En Córdoba se debate el futuro de la universidad pública en Latinoamérica
Esta semana se realiza en Córdoba la «III Conferencia Regional de Educación Superior CRES 2018″, un evento al que asistirán miles de personas y donde participarán más de 3000 rectores, funcionarios y ministros de América Latina. El encuentro concluirá con una declaración que definiría las políticas universitarias para los próximos diez años en la región. A la luz del centenario de la Reforma del ´18 y en un contexto de ajustes y avance del mercado por sobre lo público, se trata de un momento clave para la defensa de la educación como un derecho.
Por Redacción La tinta
Córdoba es por estos días el epicentro del debate sobre el presente y el futuro de la educación superior en América Latina, la misma ciudad donde hace 100 años surgió la Reforma del ´18 como movimiento de transformación que influenciaría a la gran mayoría de las universidades de la región. Es por esa conmemoración que esta semana se realiza en la capital cordobesa la III Conferencia Regional de Educación Superior CRES 2018, donde miles de personas debatirán los principales ejes y políticas que deben guiar a las universidades latinoamericanas en los próximos años. El evento es organizado por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) de la Nación.
La CRES se realiza del 11 al 15 de junio e incluye conferencias, simposios, foros y mesas de discusión para finalizar con una declaración, en la que se establecerán las políticas y líneas de acción que los gobiernos de la región deberían seguir durante los próximos diez años en relación a la educación superior. La misma vendría a reemplazar la declaración realizada en Cartagena de Indias, en 2008, durante la II CRES. En un contexto nacional y regional de crecientes ajustes, represión y, sobre todo, de un avance del mercado por sobre la esfera de lo público, este evento y sus conclusiones generan inquietud y preocupación en distintos sectores del mundo universitario.
Según diferentes referentes estudiantiles, académicos y actores universitarios, el mayor desafío que plantea la conferencia regional es la defensa de la educación superior como un derecho humano universal y como una obligación de los estados, frente a diversos discursos y reformas que en los últimos años tienden a entenderla como un servicio y a supeditar a las universidades públicas a las necesidades del mercado. Una situación que se vuelve aún más preocupante teniendo en cuenta que ese es el modelo que empieza a crecer en la UNC, y que la Nación busca utilizar como referencia para el resto del país, según señalan referentes de la oposición al actual rectorado de Hugo Juri.
Existen, de cualquier manera, distintas posiciones en cuanto al sentido y la participación en la CRES. Mientras algunos sectores apuestan a formar parte de los debates e incidir en la declaración, otros han convocado a una movilización que partirá este lunes 11 de junio desde Ciudad Universitaria hacia el estadio Orfeo para expresar su rechazo a esta conferencia en el marco de su inauguración y a las reformas educativas que ya se están impulsando en Argentina.
Además, este lunes 11 de junio por la mañana se realizará la Marcha en defensa de la Universidad Pública, que partirá desde la Plaza España hacia el viejo rectorado de la UNC junto a sindicatos docentes, estudiantiles y sociales en el marco del inicio de la CRES. Esta actividad es convocada por la Federación Nacional de Docentes Universitarios CONADU en el marco de una semana nacional de lucha para conmemorar los 100 años de la Reforma Universitaria y en defensa del derecho a “una educación superior pública, gratuita y popular como responsabilidad indelegable del Estado”. También, el viernes 15, en conmemoración del emblemático día del centenario, se hará un homenaje a esa lucha con paro y toma de todas las universidades frente al ajuste y el techo salarial y en defensa de la educación superior.
Derecho o servicio
“La CRES como tal es una cumbre que organiza la UNESCO, participa el CIN y distintos organismos de diferente nivel, con lo cual en sí no es ni buena ni mala sino que plantea temas de agenda que después los gobiernos de diferentes países tienen que implementar o no. De cualquier manera tiene una importancia grande y es evidente que en este contexto argentino y latinoamericano, esta CRES genera una serie de interrogantes e inquietudes”, explica la vicedecana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC, Flavia Dezzutto.
