Justicia para Sergio Cuello: «Valemos más que las balas que nos matan»
Familiares, compañeras y amigos de Sergio Cuello concentrarán en Tribunales II al cumplirse un año de su asesinato en manos de la Policía de Córdoba. Exigen que la causa avance y presentarán un informe criminológico como prueba clave para demostrar que fue fusilado por la espalda y refutar la hipótesis policial de que a Sergio lo mataron en medio de un enfrentamiento.
Por Redacción La tinta
«La memoria es sobre todo, dicen nuestros más primeros,
una poderosa vacuna contra la muerte y
alimento indispensable para la vida.
Por eso, quien cuida y guarda la memoria,
guarda y cuida la vida;
y quien no tiene memoria está muerto».
Subcomandante Marcos
Este miércoles 27 de junio se cumple un año del fusilamiento de Sergio Cuello en manos de la Policía de Córdoba.
Según relatan desde la cúpula policial, los uniformados se disponían a realizar “un control” a un hombre en cercanías a la intersección de las calles Entre Ríos y Río Primero, cuando el joven supuestamente habría sacado un arma de entre sus ropas e intentado -sin éxito aparente- disparar a los efectivos. La presunta agresión de Cuello fue lo que generó la respuesta de los policías, quienes balearon al muchacho. Cayó muerto a los pocos metros, con una herida en el tórax y otra en una pierna. La Policía afirma que secuestró junto al cuerpo un revolver calibre 22.
Para la familia la hipótesis del enfrentamiento -usada hasta el cansancio para justificar fusilamientos en dictadura y democracia- es falsa. En los exámenes realizados no hay pólvora en las manos, ni huellas digitales de Sergio en el arma que se habría hallado cerca del cuerpo. Por el caso, dos oficiales de la Policía se encuentran imputados de homicidio calificado.
Compañeros y amigos de Sergio concentran este miércoles frente a Tribunales II para exigir que la causa avance y presentarán un informe criminológico como prueba clave para demostrar que fue fusilado por la espalda y refutar la hipótesis policial.
«Vamos a presentar una prueba importantísima para el caso, y hacemos un llamamiento a encontrarnos ahí, para que nos vean y nos escuchen, para recordarles que son asesinos, y para hacer presente a Sergio una vez más, porque no lo olvidamos. Vamos a presionar para que la causa avance, para que hagan lugar a nuestras pruebas, donde se confirma que a Sergio lo mataron de espalda y sin ningún tiroteo, como nos quisieron hacer creer», expresaron desde el Encuentro de Organizaciones (EO), la organización donde militaba Sergio. Porque además de ser vecino, padre, hijo y amigo, Sergio era integrante de la Asamblea Libres en Lucha de barrio Maldonado y entre otras cosas, ayudó a construir el salón comunitario donde cincuenta niños se reúnen todos los días para acceder a la copa de leche.
«Un caso más de gatillo fácil, otro pibe fusilado por las balas del Estado. Sergio es uno de los pibxs que mueren cada 23 horas a manos de las fuerzas de “seguridad”. Dos policías decidieron asesinarlo avalados por un sistema de muerte, por un estado policial que sólo promete balas para lxs de abajo, por los gobiernos que cuando dicen pobreza cero están diciendo que nos quieren exterminar».
Las personas que acompañan a la familia Cuello señalaron que a pesar que no creen en el sistema de justicia («hecho para los de arriba, revictimizando a los ya agredidos, a las despreciadas y asesinadas»), se niegan a renunciar a dar una batalla ahí. «Ver a los asesinos en el banquillo, demostrándoles a ellos que hay un pueblo que se para, demostrándole a la sociedad que los policías cuidan a unxs mientras asesinan a lxs que ‘no sirven’ para el sistema, demostrándole al gobierno de turno que no va a ser fácil, que valemos más que esas balas que nos matan, que esos pibes y pibas no están solos, que estamos de pie».
En paralelo a las vías burocráticas, se abre otro camino, el que enseñaron hace ya tiempo esas mujeres de pañuelos blancos.
«Un camino en el que hacer memoria es la forma para no morir en vida, y para caminar un proceso de sanación que al re-cordar a Sergio y a todxs lxs asesinadxs, al hacer pasar el pensamiento y sentimiento por el corazón y por todo el cuerpo, vayamos construyendo un camino que nos sane y en el que aprendamos a vivir de otras formas con nuestrxs asesinadxs. Apostamos por la memoria como otra forma de justicia, porque olvidar es parte de la estrategia de este sistema moderno/colonial capitalista/patriarcal/racista que apuesta por el olvido», concluyeron.
* Por Redacción La tinta / Imágenes: Colectivo Manifiesto y Comunicación Rebelde