El objetivo detrás de la devaluación: bajar los ingresos de la población
La devaluación actúa como un proceso de ajuste: es una transferencia de ingresos desde los sectores asalariados, jubilados y beneficiarios de programas sociales hacia los grandes sectores exportadores. En lo que va del año, la Asignación Universal por Hijo, la Jubilación Mínima y el Salario Mínimo perdieron más del 20% de su valor dolarizado.
Por Mariano Uccellatore, vicepresidente de Cecreda
En las últimas semanas se viene produciendo una crisis cambiaria y financiera. En el acumulado anual han salido más de USD 9.500 MM del sistema financiero con una reducción en el valor de los activos locales considerable. Ante todo, la principal preocupación debe ser como afectará esto en lo social y en la vida cotidiana.
La devaluación de la moneda tiene consecuencia directa en el nivel general de precios. Una baja en el valor del Peso produce un aumento de tarifas y naftas ya que sus precios están dolarizados en parte y esto, posteriormente, se traslada al incremento de precios de bienes y servicios que necesitan de estos insumos para llegar al supermercado, almacén o negocio.
A su vez salarios, jubilaciones y asignaciones pasan a valer menos en dólares por lo cual disminuye el poder de compra tanto interno como externo. Esta situación da como corolario una baja en el consumo y el nivel de actividad.
Si a principio de año el salario mínimo de un trabajador era equivalente a 503 dólares, al 14 de mayo su mismo salario en pesos ya era equiparable a 387 dólares. Lo mismo sucede con la jubilación mínima, que pasó de valer 383 dólares en enero a 301 dólares esta semana; y de igual manera ocurrió con la Asignación Universal por Hijo (AUH) que perdió valor de 74,71 dólares a 58,70.
Ante la incertidumbre en el valor del Peso se da también una distorsión de precios que frena las cadenas de producción haciendo que diversos rubros y sectores paralicen sus producciones y hasta las reduzcan. Esto tiene consecuencia directa en el nivel de empleo que disminuye para los contratos temporales y luego puede trasladarse a mayores.
Es así que la devaluación actúa como un proceso de ajuste; es una transferencia de ingresos desde los sectores asalariados y jubilados hacia los grandes sectores exportadores, petroleras, mineras y grandes industrias que al subir el dólar hacen sus productos (producidos por ellos o comprados a otros) más atractivos frente al mundo.
Por el lado de las jubilaciones y asignaciones (al estas mantenerse en moneda local) se da una licuación del gasto público. La reducción de ingresos de sectores asalariados se traduce en menor consumo y descenso del nivel de actividad provocando posibles cierres de comercios y diversas empresas.
* Por Mariano Uccellatore, vicepresidente de Cecreda