En ese marco, destaca la preocupación por el contexto local donde se da este evento y donde la actual conducción de la Casa de Trejo se mantiene alineada con Cambiemos, incorporando como propias medidas de la Nación basadas en los requerimientos del mercado hacia las universidades. En tanto, a nivel nacional, las declaraciones de funcionarios muestran estar muy alejadas de priorizar el sentido de lo público y de la inclusión en las universidades, a lo que se agregan los achicamientos anunciados por el gobierno. A todo esto se suman las situaciones de injusticia social y política que viven hoy otros países latinoamericanos, como Brasil. “Cuando uno mira todo este escenario, esta CRES es un espacio que genera muchísimas inquietudes acerca de en qué medida su declaración final puede generar realmente políticas progresivas de justicia, de afianzamiento de un modelo de educación que en Argentina muchos hemos tratado durante décadas de hacer crecer y defender”, agrega Dezzutto.
Por su parte, Damián Del Valle, de la Plataforma Regional de Integración Universitaria (PRIU) del gremio de CONADU (Federación Nacional de Docentes Universitarios), quien además ha participado en algunos de los diversos encuentros preparativos para la CRES 2018 que se han realizado en el país, destaca: “Una de las principales amenazas es que va a haber actores que seguramente van a plantear que la educación puede ser un servicio más que un bien público y que por lo tanto no sólo el estado sea uno de los regulares de ese servicio sino también el mercado. Estas cuestiones ya aparecieron en la Conferencia de Educación Superior en Cuba en febrero de este año”.
Las contrareformas
Además de la preocupación porque en la declaración final de la conferencia se mantenga el sentido general de la educación como derecho y política de estado, tal como se plasmó en la declaración de Cartagena de 2008, producto de la CRES anterior, existen también una serie de medidas y reformas que en algunos casos ya están en marcha y que permitirían avanzar hacia una mercantilización de las universidades. Estas medidas son fundamentalmente el sistema de reconocimiento académico por créditos y el recorte de las incumbencias y alcances de los títulos universitarios.
De hecho, la preocupación por estas reformas han impulsado a estudiantes y organizaciones de diversas facultades a formar una «Asamblea Interfacultades», espacio autoconvocado que se formó en las últimas semanas y que este lunes impulsa una marcha en rechazo a la CRES. Macarena, estudiante de Historia de la UNC y vocera de dicha asamblea, explica: “La UNC viene siendo la sala de ensayo de una serie de reformas académicas que se quieren implementar a nivel nacional y continental, principalmente a través del sistema de créditos que se basa en el modelo de Europa (…). Y además abriéndole las puertas a empresas, con una profundización de la mercantilización donde los conocimientos que se producen públicamente son apropiados por empresas privadas. Entendemos que la CRES es una cumbre que viene a trazar esos lineamientos para toda la región”.
En cuanto al sistema de reconocimiento de créditos, Dezzuto explica que lo que se busca es “reducir los espacios curriculares a una cantidad de créditos que son combinados con otras carreras o trayectos de formación, lo que conduciría a una situación bastante individualista, pensada en función de trayectos que los estudiantes elijan, vaciando las líneas curriculares de las carreras de grado y la existencia de una comunidad universitaria, y dejando átomos que se van desplazando de crédito a crédito, acortando las carreras en función de su rápida salida para el mercado laboral. Lo que se hace es adaptar la universidad pública a las necesidades mercantiles, y no que la universidad pública sea productora de saberes y subjetividades políticas con capacidad de transformar las realidades existentes”.
En tanto, Del Valle agrega: “A pesar de que en la declaración se sostenga la educación superior como bien público, puede haber otras cuestiones para introducir la mercantilización, y eso sin duda va a venir, por ejemplo, desde la educación virtual y a distancia si no se logra plantear en la declaración regulaciones especificas y criterios de acreditación para esas modalidades, que hoy se proveen como servicios transnacionales y que empiezan a impactar en nuestros países”.
