Una comunidad en lucha
Ante la falta de anticonceptivos en el Centro de Salud de Villa Bustos, las vecinas y trabajadoras de la comunidad se organizan y reclaman por la violencia que ejerce el Estado sobre los cuerpos de las mujeres.
Por Redacción La tinta
“En momentos que en el país se está discutiendo la despenalización del aborto, al gobierno pareciera no importarle llegar antes”. Así finaliza la gacetilla de prensa en la que las integrantes de la organización Mujeres Activando denuncian la falta de anticonceptivos en el Centro de Salud de Villa Bustos.
Desde las 11 de la mañana del jueves 12 de julio, comenzaron a encontrarse en el Centro de Salud, vecinas, niño/as, trabajadores/as de la salud y las integrantes de la organización Mujeres Activando, quienes convocaron a una reunión con representantes de la Dirección de Atención Primaria de Salud de la Municipalidad de Córdoba.
La exigencia es clara: en el centro de salud hace más de veinte días que no hay anticonceptivos inyectables para las 264 mujeres fichadas allí. Las trabajadoras hacen los pedidos mensuales y semanales, y sin embargo desde la Municipalidad no se resuelve la situación. “Nosotras somos las que ponemos la cara con las vecinas, nuestro trabajo lo hacemos, y no nos podemos hacer cargo de las faltas de los otros escalones del estado”, enfatizó una trabajadora.
Ignacio Savio, subdirector de Atención Primaria de Salud, y María Paula Zunino, subdirectora de administración, fueron los encargados de responder por la Municipalidad. Excusaron la situación explicando que por un error de logística no habían llegado los fondo de Nación, y que ellos garantizaban que el miércoles próximo estarían los anticonceptivos.
Sin embargo para las vecinas esto es insuficiente. “Todos los políticos hablan de la pobreza y no viven acá, nosotras no tenemos ningún derecho, los gobiernos se olvidan de los pobres. Siempre para ustedes es después, y nosotras vivimos ahora, no después”. Otra mujer les preguntó a los funcionarios: “¿Y qué hacemos con las pibas y las mamás que hace un mes que vienen esperando, qué les decimos si no pueden usar otros métodos y no pueden comprarlos?”.
Una a una las mujeres se pasaron el megáfono para expresar el impacto que tienen las políticas de salud deficientes en sus barrios y sus cuerpos, hablándole a ese estado ausente. Los representantes del municipio respondieron que ante la falta de un método hay otras opciones, que pueden prevenir el embarazo de otra forma y que debe haber colaboración de la comunidad. Con la sensibilidad que brinda la experiencia y pelearla en el territorio, una trabajadora del Centro de Salud dijo: “cuando ustedes insisten en que hay métodos anticonceptivos es porque dicen que hay otras opciones, y no, no hay otras opciones, hay una elección de cómo cuidarse, que es de cada mujer, y eso debe primar”. Otra vecina agregó: “Yo no quiero un anticonceptivo que al Estado le venga bien darme, quiero educación sexual para mis hijas y mis nietas”.
Al terminar la reunión conversamos con Belén, Jeka y Laila de la organización Mujeres Activando, y con Tula, vecina luchadora del sector.
—¿Cómo surge esta acción?
—Surge ante la falta de estos insumos para la mujeres de los barrios, y nosotras como Mujeres Activando trabajamos la prevención en la violencia de géneros, y creemos que esta es una violencia del Estado. Como mujeres y como pibas de los barrios nos organizamos porque realmente los estamos necesitando a los inyectables para el cuidado de nuestros cuerpos, para que no haya embarazos no deseados.
—Ya se discutió en Diputados la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y los gobernantes deciden no hacerse cargo de la prevención, cuando ya existe la ley 25.673, de Salud Sexual y Procreación Responsable, que no se está garantizando. Pretenden no votar a favor de la IVE, cuando tampoco se preocupan por llegar antes a prevenir.
—Por eso surgen los embarazos no deseados, por eso después andan los pibitos y las pibitas en la calle, pidiendo, trabajando, y no es porque las mujeres nos quedamos embarazadas para cobrar la Asignación Universal. Es porque por ejemplo como pasa acá en Villa Bustos, no hay métodos anticonceptivos para que nos cuidemos. El estado no nos garantiza que podamos decidir.
—¿La comunidad se involucra en el reclamo?
—Nuestro Centro de Salud surge y se construye a partir de la lucha de un colectivo de mujeres que se organizaron por la cantidad de muertes de mujeres, entonces están involucradas. Además muchas de las que hoy vinieron a pelear por este reclamo vinieron a buscar anticonceptivos y no los tenían, entonces se sumaron. Hay un montón de pibas que se cuidan, y si no los tienen van a quedar embarazadas, queriéndose cuidar.
—Una de las respuestas que dieron de la municipalidad es que si no hay inyectables hay otros métodos…
—No tenemos ni derecho a decidir cómo cuidarnos. La subsecretaria (Zunino) nos dijo que era responsabilidad nuestra y de la familia, y nunca nos pidieron disculpas, ni se hicieron cargo, siempre echaron la culpa para afuera. Nunca no dijeron: “sí, somos responsables por esto, les pedimos disculpas, vamos a hacer todo lo posible por remediarlo”
—¿Qué se llevaron de esta jornada?
—Nos prometieron que el miércoles que viene el dispensario podía contar con los inyectables. Nada más, ninguna continuidad. Pero eso no nos sirve.
Pero además de los anticonceptivos se reclamaron otras cosas: un consultorio para jóvenes, educación sexual, otro dispensario para la zona que está en proyecto hace cuatro años en Villa Boedo y está abandonado, otros medicamentos, los bajalenguas, guantes, porque el personal no tiene nada. Antes eran 17 trabajadoras de la salud, ahora son ocho, para una población de veinte mil personas.
*Por Redacción La tinta.
