Programa de Economía Popular: «Dimos un gran paso, pero ahora debemos hacerlo realidad»
Tras un año de intensa organización y lucha, en un contexto de crisis, ajuste y represión, los movimientos populares cordobeses lograron que el Gobierno Provincial lance el Programa de Fortalecimiento de la Economía Popular. Militantes de las organizaciones dialogaron con La tinta y celebraron esta primera victoria, pero reconocieron que no descansan en el anuncio y que seguirán el proceso para que realmente llegue a los más de 200.000 trabajadores y trabajadoras de la provincia.
Por Redacción La tinta
El 2018 fue un largo año que encontró a las organizaciones sociales y movimientos populares de Córdoba y el país fortaleciendo la unidad ante la crisis, el ajuste y la represión. Esta apuesta se materializó localmente en masivas movilizaciones en la ciudad de Córdoba y otras localidades, con demandas del sector, plasmadas en seis leyes de puño y letra de las organizaciones. Una de estas, la Ley Provincial de Economía Popular, fue una creación colectiva de las organizaciones que contemplaba el fortalecimiento del sector a través del reconocimiento por parte del Gobierno de la Provincia de los y las trabajadoras, la creación de instancias de negociación de paritarias populares y el financiamiento y la inversión en infraestructura de las Unidades Productivas.
Entendiendo la necesidad de esta normativa y reconociendo el largo camino para lograr su aprobación, los y las trabajadoras, nucleadas en la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), junto a Barrios De Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y la Federación de Organizaciones de Base (FOB), se lanzaron a un intenso plan de lucha, que contó con, prácticamente, un año de esfuerzos. La primera victoria se concretó el 20 de febrero pasado cuando, tras la movilización masiva del miércoles anterior y con gran apoyo sindical, el gobernador Juan Schiaretti aprobó por decreto el Programa de Fortalecimiento de la Economía Popular.
Katrina Salguero Myers, integrante de Encuentro de Organizaciones (EO), explicó a La tinta que, aunque no lograron cerrar el año pasado con la aprobación de la ley, “el programa es un primer paso al reconocimiento de la existencia del sector y de la realidad que viven más de un tercio de los cordobeses, que, sin tener empleo formal ni trabajo en blanco, inventan su fuente laboral que permite la subsistencia de los más humildes”.
Por su parte, Oscar Martínez, referente del Movimiento Popular La Dignidad (MPLD), reconoció la influencia del año electoral en estas jugadas del gobierno, “pero, también, sabemos que lo logramos gracias a la lucha y la organización, y, sobre todo, a la unidad del campo popular, nada sencillo en un tiempo donde la dispersión parece ser moneda corriente”.
En el mismo sentido comentó Natalia Astegiano, Secretaria Adjunta de CTEP Córdoba e integrante del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), quien remarcó que, si bien el actual gobierno de la provincia es el que impulsa este programa, fueron “los movimientos populares de Córdoba los que pudimos imprimir una agenda de políticas públicas dirigida al sector de la economía popular”.
El Programa estipula avances concretos que mejorarían la vida y situación de los y las trabajadoras del sector. Susana Zaccaro, militante de La Poderosa y trabajadora de la economía popular, expresó que “es un avance, pero no vamos a parar hasta que sea ley, entendemos que nuestros derechos no son los mismos que un trabajador formal: no tenemos aportes, no tenemos obra social y el financiamiento de cualquier emprendimiento se nos hace más difícil porque nuestros derechos vienen siendo pisoteados históricamente”.
En este sentido, Oscar del MPLD señaló que una de las medidas más importantes es el monotributo costo cero al que podrán acceder las trabajadoras, lo que contempla “aportes jubilatorios, obra social y la posibilidad de facturar y poder venderle al estado para tener sustentabilidad de sus unidades productivas”.
“Dimos un gran paso, ahora vamos a poner toda nuestra voluntad y experiencia para que, efectivamente, esto empiece a hacerse realidad, porque es parte del sueño que tenemos de que nuestra vida cambie y nuestra vida va a cambiar cuando tengamos tierra, techo y trabajo, y paz, y porque queremos paz en nuestros barrios, ponemos todo de nosotros y nosotras para que se pueda realizar”, expresó Silvia Quevedo, referente de Barrios de Pie.
