“Las políticas económicas que decide el G20 favorecen a las corporaciones”
En la Cumbre del G20, las potencias mundiales se reparten el control y explotación de la tierra, asegura Zuleima Vergel, de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora.
Por Redacción La tinta
La Cumbre del G20, que se realiza este viernes y el sábado en Buenos Aires, tiene entre sus objetivos regular el sistema financiero internacional en beneficio de los sectores especuladores, afirma a La tinta Zuleima Vergel, militante venezolana de la Corriente Revolucionaria Bolívar y Zamora (CRBZ).
La organización, que nuclea al movimiento campesino venezolano, es integrante de Vía Campesina y de Alba Movimientos. Para la contra-cumbre al G20, envío una delegación a Argentina que se suma a las jornadas de protesta que se desarrollan en todo el país.
En esta entrevista, Vergel también habla sobre la situación actual en su país, el legado de Hugo Chávez, la lucha en defensa de las comunas y los planes desestabilizadores de la oposición venezolana.
—¿Qué opinás de la Cumbre del G20?
—La Cumbre del G20 es un espacio para discutir y acordar políticas que regulan el sistema financiero internacional, que beneficia a cierto sector que utiliza la usura, que especula y que impone cuál es el modelo económico que debemos tener los pueblos. Eso va en detrimento de la dignidad de los pueblos, de su producción, del trabajo, del techo y de una vida digna.
—¿Cómo pensás que afecta una cumbre de este tipo al movimiento campesino?
—Tiene que ver, justamente, con los planes económicos que, a partir de las discusiones del G20, se deciden. Se definen políticas que van totalmente en contra de los procesos emancipatorios y de los procesos productivos de los pueblos, y favorecen a transnacionales como Monsanto. En una cumbre como esta, las políticas económicas que se deciden favorecen a las corporaciones. Y los pueblos quedamos sometidos a esas decisiones. Pero los pueblos somos los únicos que tenemos el derecho sobre nuestras vidas. Por eso, rechazamos la privatización y la financiarización de la política y de la vida.
—¿Cuál es la situación actual en Venezuela?
—Desde hace algún tiempo, estamos viviendo momentos complejos, que se combinan con muchos factores, entre ellos, las medidas aplicadas contra Venezuela, el bloqueo que se viene ejecutando por parte de Estados Unidos y sus aliados, entre ellos, Mauricio Macri. Eso repercute en el día a día del pueblo venezolano y genera una crisis. Nosotros decimos que es una crisis generada, diseñada y pensada para el sometimiento del pueblo. En cierto modo, también es válido decir que, ante esas políticas, el pueblo venezolano se mantiene en un proceso de permanente resistencia y lucha. Venimos organizándonos en procesos comunales y productivos desde los distintos sectores y sujetos políticos que somos parte del proyecto chavista y bolivariano. Nos organizamos y, a partir de ahí, damos respuestas a las necesidades que surgen.
—Dentro de la realidad venezolana, ¿cómo se encuentra el movimiento campesino?
—El movimiento mantiene una fuerte lucha en Venezuela, pero también han surgido algunos procesos de ataque contra el campesinado por parte de los latifundistas, de la clase oligarca y dominante, que pretende seguir imponiendo un modelo depredador de la naturaleza y de la vida, y que, además, es aliada de las corporaciones transnacionales. Como nada está aislado, la repercusión de lo que se decida en la Cumbre del G20 va a ser para todos los pueblos.
—¿Cómo afecta al proceso comunal la situación económica de Venezuela?
—Una de las apuestas que tiene el imperio norteamericano con sus aliados es debilitar, en primer lugar, la base del chavismo. Ellos buscan, con todo el cerco que nos imponen, quebrantar la moral del pueblo chavista. Y es justamente lo que no han logrado. Por momentos, hay desánimo entre la gente, pero la conciencia política que adquirió el pueblo venezolano con el comandante Chávez ha permitido sostener el proceso. A nosotros nos quieren quebrar la moral, pero es algo que no han logrado, y eso que han buscado muchas formas. Pero, en Venezuela, se continúan fortaleciendo los procesos comunales. Como Corriente Bolívar y Zamora, hacemos énfasis en la forma de lucha comunal. Creemos que tenemos que estar con la gente, acompañando, dotando al pueblo de herramientas para su empoderamiento, que le permita tener una capacidad de respuesta a las necesidades a partir de la organización.
—¿Cómo se ve en Venezuela la figura de Chávez?
—La esencia del chavismo mantiene vivo el proceso venezolano. Si a algo se dedicó el comandante fue a elevar los niveles de conciencia del pueblo, como buen visionario que era y siempre previendo los acontecimientos que venían. Preparó al pueblo para tener aguante y resistencia en momentos así. Eso lo genera la conciencia política de un pueblo, que, además, sabe responder ante tanta arremetida y tanto bloqueo incesante. Nuestra respuesta es más lucha, más organización. El pensamiento y el proyecto político de Chávez siguen vigentes y la gente los asume. Es verdad que no es fácil ante una situación como esta, algo que también vivieron los cubanos, que son nuestro ejemplo. El pueblo cubano batalló y todavía lo sigue haciendo. Pese al bloqueo, el pueblo cubano está firme. A nosotros nos mantiene vivos la esencia de Chávez, que nos hace sostener la lucha para concretar su proyecto.
—¿En qué situación está la oposición venezolana?
—Si bien es cierto que nunca hay que subestimar al enemigo, también es verdad es que la derecha está desarticulada, desarmada en cuanto a herramientas políticas. Por las prácticas que ha tenido, la derecha venezolana restó dentro de su misma gente. Sobre todo, con su participación en el proceso de guarimbas y de guerra, en la cual tuvieron sometida a Venezuela en 2014 y en 2017. Ellos van a seguir intentando, porque la derecha siempre está del lado de la guerra y no de la paz. No nos asombraría que puedan repetir lo que hicieron, sin embargo, el pueblo venezolano se ha preparado muy bien para responder a toda la violencia que la derecha implementa. Frente a las guarimbas de 2017, el pueblo respondió con paz y con el proceso constituyente, que fue una convocatoria a rechazar ese proyecto de guerra que la oposición intenta implementar.
*Por Redacción La tinta