Mendoza: sigue creciendo el rechazo al fracking
A principios de marzo el gobernador Alfredo Cornejo firmó un decreto que facilita la explotación de hidrocarburos no convencionales en la provincia cuyana. Desde ese momento las manifestaciones de rechazo comenzaron a extenderse por toda el territorio y la tensión se profundizó.
Redacción La tinta
Durante la mañana del 9 de marzo se dio a conocer, a través del Boletín Oficial de la Provincia de Mendoza, el decreto 248 firmado por el gobernador Alfredo Cornejo. Este decreto reglamenta nuevos pasos, diferentes a los que ya estipula la Ley de Ambiente 5961, para la exploración y explotación de hidrocarburos no convencionales a través de la estimulación hidráulica o fracking.
Ya el año pasado fue autorizada una primera explotación en Malargüe y las comunidades mapuches que viven en esa zona denunciaron derrames de fluidos contaminantes. Según informó La Izquierda Diario “días después, estas denuncias fueron confirmadas por el científico Esteban Servat, quien además dijo que el gobierno ocultó informes oficiales de la Universidad de Cuyo, donde se demuestra que en Malargüe hay contaminación de napas por fracturas hidráulicas”.
Julieta Lavarello, referente de la Asamblea Popular por el Agua de Mendoza y abogada, aclaró a La Izquierda Diario que «el fracking está dentro de la lógica del modelo de saqueo y contaminación, busca beneficiar a unas pocas empresas a costa del prejuicio de los territorios de quienes habitan, en este caso, en Mendoza. Es una actividad que no puede ser controlada porque en sí es altamente contaminante y no depende ni de los estudios de impacto ambiental ni de ningún control, ni mayores condiciones a quienes lo implementen porque igualmente va a causar daños irreversibles al ambiente y no lleva ningún beneficio económico. Esto creo que da por tierra cualquier esperanza que se pueda tener con este decreto».
«El agua de Mendoza no se negocia»
El lunes 23 de abril organizaciones socioambientales denunciaron en la Casa de Gobierno de Mendoza que la Secretaría de Ambiente autorizó una prospección inicial de hidrocarburos no convencionales disfrazada de investigación científica, en la Reserva Natural Divisadero Largo.
Por su parte, el científico Esteban Servat denunció que el gobierno ocultó dos informes oficiales que demuestran que en Malargüe la contaminación habría alcanzado napas cercanas a los pozos donde se realizan las fracturas hidráulicas, y los valores de contaminación estarían muy por encima del máximo tolerado.
Entonces, el rechazo a la técnica de fracking y a la imposición por parte del gobierno comenzó a multiplicarse en el sur y centro de Mendoza, donde se realizaron charlas informativas y numerosas movilizaciones. Además circuló un audio alertando sobre el peligro de esta forma de explotación y en ese momento el Gobernador salió a responder. «Lo único que hace es generar miedo en la gente y eso no contribuye en nada. La tecnología que se aplicaría en todos los casos pasaría por debajo del río y por encima de las aguas subterráneas con lo cual no hay posibilidad de contaminación alguna. Mendoza no puede perder la posibilidad de explotar el crudo no convencional». Y para concluir aclaró que «hay que darle tranquilidad a la gente porque ya demasiado miedos tenemos. Con salir a la calle por la inseguridad, con los temas ambientales, que son de todo tipo y afectan sobre el mundo entero».
San Carlos otra vez en pie de lucha
En los últimos días de abril la tensión creció, puntualmente el jueves 26 de abril centenares de trabajadorxs y jóvenes de la localidad de San Carlos cortaron la Ruta 40 impidiendo que un camión que llevaba tanques para tareas de fracking siguiera camino hacia un puesto en Malargüe.
Ese mismo día el juez federal Walter Bento emitió la orden de desalojo. Fueron muchas horas de tensión en los que Gendarmería amenazaba con reprimir hasta que finalmente los sancarlinos se retiraron de la ruta. Al día siguiente Bento imputó a 11 personas y un grupo de gendarmes ingresó al Instituto de Educación Superior (IES) Vera Peñaloza, donde estudian y trabajan muchos de los estudiantes y docentes que participaron del reclamo. Los gendarmes registraron y se llevaron los datos del personal a cargo del establecimiento.