Un rasgo fundamental en las luchas actuales de diversos movimientos sociales es la necesidad de trascender la esfera de la urgencia y pensar avances para todo el sector, que puedan ser políticas públicas reales. Silvia define esta victoria como un “salto cualitativo y cuantitativo por parte de las organizaciones populares, yendo por más allí donde la política pública ha dejado de tener una mirada sobre la solución de fondo al flagelo de la pobreza, a un modelo capitalista que ha llevado a la concentración de la riqueza y ha dejado a millones y millones en la desgracia”.
Todas las entrevistadas entienden el lanzamiento del programa como una victoria popular, de los y las trabajadoras organizadas, en una ciudad, como expresa Oscar, que marca agenda al resto de las organizaciones de las otras provincias, “mostrando que se le puede dar la pelea a los gobiernos provinciales y municipales”. Una pelea de casi un año y con diversas herramientas. En el tiempo transcurrido en este plan de lucha, las organizaciones llevaron a cabo masivas movilizaciones, feriazos populares, diversas reuniones con funcionarios provinciales.
Natalia del MTE señaló que “la lucha no solo contempló la participación de todas y todos los compañeros en el armado de las reivindicaciones y en las formas de protesta, sino también el acompañamiento de sectores sindicales que, hoy en día, creen que la economía popular también tiene que tener un lugar dentro de la esfera local y nacional”.
Durante el 2018, los movimientos sociales de Córdoba se reunieron con los distintos bloques de legisladores exponiendo la situación real y la propuesta de salida consensuada. “Teníamos claro que la salida a esta situación viene de la mano de fortalecer los emprendimientos productivos”, explicó Silvia y agregó: “Las compras que realiza el Estado y los servicios que contrata, debe hacerlo a través de las cooperativas (…) nosotros creemos que la salida es a través del trabajo”.
La participación de las unidades productivas en el armado de esta ley es una diferencia radical con otras políticas públicas promovidas desde los gobiernos, ya que en esta son las mismas trabajadoras y trabajadores quienes diseñaron una propuesta acorde a las necesidades reales del sector. Natalia remarcó que las organizaciones sociales no pueden quedar a un lado de ninguna política dirigida a la economía popular, ya que son estas quienes desarrollan soluciones donde el Estado, generalmente, está ausente.
“Muchas veces, las políticas públicas son pensadas por fuera de lo que viven las compañeras y los compañeros, y no contemplan la realidad de aquellos sectores”. Para esto, proponen la conformación de una mesa de diálogo permanente “en la que podamos debatir y afinar todas las cuestiones que tienen que ver con la realidad propia de la economía popular”.
Todas coinciden en que es una victoria del campo popular y que deben celebrarlo, aunque planificando cómo seguir, sin descansar en el lanzamiento. Susana de La Poderosa explicó que el programa es un paso fundamental para seguir avanzando en los derechos de las trabajadoras, entendiendo que con un programa no alcanza y que van a continuar la lucha “porque no queremos que esto sea simplemente un programa y que sea efectivo con un gobierno de turno, queremos que sea ley, que sea bien efectivo y que siempre los trabajadores tengamos nuestros derechos garantizados”.
“Como todas las promesas de lo que nosotras entendemos como malos gobiernos -señaló Katrina del EO-, el anuncio en sí no es más que un anuncio. La puesta en práctica del Programa de la economía popular y su administración, la llegada de verdad a los emprendimientos y las cooperativas va a depender de lo que sigamos peleando”. Y concluyó: “Nos permitimos estar felices con el anuncio, pero también sabemos que cualquier promesa de las clases dominantes no es más que una promesa, que solo se va a hacer realidad mediante nuestra lucha, nuestra tenacidad, mediante la organización y la transparencia”.
* Por Redacción La tinta / Imágenes: Colectivo Manifiesto.