras referentes. Sin embargo somos conscientes de que participamos de la murga, por lo menos desde 1930 (el primer registro encontrado hasta ahora es de Perlita Cucú, mujer murguista que a los 14 años dirigió la Murga Don Bochinche y Compañía).
Surge este año también la consigna patente de “sin nosotras no hay carnaval”, que fue expandida a través de un pañuelazo que se lanzó el día del desfile inaugural del concurso oficial de carnaval, en donde invitamos a todas las trabajadoras que en él participan a sumarse a nuestra lucha. Fue a partir de este hecho, que mágicamente nos hicimos visibles en los medios presentando una postura contrahegemónica al concurso oficial. Todo esto se consolida, el 8 de marzo reafirmando nuestra consigna. Fue el primer 8 de marzo que las mujeres murguistas marchamos juntas, fue histórico para nosotras ver todas las que somos nos hizo caer en todo lo que podemos hacer.
—¿Cómo surge la idea de hacer un Encuentro Internacional de Mujeres murguistas y de qué se trató?
—Pensarnos juntas como colectivo nos llevó indefectiblemente a hurgar en nuestra historia y nuestro presente. A partir de esta búsqueda nos encontramos frente a la paradoja de que la mayor parte de las mujeres que están haciendo murga no son uruguayas, lo cual nos confirma que las mujeres que construyen su concepto de “carnaval” por fuera de las lógicas patriarcales y de competencia que instala y promueve el concurso oficial, participan ocupando los roles que aquí nos son negados.
A partir de esto surge la necesidad de comenzar a cranear el Primer Encuentro Internacional de Murgas de Mujeres y Mujeres Murguistas, para intercambiar con las compañeras acerca de las diversas formas de hacer carnaval y cómo se constituyen como mujeres murguistas. Participamos de este encuentro al menos unas 400 mujeres de Uruguay, Argentina y Chile.
Durante los tres días se llevaron a cabo talleres de formación, charlas, debates y espectáculos artísticos de murgas de mujeres que gustaron de participar.
—¿Cómo ha sido la repercusión social a partir de visibilizarse como mujeres murguistas en este Encuentro?
—Creemos que el encuentro fue totalmente transformador para las mujeres que participamos y también creemos que los hombres que se acercaron a ver los espectáculos se llevaron un material importante para reflexionar.
En este sentido, estamos seguras que es imprescindible continuar generando estos espacios de encuentro e intercambio para seguir deconstruyendo todos los prejuicios que internalizamos sistemáticamente, para reconocernos y reivindicarnos como mujeres murguistas y seguir gritando “sin nosotras no hay carnaval”.
*Por Redacción La tinta / Imágenes: Cobertura Colaborativa EMMyMM.
