Caso Santiago Maldonado: las mentiras que fueron cayendo desde su desaparición
Tras varios meses de silencio, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, aclaró una mentira que se había instalado y reproducido en los medios de comunicación y redes sociales: que la familia de Santiago Maldonado recibía un subsidio por parte del Estado.
Por Julián Pilatti para Notas
Pero después se supo que esa desmentida no vino por interés propio, sino porque la familia le solicitó “expresamente al Ministro que desmienta una información instalada hace más de siete meses por diferentes operadores mediáticos, que difundieron noticias falsas sobre que Sergio Maldonado recibía un subsidio de 200 mil por mes”.
Así, Garavano accedió hace dos días atrás, luego de que pasaran los peores momentos para la familia. Si tan solo sus palabras hubiesen llegado a tiempo, de seguro los allegados a Santiago Maldonado habrían sentido un pequeño alivio en medio de una escalada de ataques y difamaciones, los cuales en su mayoría provinieron de medios como Clarín e Infobae y se replicaron a partir de las operaciones de los trolls.
“Muchos periodistas se ocuparon desde el primer día de crear noticias falsas con el objetivo de confundir a la población, desviar la investigación y encubrir a los responsables de la desaparición y posterior muerte de Santiago. Entre estos periodistas se encuentra Claudio Andrade del diario Clarín, quien esta semana recibió un premio de FOPEA por su investigación en el Caso Maldonado”, expresaron los familiares del joven, desde su página oficial.
Es que Andrade había sido uno de los periodistas del Grupo que más había seguido el caso, pero también uno de los que sutilmente intentó correr a la Gendarmería del eje principal, así como también de apoyar la hipótesis de que Santiago se había ahogado accidentalmente.
“Creemos que premiar a un periodista que se encarga de la difusión de noticias falsas es una falta de respeto hacia los familiares de Santiago, una falta de respeto hacia sus colegas pero especialmente una falta de respeto a la verdad”, enfatizaron.
Así, las mentiras van cayendo una por una. Primero fue la versión de que Santiago ni siquiera había estado en el territorio Pu Lof de la comunidad Mapuche al momento de la represión del 1 de agosto de 2017. Más tarde, el hallazgo de sus pertenencias confirmó lo contrario.
Después, la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, intentó instalar la idea de que Maldonado había sido herido -o incluso muerto- por un puestero que había propinado una puñalada a un hombre con similares características a la del joven, por entonces desaparecido. La aparición de su cuerpo a la vera del río Chubut, semanas después, dejó en ridículo a Bullrich.
Pero también, es difícil olvidar las palabras de una Elisa Carrió desbocada, quien a pocos días de que se supiera el final del joven, había fantaseado con que Maldonado se encontrara “en Chile”.
Es decir, no solo se desmintió que Santiago no estuviera presente en el lugar al momento de que Gendarmería irrumpiera a los tiros y quemando pertenencias de los mapuches, sino que se puso de manifiesto la intencionalidad de los funcionarios de Cambiemos, que buscaron una y otra vez, embarrar la cancha para que no se supiera la verdad.
Ahora, gran parte de esa verdad depende de saber en qué circunstancias murió ahogado Maldonado. Si bien la autopsia ya reveló que su deceso fue a causa de “asfixia por inmersión ayudado de hipotermia”, lo cierto es que el lugar en donde apareció su cuerpo -el cual había sido rastrillado tres veces antes- y la conservación intacta de alguno de sus objetos, hacen sospechar que el mismo haya sido “plantado”.
Si se les cree a los testigos mapuches, que desde un principio aseveraron que el joven había sido cargado a un camión que se dirigió posteriormente hacia Esquel, todo apuntaría a que su muerte no se dio, en principio, ese mismo día en el río Chubut.
El tiempo y el pedido de justicia sostenido, tendrán la última palabra.
*Por Julián Pilatti para Notas