Luz, cámara, fútbol
De la mano del periodista Mariano Saravia, a fines de febrero comenzó «Spasiva, un ciclo de cine sobre fútbol y sociedad». Cada 15 días, la pelota y el séptimo arte dialogan con el objetivo de proponer reflexiones y discusiones sobre historia, política y cultura. A pocos días del Mundial de Rusia 2018, el cine nos invita a vivir la pasión por este juego desde otros lugares. «No sólo creo que el fútbol es un buen medio para hablar de otros temas, sino que es casi obligación hacerlo. De lo contrario, ahí sí se transforma en el opio de los pueblos».
Por Gonzalo Reyes para La tinta
El fútbol levanta la cabeza y ve entrar al área a un lateral que nadie tenía en los papeles. Filtra la pelota y ahí está, el cine rompe líneas, a lo Jordi Alba, y remata de zurda. Sin darnos cuenta, fútbol y cine nos inflan las redes de nuestras ideas y nos dejan con esa mezcla de admiración y confusión.
Las paredes entre la pelota y el séptimo arte aún no están tan presentes entre los futboleros. No al menos como ese gran socio que es la literatura, viejo compañero de fórmula que nos ha permitido siempre poder abordar este hermoso deporte desde otra óptica más amplia. Pero el cine también tiene lo suyo para poder contar historias mínimas y máximas alrededor del balón.
Alentando a que conozcamos más a esta dupla, el periodista Mariano Saravia inauguró a fines de febrero «Spasiva, un ciclo de cine sobre fútbol y sociedad». La idea es entrar en la órbita mundialista, a poco más de tres meses de Rusia 2018, con algo más que un listado de 23 jugadores por selección. Con la misma pasión futbolera, la estrategia es poder generar desde el cine un espacio para conocer más, reflexionar y debatir.
El ciclo ya lleva dos encuentros. Con la participación del fotógrafo Pablo Sigismondi, se presentó La Gran Final, un film que nos cuenta qué es lo que puede unir a una familia de nómades mongoles, a una caravana de camelleros tuareg en el desierto de Niger y a un grupo de guaraníes amazónicos: ver la transmisión de la final del Mundial Corea-Japón 2002 entre Brasil y Alemania.
La segunda entrega fue el pasado 7 de marzo en la previa del Día Internacional de la Mujer. El largometraje seleccionado para la ocasión fue «Off Side«, historia que transcurre en Irán y cuenta cómo diferentes mujeres hacen lo imposible para poder ingresar al estadio nacional Azadi, con la ilusión de poder ver a su selección en un partido clasificatorio para el Mundial de Alemania 2006. Ante la prohibición que impide a las mujeres ingresar a los estadios, algunas intentan «filtrarse» haciéndose pasar por hombres hasta ser detenidas por la policía.
La tinta habló con Saravia sobre la importancia de generar espacios donde el fútbol sea pensado, discutido y resignificado más allá de lo estrictamente «futbolero» y pueda abrirse para ser entendido como parte de la historia de los pueblos.
— ¿Cómo nace la idea de armar un ciclo de fútbol y cine?
— Surge porque desde hace tiempo vengo con la idea fija de aprovechar el fútbol como fenómeno social para entrarle a otros temas. Ante tanta anomia generalizada, tanta mentira, tanto ocultamiento, creo que son necesarios espacios de debate, de reflexión. No porque nosotros tengamos la verdad, sino para contraponer verdades relativas. Por un lado en los medios de comunicación, pero también en el cara a cara con la gente, en una relación directa y no mediatizada ni por la radio, ni por la tele ni por internet. Últimamente me gusta cada vez más esto, vernos a la cara, mirarnos, hablarnos, tocarnos. Disfrutar de la música, por eso los espectáculos que hago, o en este caso del cine. Y luego abrir, compartir y democratizar la palabra.
— ¿Crees que el fútbol es un buen medio para hablar de otros temas como política, historia, economía? ¿Por qué?
— No sólo creo que el fútbol es un buen medio para hablar de otros temas, sino que es casi obligación hacerlo. Si no, el fútbol se queda en el fútbol mismo, y ahí sí se transforma en el opio de los pueblos. Pero desde otro punto de vista, al ser el fútbol un fenómeno social tan importante para nuestro pueblo, ¿cómo hacer para no vincularlo con los temas sociales, políticos, históricos? Lo aberrante me parece es hablar de un período histórico sin hacer una referencia al fútbol, qué pasaba en esa época, quién fue campeón, cuáles eran los grandes equipos o los grandes jugadores. Todo eso es fundamental, si no, la historia (o el presente) queda renga.
— ¿Qué película e invitados prepara el ciclo para el miércoles 21, en el marco de la Semana de la Memoria? ¿Por qué esa película y por qué esos invitados?
— El miércoles 21 de marzo, en el marco de la Semana de la Memoria, vamos a proyectar la película Mundial 78, que es un documental que cuenta por un lado los negociados principalmente de la Armada con el mundial, y por otro lado cómo se utilizó ese mundial por la dictadura para encubrir el genocidio en marcha. De todas las películas que he visto sobre el tema (algunas documentales y otras ficciones) es la más completa me parece. Ha garantizado su presencia Juan Cruz Komar, defensor de Talleres, conocido por su compromiso y conciencia social. Y hemos invitado a Mauro Guevgeozian, delantero de Belgrano, militante por el reconocimiento del Genocidio Armenio.
La próxima cita de este ciclo de cine-debate sobre fútbol será entonces el 21 de marzo, en el marco de la Semana de la Memoria. En Cocina de Culturas (Julio A. Roca 491) se proyectará desde las 20 «Mundial 78«, una película y la idea es esa: abrir la cancha, jugar con la historia a lo largo y ancho, intentar hacer paredes con la historia y dejar que el cine nos clave un par de preguntas al ángulo. Después de todo el fútbol, más que una pelota que correteamos alegremente, es un fenómeno social y cultural que nos atraviesa e interpela. Que mejor que hacerlo mirando una película.
Cronograma del ciclo:
— 4 de abril: El penal más largo del mundo. Basado en un cuento de Osvaldo Soriano que muestra los desastres del neoliberalismo en España
— 18 de abril: El otro Chelsea. Film sobre el Shakhtar, un equipo del este de Ucrania, que muestra el conflicto entre ese país y Rusia, a través del fútbol.
— 2 de mayo: Los últimos proletarios del fútbol. Un equipo de mineros de Suecia llegan a la final de la UEFA. La película muestra el sistema social escandinavo.
— 16 de mayo: Los dos Escobar. Película que trata sobre la relación del narcotráfico y el fútbol en Colombia. Principalmente en la ciudad de Medellín.
— 30 de mayo: El casamiento de Romeo y Julieta. Basada en la trama de Shakespeare, pero traída a la actualidad en San Pablo, con una historia de amor entre dos jóvenes, uno de una familia fanática del Palmeiras y otra del Corinthians.
— 6 de junio: Pure for ever. Film que habla sobre la discriminación en el fútbol de Israel contra los jugadores musulmanes.
*Por Gonzalo Reyes para La tinta
