Eso que pasa cada cuatro años #4
Hablemos de récords que avergüenzan. Argentina nunca brilló en Italia 90 y su camino hacia la final fue tan errático que se ganó un récord que sonroja a los más bilardistas. Francia fue otro campeón defensor que perdió en su debut, se fue en primera ronda y ni siquiera pudo convertir un gol. Peor lo de Escocia que nunca va más allá de primera ronda pese a haber jugado más campeonatos que muchos. Un récord tan amarrete como efectivo es el que goza Suiza: 559 minutos consecutivos sin recibir un gol en la Copa del Mundo. Una buena (menos para Alemania) es saber que hace 56 años nadie logra ser bicampeón mundial.
Por Sebastián Tafuro para La tinta
El peor campeón defensor
En 1998, Francia fue la última Selección en subirse a ese selecto núcleo de campeones del mundo. En la Copa organizada en su casa, el conjunto galo exhibió muy buenas actuaciones y, de la mano de su gran estrella Zinedine Zidane, derrotó 3 a 0 a Brasil en la final e hizo estallar los festejos en la Torre Eiffel y los Campos Eliseos. Tras ese triunfo hubo un cambio de técnico (Lemerre, ayudante de campo de Jacquet, se hizo cargo) pero los éxitos siguieron y también hubo consagración en la Eurocopa 2000. Para el 2002, entonces, Francia llegaba con la chapa de candidato y con un grupo que no parecía presentar grandes problemas para pasar de ronda: Senegal, Uruguay y Dinamarca.
Sin embargo, Les Bleus iban a fracasar rotundamente. Una sorpresiva caída ante Senegal en el debut por 1 a 0 constituyó un llamado de atención. No era la primera vez que un campeón del mundo perdía en su debut al siguiente Mundial (cómo olvidarse del 0-1 ante Camerún en 1990!), pero el 0 a 0 ante Uruguay lo dejó al borde del abismo. Prácticamente eliminada, Francia volvería a tropezar 2 a 0 ante Dinamarca para terminar generando la peor actuación de un campeón defensor a lo largo de la historia: 1 punto en 3 partidos y encima ningún gol.
Sacrificio y rocanrol
Hablando de campeones defensores, Argentina llegaba a Italia 90 con ese rótulo. Con el mismo DT y con Maradona, el conjunto albiceleste era más favorito por el nombre y por Diego que por el plantel que había conformado. La derrota con Camerún en el debut dejó en claro cuán difícil sería el paso por tierras tanas. Vendría el triunfo contra la Unión Soviética y el empate para Rumania para llegar al grupo de los “mejores terceros” y salvar lo que podría haber sido un papelón. En el medio la lesión de Pumpido le abrió la puerta a un hombre fundamental en esta cita: Sergio Goycochea.
Los octavos de final habían determinado un cruce con Brasil que venía en un nivel altísimo. En un partido de esos que ocurren una vez cada tanto, el abrumador dominio brasileño no se tradujo en goles y Argentina con una obra de arte de Maradona y una enorme definición de Caniggia consiguió una épica victoria a 10 minutos del final. El camino seguiría con dos definiciones por penales: tras el 0 a 0 con Yugoslavia y el 1 a 1 con el anfitrión, las manos del Goyco depositarían a la Selección en una nueva final mundialista. Con muy poco, una gran dosis de fortuna y un Maradona siempre imperial, Argentina escribía una nueva página de su rica historia. El dato paradójico es que esa misma historia lo designaría como el finalista con menos goles a lo largo de los Mundiales: fueron apenas 5 en esos 6 partidos y serían 5 en 7 tras el doloroso 0-1 ante Alemania en el duelo decisivo.
Los bicampeones
A lo largo de la historia de los Mundiales, sólo dos equipos han generado la hazaña de obtener 2 títulos de forma consecutiva y hace 56 años que no se produce un hecho semejante. Primero fue Italia en la década del 30, más precisamente en 1934 y 1938, épocas del poderío supremo de un tal Benito Mussolini. Entre nacionalizaciones, deserciones de varios conjuntos de Sudamérica y algunos también de Europa más algunos fallos arbitrales polémicos, la Azzurra se anotaría sus primeras dos consagraciones en finales contra Checoslovaquia y Hungría y empezaría a escribir su nombre en la historia grande de los Mundiales.
Veinte años después de esa doble conquista, de la mano de un jovencísimo Pelé, Brasil se desquitaba del Maracanazo del 50 y lograba su primer Mundial. Cuatro años después O Rei sufrió una lesión y no sería tan determinante. Pero entre Garrincha y Vavá llevaron a la Verdeamarelha al bicampeonato mundialista. Desde ese entonces nadie repetiría el título al Mundial siguiente.
Siempre temprano
La historia de Escocia en los Mundiales podría generar depresión en mas de uno. Si el “Chiqui» Tapia dijo el otro día que “irse en primera ronda es un fracaso” y esa sensación- inexplicable, triste, dolorosa – la experimentamos crudamente en 2002, los escoceses se llevan todos los premios a la desazón. Participaron de 8 Copas del Mundo, una cifra nada despreciable, y en las 8 se fueron en la zona de grupos. Por eso tienen el duro récord de ser la Selección con más eliminaciones consecutivas en esa fase.
Primero en 1954 y 1958, luego retornaron en 1974 y desde allí hasta el 90 siguieron intentando pasar a la siguiente instancia sin suerte. La última participación fue en el 98 y el resultado fue el mismo, aunque la estadística concreta lo dejo como su peor actuación en cuanto a los resultados sacados en esos partidos. Hubo dos Mundiales donde la historia se ensaño especialmente con el conjunto escocés: en 1974 y en 1982. En ambos la eliminación en primera ronda fue producto de la diferencia de gol y en el primero de ellos ni siquiera alcanzó terminar invicto para avanzar.
El cerrojo suizo
A 4 minutos del final Beguiristain anoto el tercero y España derrotaba a Suiza por 3 a 0 para meterse en los cuartos de final de EEUU 1994. Los suizos volverían a la Copa recién en el año 2006. Allí quedarían eliminados de una curiosa forma: en octavos, sin perder y sin recibir goles. A la Ucrania de Shevchenko y compañía fueron los penales los que la depositaron entre los 8 mejores.
En el debut de 2010 tenían un rival durísimo: España, que soñaba con lograr su primer Mundial. Los suizos ganarían por 1 a 0 y darían un gran golpe, a la sazón una anécdota tras el título español. En el siguiente partido, a 15 del final Mark González quebraria el cerrojo suizo y le daría el triunfo a Chile que junto a los de Del Bosque conseguirían la clasificación a octavos.
Los 4 partidos enteros del 2006, los casi 2 del 2010 y el pedacito de 1994 llevaron a los suizos a ser la Selección que estuvo más minutos consecutivos sin recibir un gol en la Copa del Mundo: 559 en total.
*Por Sebastián Tafuro para La tinta