“Las personas migran por la falta de empleo y condiciones de una mejor vida”
La fotoperiodista hondureña Whitney Godoy acompaña a la caravana migrante que partió de Centroamérica hacia Estados Unidos. Miles de personas quedaron atestadas en el puente que une Guatemala y México a la espera de cruzar la frontera y avanzar hacia el norte.
Por Carla Perelló para Nodal
Las imágenes se hicieron virales durante el fin de semana: miles de personas quedaron atestadas en el puente Rodolfo Robles que une Guatemala y México a la espera de cruzar la frontera y avanzar hacia el norte. Mujeres, niñas, niños y varones quedaron allí a la espera, en la intemperie, con más de 30 grados, poca agua y sin asistencia médica. Del otro lado de las rejas, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, mantenía reuniones con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, bajo las órdenes de Donald Trump, para “frenar la embestida”.
¿Cómo comenzó la caminata que ya lleva más de 400 kilómetros? ¿Por qué tantas personas deciden irse de su país? Como fotoperiodista integrante del programa El Perro Amarillo, Whitney Godoy acompaña la caravana migrante y, en entrevista con Nodal, cuenta los entretelones de quienes están viajando.
Mientras tanto, Trump anunció vía Twitter que concretará la amenaza hacia los países del Triángulo del Norte: “Guatemala, Honduras y El Salvador no pudieron detener a la gente para salir de su país y venir ilegalmente a Estados Unidos. Ahora comenzaremos a cortar, o a reducir sustancialmente, la ayuda extranjera masiva que se les ha dado rutinariamente”.
—¿Cuál es la situación actual de la caravana?
—Estamos en Tapachula, México, y hoy (por el lunes 22) partimos a otra ciudad. Según datos de la casa migrante de Chiapas hay 7.200 personas, entre ellas, 1.300 niños y niñas, y hay quienes permanecen en el puente Rodolfo Robles a la espera de un trámite legal. Además, sabemos que hay otra caravana más que se dirige desde Hidalgo, en Guatemala, hasta aquí. Son mil personas… Hay caravanas desde El Salvador y Guatemala que se están coordinando para poder unirse aquí, pero las autoridades hondureñas han cerrado la frontera de Honduras-Guatemala para impedir el paso de más migrantes, pues en el camino se han ido uniendo salvadoreños, guatemaltecos y mexicanos, pero la gran mayoría son hondureños.
—Hay algunos sectores que sostienen que la caravana fue organizada por ciertos grupos con la “falsa promesa” de conseguir una visa humanitaria en Estados Unidos, y se sabe que hay dirigentes del Partido Libre, ¿Cómo fue la organización? ¿Cuál es la función allí de los dirigentes partidarios?
—La caravana se inició con un afiche por redes sociales haciendo el llamado de las personas que querían salir del país hacía los Estados Unidos, por la pobreza, el desempleo y la violencia. El ex diputado Bartolo Fuentes coordinó y se mantuvo con ellos organizándolos para tener un mejor control. Lo que él no se esperó es ver que llegaran miles al punto de reunión el 13 de octubre pasado. No es la primera vez que Fuentes viaja en una caravana de migrantes. En el mes de junio de este año acompañó a otro grupo dando cobertura periodística. Su involucramiento de lucha por los derechos de los migrantes se debe a su trabajo realizado por 20 años con la organización de caravanas de madres en busca de sus hijos. Ahora, el ex diputado no logró avanzar con la caravana. El 16 de octubre cuando recién habían cruzado la frontera, en Chiquimula, fue detenido por la policía de Guatemala y permanece en un albergue de migración a la espera de su deportación hacia Honduras.
—¿Dónde se hospedan quienes están viajando y cómo los reciben en los pueblos por los que pasan?
—Los migrantes se están hospedando en albergues, estadios, iglesias, en los parques y otros en la calle. La asistencia médica es poca, realmente solo está la que hay en las comunidades. Si ellos están mal pueden llegar, pero no hay una clínica que los evalúe y les brinde la atención adecuada. Por nombrar un ejemplo, dentro de la caravana hay un enfermo renal que se vino por las condiciones precarias, arriesgando su vida. Los guatemaltecos los han recibo bien, les han dado jalón (llevarlos hacía un lugar), han salido de sus casas a regalarles agua y comida, y dónde pasar la noche.
—Además de los dirigentes políticos, ¿quiénes son las personas que están participando de ella y por qué están migrando? ¿De qué manera se están organizando para seguir adelante en esta caminata?
—Se contabilizan alrededor de unas diez mil personas hondureñas que están en territorio de Guatemala intentando cruzar a suelo mexicano y así poder llegar hacia los Estados Unidos. Su lema es “No nos vamos porque queremos, nos expulsan la violencia y la pobreza”. Honduras tiene más del 60 por ciento de su población en la línea de pobreza y este año se agregaron a la lista 300 mil nuevos pobres. El hecho de que las personas migren va en aumento por la falta de empleo y condiciones que les genere una mejor vida. El programa “Honduras 20/20”, que es una iniciativa del presidente Juan Orlando Hernández con una empresa privada, tiene el fin de contribuir con el desarrollo del país generando empleos, sin embargo, no beneficia al hondureño sino al empresariado.
Las personas que participan en la caravana en su mayoría son madres con sus hijos, campesinos, ancianos y son muchos los jóvenes que están en esta travesía. Las personas en su mayoría son de la zona norte del país, y están siendo dirigidos por coordinadores de zona de donde ellos vivían. Son grupos de más de cien personas que se van viendo en el camino, que se mantienen juntas, pidiendo jalón en carros, buses, tratando de avanzar lo más que pueda.
—Los distintos gobiernos centroamericanos, así como el de Estados Unidos, se han manifestado en contra de esta caravana. Trump y Pompeo, incluso, amenazaron con quitar ayuda a los distintos países. ¿De qué manera puede afectar a estos países en cuestión la cancelación de fondos para Plan Alianza para la Prosperidad del Triángulo del Norte?
—Afecta a quienes lo reciben, que es a las autoridades del país y al gobierno, que son los que finalmente se quedan con los fondos. El pueblo nunca lo ve. Esos fondos son para destinar a fuentes de trabajo y reducir así la pobreza, pero evidentemente no han hecho efecto: son alrededor de 300 personas las que salen de Honduras cada día. Es evidente que los fondos no están funcionando, por eso tendría que hacerse una auditoría a los gobiernos del Triángulo Norte para ver dónde se van, porque estos gobiernos son imperados por la corrupción.
*Por Carla Perelló para Nodal