Lo que el 8A nos dejó
La interrupción voluntaria del embarazo no es legal -por ahora- en nuestro país, pero sigue siendo un tema cotidiano porque existió, existe y existirá. Sólo que ahora, de esto sí se habla.
Por Redacción La tinta
San Juan
El día viernes 24 de agosto, se presentó acompañada por su madre en el hospital Rawson una joven de 14 años, con una capacidad mental de 5 años, quien cursaba un embarazo de 10 semanas a causa de una violación. Solicitó la interrupción del mismo, de acuerdo al artículo 86 inciso 2 del Código Penal.
Inmediatamente, ateniéndose a la legislación vigente, se contuvo psicológicamente tanto a la joven como a su entorno familiar, y se solicitó consentimiento informado del/la tutora para la realización de la práctica, tal como se recomienda en el “Protocolo de Atención Integral a personas con derecho a la Interrupción Legal del embarazo” publicado en el 2015 por el Ministerio de Salud de la Nación.
La interrupción se programó para el día siguiente. Por cuestiones técnicas, no pudo realizarse la práctica temprano ese día. Seis profesionales irrumpieron de forma ilegal en la habitación de la joven para tratar de persuadir a los padres para que no se lleve adelante la interrupción del embarazo. Sin embargo se realizó el mismo día casi a media noche. Finalmente, y a los fines de garantizar la intimidad de la persona y de su familia, como así también de evitar cualquier inconveniente que obstruyese derechos, se decidió que concurra al quirófano sólo personal habilitado para la realización de la práctica.
Posteriormente, el 26 de agosto se le dio el alta médica para seguir con su recuperación en casa. A partir de este momento, comenzaron los escraches a los/as profesionales quien sólo cumpliero en garantizar los derechos de la joven. Se intentó judicializarlos, aunque no siguió curso. El accionar de médicos y enfermeras fue grave, intentaron impedir la interrupción del embarazo cuando en esta situación es legal, e hicieron desaparecer la historia clínica de la joven; todo quedó registrado en las cámaras de seguridad.
El 29 de agosto desde el Ministerio de Salud de la provincia, denunciaron las irregularidades cometidas por estos profesionales de la salud que violaron la legislación vigente y anunciaron sumarios para ellos. El proceso administrativo del cual se desconoce el tiempo de duración, será para investigar los motivos que llevaron a los profesionales a intentar impedir el proceso de aborto legal.
Partido celeste
El martes 28 de agosto se lanzó en Buenos Aires y de manera federal el Partido Celeste, al que identifican como el primero de su tipo en adoptar como bandera fundacional la causa antiderechos.
Fue impulsado por la Fundación «Más Vida,» presidida por Raúl Magnasco. La agrupación tiene como principal objetivo evitar que el Congreso vuelva a tratar una legislación que garantice el aborto legal. Pero también poner un freno al movimiento de mujeres y los colectivos feministas, que ya anticiparon que seguirán insistiendo hasta que sea ley.
A través de un comunicado, el Partido Celeste señaló que la iniciativa «surge del consenso de las bases que exigen, ante la crisis de representatividad (…) un partido parlamentario que impulse y promueva la defensa del primer derecho humano, como es el derecho a la vida». Entendiendo a la vida desde la concepción hasta la muerte, se pronunciaron en contra del aborto y la eutanasia.
La vicepresidenta de la fundación, Ayelén Alancay, destacó: «Hoy los provida festejamos porque el sueño de un partido que nos represente se hace realidad, y de esta manera aspiramos a tener una mayor representatividad en el Congreso».
Autorización del misoprostol a nivel nacional
Hasta el momento, el aborto con medicamentos se realiza con Oxaprost. Una única forma de presentación del misoprostol en el país que va junto con diclofenac, por lo que su uso genera mucho malestar. Hace años que se viene exigiendo la aprobación del misoprostol para uso obstétrico y para aborto, puntualmente por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología médica (ANMAT).
Se logró que se explicite entre sus usos en la interrupción del embarazo en las condiciones establecidas por la legislación vigente en nuestro país, como así también la producción de misoprostol solo -misop200- (sin diclofenac) por otro laboratorio lo que quita el monopolio de la producción, y a su vez anunciaron que el laboratorio estatal de Santa Fe en diciembre dispondrá de esta presentación de manera gratuita. Por ahora esta nueva medicación se utilizará sólo en hospitales, pero no deja de ser un paso simbólico muy importante.
Denuncia de abandono seguido de muerte
Organizaciones de Derechos Humanos denunciaron penalmente a los 38 senadores que votaron en contra del aborto legal, seguro y gratuito el 8 de agosto. Es por el fallecimiento de al menos dos mujeres, como consecuencia de abortos clandestinos, después de dicha sesión.
Nunca había quedado tan claro que sino se aprueba una ley que garantice el aborto legal, seguro y gratuito, se empuja a las mujeres a la muerte por abortos clandestinos, con métodos muy precarios como un tallo de perejil. Y esto, ya era de público conocimiento.
Los legisladores votaron en contra a sabiendas de estas consecuencias. En el debate en el Congreso se demostró, con estadísticas, la cantidad de mujeres que mueren por las consecuencias de abortos inseguros. Al haber votado por el aborto clandestino, los senadores pasan a ser responsables de un delito que está previsto en el Código Penal, el de abandono de persona, seguido de muerte. No es un tema de convicción personal. La sanción de esa ley podía salvar vidas. Los senadores que votaron en contra son responsables de las muertes que están ocurriendo.
Evidentemente el aborto nos atraviesa como sociedad. Luego de las discusiones en el Congreso volvimos a la misma legislación de 1921; el acceso a la interrupción legal del embarazo es restringido debido a una decisión política que no garantiza a los abortos contemplados por la ley.
Esto sumado a la situación de crisis económica, que afecta de una manera particular a las prácticas de salud no regladas. Nuevamente aparece el tallo de perejil y la sonda como formas corrientes de aborto. Para algunos es una cuestión discursiva y de posicionamiento morales y personalísimos; para otras significa daños en la salud y nuestras vidas. Sin aborto legal no habrá justicia social.
*Por Redacción La tinta / Fotos: Eloísa Molina para La tinta.
