Juicio Hospital Posadas: “Somos como Dios, decidimos la vida y la muerte”
Continúan las audiencias en el juicio por delitos de lesa humanidad ocurridos en el Hospital Posadas.
Por Lucho Soria para ANRed
“Mi nombre es Mariano y mi apellido es con doble TT, bien tano.” Es la respuesta del defensor oficial Mariano Galletta cuando se retiraba de la audiencia junto a su colaborador. Tras su fracaso en pedir la nulidad del juicio en el inicio, ahora esta empeñado en buscar contradicciones entre los testigos sobre el rol del imputado Argentino Rios.
Galletta no debuta en este oficio: a los represores y ya condenados del juicio Operativo Independencia o los de San Juan, por solo citar dos ejemplos, les consta su tenacidad en busca de la impunidad.
Gladis Cuervo, quien fuera afiliada de la Asociacion de Trabajadores del Estado (ATE), relató los sufrimientos padecidos en su cautiverio en el Centro Clandestino de Detención “El Chalet” con coraje de una militante que no olvida, sino todo lo contrario. Por momentos temblaba su voz y unas lágrimas recorrían su rostro, pero inmediatamente brindó los detalles ante las preguntas del fiscal Pablo Ouviña y de Pablo Llonto.
Gladis es la única sobreviviente del Chalet. Ahora revive todo lo padecido, por ejemplo cuando desnuda en una sesión de torturas vió a Jacqueline Romano y Jorge Roitman, también desnudos, con sus cuerpos masacrados. “Somos como Dios, decidimos la vida y la muerte”, era la frase preferida de los torturadores.
“Tengo pánico al agua” dice Gladis por los submarinos que le hacían en forma permanente. Las preguntan giraron alrededor de sus pertenencias a las organizaciones armadas. Reafirma su pertenencia a la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación de Profesiones del Hospital Posadas, en defensa del hospital público como ellos lo concebían y lo llevaban. a la práctica cotidianamente.
Entre los asistentes en la sala de audiencia estuvieron estudiantes de colegios secundarios de El Palomar y del Liceo 1 de Capital Federal en el marco del Programa Las Escuelas Van a los Juicios. Toman nota y se percibe en sus gestos lo que escuchan en silencio. El testimonio de Marta la esposa de Jacobo Chester. Después María Elena Graiff, quien fuera delegada de (ATE) deja constancia de la persecución ideológica que empezó en el 74. Cuando el Ejercito ocupó el Hospital el domingo 28 de marzo de 1976 optó por no asistir a su trabajo, lo que no le impidio seguir en contacto con sus compañeros del Hospital desde la clandestinidad. Tras sucesivos allanamientos a su casa o la de suegros, parte al exilio a España donde se encontró con quienes ya estaban en ese país y con los cuales intercambia información sobre la los crímenes, las desapariciones, los despidos, la persecución a los familiares. A su regreso en 1984, inició un trabajo colectivo sobre represión con ex compañeros que años después se plasmó en el libro Semblanza, que es incorporado como prueba aceptado, tanto por la fiscalía como por la querella.
*Por Lucho Soria para ANRed