Berenjenas y neoliberalismo
La foto sucedió el pasado 15 de febrero, en el marco de la represión con gases y balas de goma a productores de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT). Los pequeños productores rurales realizaban una protesta que consistía en vender frutas y verduras a precio justo. Ante la crisis proponen solidaridad y mercadería directa del productor al consumidor a precios populares. Esta forma de protesta convocó a multitudes el año pasado, genera empatía y tiene el plus de demostrar que la cadena de intermediarios vende la producción a un precio 400 por ciento mayor al que les pagan a las familias agrícolas. El gobierno de la ciudad de Bs As que encabeza Larreta decidió impedir la protesta. Los policías tiraron gas pimienta sobre productores, verduras, gente que pasaba por el lugar y fotógrafos que querían registrar lo que sucedía. Bernardino Avila fue gaseado después de tomar esta imagen. Las verduras fueron ‘secuestradas’ y se las llevaron en camionetas del Gobierno porteño. De la señora no se que será de ella…
Por Cora Gamarnik
La foto tiene una combinación perfecta de formas y colores. La pollera de la señora combina con el cielo y su saco blanco con el color de las baldosas. Los uniformes negros al igual que la columna hacen juego con el negro de las berenjenas esparcidas rítmicamente por el piso. Las líneas rectas que forma la policía con sus armas y la columna enmarcan naturalmente a la señora que con su postura le da movimiento a la imagen. Al fondo el techo curvo cierra el cuadro.
Hay una línea oblicua invisible que va desde la berenjena en primer plano, pasa por la mano de la señora y termina en los policías que están detrás. Nosotros recorremos esa línea con la mirada. Aunque no querramos.
Hay un marrón clarito que no desentona con los colores del resto de la imagen. Es el cartón del carrito que lleva la señora. Un carrito casero, hecho con alguna caja que alguien le habrá dado. Su pollera azul está impecable, al igual que su saco blanco elegante. Usa zapatitos bajos y su pelo se cubrió de canas. Los cabitos verdes de las berenjenas tampoco desentonan, le dan un toque especial incluso a la imagen.
Ella mira la berenjena que está por recoger. Los policías no la miran a ella, parecería que alguno mira al fotógrafo.
El fotógrafo mira todo, encuadra y fotografía.
Y nos entrega esta imagen que va a quedar como una de las más dolorosas síntesis del período macrista.
*Por Cora Gamarnik / Fotografía Bernardino Avila