El debate y la participación estudiantil
A las múltiples actividades que se darán dentro de la CRES solo pueden ingresar quienes se encuentren inscriptos. Muchos sectores críticos de las universidades han decidido participar de la conferencia y de sus diferentes actividades para formar parte del debate. De hecho, durante el último año, también se han realizado diversos encuentros, jornadas y coloquios como instancias previas de debate a la CRES. En ese marco, este domingo 10 de junio, también se llevó adelante el “Encuentro Latinoamericano por la universidad democrática y popular” impulsado por Conadu, y donde participaron importantes referentes, entre ellos, Boaventura de Sousa Santos, pensador portugués de la relación entre universidad y movimientos sociales que brindará este lunes la conferencia inaugural oficial de la CRES.
“Venimos realizado encuentros previos a la CRES para discutir los ejes que están propuestos y algunos otros que nos parecen relevantes, o sea que no venimos aquí en situación de indefensión de debate. La CRES está también rodeada de un debate de la comunidad universitaria acerca de temas medulares. Muchos hemos optado por participar de las comisiones, y por supuesto esperamos que los organizadores garanticen el buen curso de ese debate (…) Estos eventos generan cierta suspicacia, pero si vamos a participar lo hacemos pensando que tenemos posibilidad de incidir en ese documento final y en el plan de acción que de allí va a surgir”.
En relación a la participación del movimiento estudiantil, Luca Miani, secretario general de la Federación Universitaria de Córdoba y consiliario de La Bisagra, dice: “Hay muchas posiciones en principio. Nosotros desde La Bisagra y los espacios que conformamos el Frente Agustín Tosco venimos apostando a dar la discusión desde dentro de la CRES porque creemos que es un espacio potable. En 2008 esta conferencia tuvo una declaración que permitió a la región hacer grandes avances en defensa de la educación pública. Sin embargo ésta en 2018 y más en la universidad de Juri creemos que puede ser regresiva. Por eso en los simposios los estudiantes tienen que estar presentes, participar y dar cuenta de que el contexto en que estamos es muy adverso”.
En ese sentido, el secretario de la FUC advierte: “No hay nada que festejar, esto no es una conmemoración más de la reforma sino que es un momento de discusión, tiene que haber una discusión álgida sobre cómo creemos que tiene que ser la educación superior en América Latina”. Y agrega que “el rol de los estudiantes dentro de la CRES es hacernos escuchar. Y si tenemos que pararnos a los gritos para plantear el tema de la incumbencia así será. La defensa de la educación pública se tiene que dar adentro, discutiendo, pero también tiene que haber una presión desde fuera”.
Por otro lado, desde la Asamblea Interfacultades explican que “es una cumbre que surge de la propia UNESCO, vienen 3500 rectores, funcionarios y ministros, por ende hay muchas posiciones diferentes hacia adentro. Nosotros discutimos si participar pero decidimos que no porque mas allá de que pueda haber cuestiones interesantes y de lo que se plasme en las declaraciones, objetivamente la educación se viene recortando y se viene avanzando en ese modelo mercantilizador y entendemos que los estudiantes en este sentido tenemos que estar en pie de lucha defendiendo la educación pública”.
Desde la asamblea, Macarena también destaca lo que ha permitido el debate en torno a la realización de la CRES entre lxs estudiantes: “Lo interesante de estos días de reuniones, comisiones, asambleas, pasadas por cursos es que nos permite dimensionar el lugar que ocupamos los estudiantes en este momento del país. Nos hemos acostumbrado al individualismo de cursar, estudiar en casa, y si pasa algo miro para el costado y nos hemos encontrado con muchxs compañerxs que al empezar a discutir estas cosas ha permitido desplegar otros debates que exceden a la CRES. Las reformas académicas están funcionando, el ajuste sigue estando y esto está permitiendo un despertar como movimiento estudiantil”.
*Por Redacción La tinta.