San Carlos se encuentra en el corazón de la provincia y es donde hace muchos años nació la lucha antiminera. En 2013 fue el primer municipio que, a través de una ordenanza que se aprobó por unanimidad después de dos años de lucha, prohibió el fracking. El jueves pasado llegaron a ser dos mil personas en la ruta 40 que durante muchas horas impidieron el paso de un camión, una gran cantidad teniendo en cuenta que la localidad tiene un total de 25 mil habitantes.
La tinta dialogó con Daniel Funes, sancarlino que integra la Asamblea por el Agua, que aclaró: “El decreto regula cuáles son los pasos ambientales que debe dar una empresa petrolera para hacer fracking. La ley ambiental de la provincia de Mendoza, que es anterior a la nacional, tiene que ver con el recurso agua y el ambiente. Lo que hizo ahora el gobierno es armar un protocolo ambiental para que las empresas presenten y se autorice”.
Puntualmente consideró que “ese protocolo es ilegal, porque un decreto no puede modificar ni flexibilizar una ley. La ley ambiental ya tiene los pasos a seguir para cualquier actividad que pueda comprometer el ambiente”. Y aseguró que “el gobierno va a decir que es para regular, para mejorar, pero flexibiliza totalmente el control ambiental que van a tener las empresas mineras. Y lo más grave de todo, es que saca la participación ciudadana en esa evaluación ambiental. Le permite a una empresa hacer todo el protocolo con los funcionarios que están abocados a ello, ya no esta toda la comunidad como control fundamental”.
Daniel cree que este decreto “se burla de una voluntad que iba creciendo en la provincia, porque San Carlos fue el primero en tener una ordenanza pero después hubo otros departamentos y estamos trabajando en una ley que prohíba el fracking”. Y advirtió que la Justicia no se puede tomar 5 o 10 años para definir, porque en ese tiempo las empresas van a estar explotando o van a existir nuevas áreas concedidas para la explotación.
La capital también se levanta
El viernes luego del corte, en San Carlos hubo una asamblea de casi 2000 personas. La capital de Mendoza no se quedó atrás, el lunes 30 de abril se reunieron 1500 personas en la plaza Independencia. En diálogo con La tinta Mariano Nadalich, integrante de la Asamblea Popular Por el Agua de Mendoza Capital, describió este proceso de lucha con energía y esperanza.
“Explotaron las redes sociales, explotó el Whatsapp, se armaron montones de grupos con gente queriendo hacer cosas ya. Ha sido muy lindo como proceso social, porque ha habido muchísimo apoyo, muchísima gente de todas las edades con iniciativa y ganas de hacer cosas”. Ese lunes “estuvimos tres horas debatiendo cómo seguir y después hicimos una marcha y una olla popular”. Luego, el martes 1 de mayo cientos de personas protestaron frente a la Legislatura en el marco del inicio de las sesiones legislativas a cargo del gobernador.
La Asamblea Por el Agua lleva 11 años luchando contra la megaminería: “Llevamos mucho tiempo estudiando, manifestándonos y exigiendo al gobierno el cuidado del agua. Hay asambleas en todos los departamentos y nos reunimos en una asamblea provincial periódicamente para ir organizándonos. El recurso mineral está, entonces vos no te podés quedar con los brazos cruzados. Las asambleas nunca dejaron de estar atentas y de seguir manteniéndose activas”, explicó.
Mariano adelantó que el sábado 05 de mayo van a realizar una concentración en el ingreso a Mendoza, el nudo vial frente a la terminal, una zona muy transitada. Será un corte informativo para repartir folletos. Advirtió además, que pretenden seguir con la misma fuerza de siempre.
Tanto Daniel como Mariano, como muchos habitantes del desierto, tienen un vínculo particular con el agua. Mariano explicó que “en Mendoza hay gran conciencia sobre el agua. Es un desierto, si no cuidas el agua es muy delicado el poder vivir”. Por su parte, Daniel concluyó: “La necesidad de generar conciencia en una provincia desértica como Mendoza es mayor. Yo confío en la Pacha y en que la fuerza de la gente va a parar esta locura que es el fracking en un desierto”.
*Por Redacción La tinta / Fotos: Gustavo Alarcón.