Nosotrxs movemos el mundo, nosotrxs lo paramos
Este viernes 8 de marzo, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, miles de personas nos movilizamos en todo el mundo. Hartxs de violencias, hartxs de femicidios y travesticidios, y hartxs de ser invisibilizadxs. Estamos cansadxs, nosotrxs, mujeres, trans, travas, no binaries y bisexuales paramos, y si lo hacemos, el mundo para.
Por Redacción La tinta
Por tercera vez en el mundo y por cuarta vez en Argentina, se llevó a cabo el paro de mujeres, trans, travas, no binaries y bisexuales. Más de 60 países nos convocamos a la huelga. Las imágenes que recorren el mundo son impactantes, en todas las ciudades, las calles estuvieron rebalsadas de personas teñidas de violeta y verde. Las movilizaciones más grandes se dieron en América Latina, pero también hubo en el Caribe, Europa, Estados Unidos, Asia y África.
La consigna que nos movió en la Argentina este año, encarnada en el colectivo Ni Una Menos, fue contundente: “Frente al fascismo neoliberal y colonial que quiere redoblar sus violencias, nosotras y nosotres paramos. Paramos porque nos mueve el deseo de revolucionar nuestras vidas. Paramos porque sabemos que se va a caer. Al patriarcado lo estamos derrumbando desde abajo. También paramos contra la familia heteropatriarcal y el confinamiento doméstico, contra la explotación de nuestros territorios, contra el abuso sexual de los machos en posiciones de poder, contra los femicidios y travesticidios, contra la criminalización de lxs migrantes, contra la clandestinidad del aborto, contra la justicia patriarcal, contra el empobrecimiento y el endeudamiento sistemático, contra el asesinato de las lideresas territoriales, contra el racismo, contra los fanatismos religiosos y la moralización de nuestros deseos. Porque paramos contra las estructuras y los mandatos que hacen posible la valorización del capital (…) Con marchas en todo el país, el feminismo se manifestará contra el ajuste y la violencia machista, y ganará las calles para gritar basta de femicidios, lesbicidios y travesticidios”.
En este contexto de ajuste, de pérdida de empleos, de precarización de nuestras vidas, de aumento de la pobreza, paramos. Algunxs siguen preguntando por qué, como si las razones no estuvieran a la vista de todxs.
Necesitamos aborto legal, seguro y gratuito. Cada año, hay cerca de 50 mil personas internadas por complicaciones de abortos inseguros. Es la causa más importante de mortalidad de las personas gestantes. A un año del gran debate que atravesó las entrañas de todxs, la marea verde va por todo y estamos seguras de que será ley.
Queremos niñas, no madres. Los primeros tres meses de este año tuvieron como protagonistas a niñas abusadas y embarazadas a las que se les negó el derecho a acceder a la ILE. En Chaco, Jujuy y Tucumán, existieron niñas obligadas a maternar, abusadas y violentadas, negativas del gobierno y de los equipos de salud para realizar interrupciones legales del embarazo, violencia obstétrica, divulgación de la confidencialidad, vulneración de sus integridades. Y estas son sólo las situaciones que tomaron estado público.
Exigimos la implementación urgente de la Ley y de los lineamientos curriculares de la Educación Sexual Integral en todas las escuelas del país, independientemente de su jurisprudencia. Una ESI con perspectiva de derechos y de género que escape de la mirada biologicista y fascista que pretende negar la existencia de las disidencias sexuales.
Luchamos por trabajo digno y por igualdad de condiciones de trabajo para que las personas trans-travestis puedan insertarse en el ámbito laboral sin discriminación.
Visibilizamos que eso que llaman amor, nosotras lo reconocemos como trabajo no remunerado. El trabajo que realizamos en las casa no recibe una paga a cambio. Tampoco se lo valora y, la mayoría de las veces, es invisibilizado.
Denunciamos que, en 2018, asesinaron a una mujer cada 28 horas en nuestro país, que lxs trans son hostigadxs, abusadxs y asesinadxs sólo por el hecho de serlo, sin que haya un registro oficial de ello y que las disidencias sexuales son atacadas constantemente. Recordamos a la Pepa Gaitán, asesinada por ser lesbiana; a las 16 víctimas de travesticidios en lo que va del 2019, denunciando el genocidio trava y trans, y exigimos la absolución de Higui, presa injustamente por defenderse de una violación correctiva.
El año pasado, se registraron 167.000 denuncias por violencia de género. Más de 158.000 mujeres aparecen como víctimas de la violencia ejercida por un hombre. Las sentencias dictadas fueron 50.370, de las cuales casi 35.000 fueron condenas y 15.376 absoluciones.
Dejamos en claro en las calles que no queremos políticas punitivistas, queremos organización feminista, cuidados colectivos y que dejen de violarnos, golpearnos y matarnos. Exigimos una Justicia verdadera, basta de injusticia patriarcal.
Córdoba
En Córdoba, 90 mil personas marcharon por el centro de la ciudad. A pesar de la tristeza por el año que comenzó con una cifra histórica de femicidios y los numerosos crímenes de odio, la movilización estuvo dominada por la alegría y la fuerza.
A su vez, luego de que en el último tiempo las RadFem tomaran más visibilidad e invadieran varios espacios (asambleas, redes sociales, organizaciones) con su discurso biologicista y transodiante, las travas y trans tuvieron un lugar protagónico en la marcha, en la cabecera y en el escenario, dejando en claro que, para el movimiento feminista en Córdoba, la revolución será transfeminista o no será.
La marea inunda todo. Nos invade, nos mueve. Este 8 de marzo, les demostramos, nuevamente, que somos muchxs y que no nos callamos más. Juntxs, con alegría, fuerza y voz, nos plantamos para decirles basta.
Les mostramos que, si nosotrxs paramos, el mundo para.
*Por Redacción La tinta.
