Varieté comunitaria, el encuentro necesario
Por segundo año consecutivo, las organizaciones del Programa Cultura de Barrio presentan una feria abierta al público con muestra de trabajos, talleres culturales y espectáculos en el Paseo de las Artes.
Por Soledad Sgarella para La tinta
Marian Fernández es una de las coordinadoras del Programa Municipal que reúne a más de 20 proyectos barriales. Fin de año es momento de muestras y cierres, y la necesidad de encontrarse entre las organizaciones para convidar lo que cada una hace y seguir entrelazando redes tomará, este fin de semana, el formato de varieté.
La tinta habló con ella para conocer más acerca de este evento y saber qué podremos ver y conocer si vamos.
—¿Cómo se gestó y para qué la varieté?
—La Varieté Cultural o feria de organizaciones surgió el año pasado (2017) en el marco del cierre del Programa Cultura de Barrio, impulsado por la oficina de Cultura Comunitaria de la Municipalidad de Córdoba. Este programa funciona desde hace cuatro años, compartiendo horizonte con las miradas existentes en el movimiento latinoamericano de «Culturas Vivas comunitarias» y viene creciendo en muchos los sentidos: en la cantidad de organizaciones (formales o informales) que presentan sus propuestas, en la capacidad económica de incorporar siempre un poco más que años anteriores, pero, también, en la profundización teórica y práctica de dicha propuesta.
La Varieté, en primera instancia, surge de las ganas de multiplicar ese sentimiento reconfortante que sentimos quienes estamos en la coordinación del programa Cultura de Barrio, cada vez que vamos a un territorio y vemos la cantidad de personas que están tejiendo redes desde el arte, la educación y la organización popular.
Estas organizaciones, diversas en sus formas, hermanas en las intenciones y en diferentes niveles de crecimiento colectivo, tienen muchos procesos en común. Los intentos de construir desde los afectos no siempre llegan a madurar, muchos de ellos, no llegan a enraizarse en el territorio. Otros, avanzan un poco más allá, son raíz, son árboles, faroles que, en tiempos, brillan en su esplendor y, en otros, pierden potencia, rumbos.
Vivimos en una sociedad que fagocita la colectividad, nos impulsa a creer que la respuesta está en une misme, que lo mejor que podemos hacer es no pedir ayuda, no mostrar el conflicto, la duda, la frustración de haber trazado objetivos que, muchas veces, no podemos cumplir en el tiempo que nos habíamos planteado, entonces, nombrar la vulnerabilidad, la dificultad, se convierte en lo que creemos una pérdida. Nos enseñan a vivir en soledad, en la falta, en lo que no hemos hecho, en lo que no ha sucedido como lo pensábamos y eso es lo que solemos replicar en las organizaciones, sean estas estables en el tiempo o apenas un intento.
La trama es compleja por lo diverses que son los seres y eso es lo que podemos ver desde el rol que toca hoy como coordinadores de estos intentos. Por eso, buscamos el encuentro, la apertura entre pares. Porque nadie mejor que otre combatiente puede entender estas preocupaciones y las muchas ocupaciones que se ponen en actividad para resolverlas. Necesitamos de les otres, necesitamos inspirarnos, aprender, empatizar, saber que no estamos soles. Que lo que hoy atravesamos, es parte del camino y que siempre hay un poco más allá, que esa fuerza la vamos a sacar valorando lo poquito o lo mucho que a nuestros ojos hayamos alcanzado y también en los espejos que pueden resultar otras experiencias similares en otros territorios.
Por eso, la celebración del proceso, de lo que se haya alcanzado, de lo que nos falta. Por eso, apuntamos al encuentro de organizaciones; para poder encontrarnos con nuestro propio recorrido y ponerlo en valor, para seguir abriendo o profundizando vínculos de confianza y esperanza en las comunidades, para inspirarse y aprender de lo que otres, en otros espacios y territorios, han podido resolver, pero también del enredo, de lo que hoy no se pudo alcanzar.
La varieté intenta ser una posibilidad, una puerta celebradora, hacia posibles encuentros, ya sea al interior de cada organización, de la organización en sus territorios, con otros espacios comunitarios y con la sociedad civil en general. Hay mucha gente queriendo hacer cosas para modificar el orden establecido, estén o no en una orgánica y están mucho más cerca de lo que creemos.
Por eso, este encuentro también apunta a que les ciudadanes puedan acercarse a conocer organizaciones populares que se la están arreglando para construir en una época hostil, donde las redes se hacen necesarias. Ampliar derechos implica fortalecer organizaciones, organizaciones que forman parte del programa Cultura de Barrio se puedan encontrar en un mismo espacio y poner el cuerpo al cuerpo.
—¿Quiénes participan?
—Este año, participan las 24 organizaciones que formaron parte del programa durante el 2018, pero también hemos invitado a organizaciones que han participado del programa en años anteriores y el objetivo es que esta feria pueda seguir creciendo como tal, más allá de si han o no sido parte del programa
—¿Qué va a haber este año?
—Este año, la feria será en el Paseo de las artes, de 17 a 21:30. Habrá stands donde las organizaciones estarán contando su trabajo a través de folletería, videos, instalaciones fotográficas. Habrá talleres culturales para diferentes edades y cuerpes. Radio abierta, muraleada, espacio escénico donde se compartirán obras de teatro, bandas musicales y proyecciones. Estas son todas actividades-estrategias que cada proyecto se ha dado para llevar a sus organizaciones y al territorio en sí…
—¿Por qué lo comunitario?
—Porque lo comunitario es lo necesario.
*Por Soledad Sgarella para La tinta