El Cerro Catedral en el ojo de la tormenta empresarial

El Cerro Catedral en el ojo de la tormenta empresarial
23 marzo, 2018 por Redacción La tinta

La empresa Catedral Alta Patagonia (CAPSA) pretende extender la concesión de la explotación turística del mítico cerro treinta años más, aunque la actual licencia venza el 2026. ¿Cómo es el entramado político que autoriza esta concesión? ¿Por qué es tan importante la figura de Nicolás Caputo, amigo íntimo de Mauricio Macri?

Por Germán Hernández para Notas periodismo popular

Luego del fallo de extradición del líder mapuche Facundo Jones Huala, y la multitudinaria marcha de mujeres, la sociedad barilochense tiene un nuevo desafío que recorre la opinión pública. En las paradas de colectivos, en las radios locales, en las escuelas y comercios sólo se habla de lo que pasará con el Cerro Catedral, patrimonio “celoso” de los vecinos y vecinas de la región aunque en gran proporción desconocido por los niños y niñas de las barriadas más populares de lo denominado “altos de Bariloche”.

Repasemos un poco. El mayor accionista de CAPSA es la familia Trappa, dueña de la súper conocida empresa de transporte Vía Bariloche. Quien ha viajado al sur sabe de su monopolio en las rutas y el transporte de la región norte de la Patagonia, Río Negro y Neuquén.


Dicha empresa, en su proyecto para extender la concesión, pretende no sólo seguir con la explotación turística con pases de esquí sino construir en 70 hectáreas un lote lujoso de hoteles, contradiciendo así la carta orgánica de Bariloche modificada en 2006 donde se requiere realizar distintos estudios de impacto ambiental y prohíbe la construcción de índole privada en el patrimonio rionegrino.


Por su parte CAPSA a través de sus operadores políticos se jacta de que ya generó todas las inversiones que le correspondían (es decir, que no pondría más dinero hasta 2026, cuando venza el contrato) y que para seguir haciendo crecer el Cerro necesitan extender más tiempo hasta 2056.

El pasado lunes 12 de marzo, en Bariloche se realizó una audiencia pública con el aval del Concejo Deliberante donde 124 personas expusieron en cinco minutos su posición a favor o en contra del proyecto de la empresa. Aunque la misma era “no vinculante” quedó demostrado algo fundamental para CAPSA y Nicolás Caputo: si el contrato de concesión toma buen curso para el empresariado, el municipio tendrá que llevarle los servicios públicos (Luz, gas y agua) y hacer las obras necesarias como redes de gas y cloacas a una zona de la ciudad que no es prioritaria en ese sentido, ya que otros lugares de la región es de suma urgencia que se avance en estas cuestiones.

Por supuesto que el poder político de turno no está ajeno. El gobernador de Río Negro Alberto Weretilneck, el intendente Gustavo Gennuso, junto a sus concejales de Junto Somos Rio Negro (JSRN) y aliados del PRO, llevan la voz cantante del proyecto de concesión. Es vox populi que la empresa Vía Bariloche realizó los viajes aéreos proselitistas de Weretilneck y su gabinete cuando se encontraban de campaña y aún sigue siendo una de las prestadoras millonarias de los funcionarios rionegrinos.


En sus últimas declaraciones en relación a la audiencia pública no vinculante el gobernador se mostró deseoso de que la familia Trappa conserve su patrimonio: “Es muy importante que el cerro se modernice, que sea competitivo, lo que no se puede discutir es que el cerro está atrasado”. Y luego lanzó desafiante: “Lo que no se ve es una propuesta alternativa”, como si los vecinos y vecinas tuvieran un poder adquisitivo similar a la de los empresarios.


En diálogo con Notas, la concejala por el Frente para la Victoria Ana Marks, señaló: “Es importante lograr frenar esta entrega del Cerro Catedral. El proyecto que se está presentando es contrario a nuestra carta orgánica. Habilita a que una familia se quede el negocio por la venta de tierras que son inalienables. Además no beneficia a nuestra ciudad, ya que perdemos soberanía sobre el cerro hasta 2056 y ni siquiera se incrementa el canon que CAPSA paga por usufructuar el cerro que es de todos”, agregó.

«El referéndum no corresponde», dijo el intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, quien ratificó la decisión política de prorrogar el contrato de concesión por el cerro Catedral en manos de la empresa Catedral Alta Patagonia hasta 2056. Gennuso fue enfático al afirmar que hay “una decisión tomada” y cerró así la posibilidad de rever el acta de intensión de prórroga del contrato. Admitió que “son decisiones fuertes” y que podría tener un costo político para su figura pero dijo estar “convencido” del proyecto que envió al Concejo Municipal que incluso tendrá resultados después de su gestión.

Amigos son los amigos

La figura de Nicolás Caputo es central en esta discusión. El amigo del presidente posee las tierras del Cerro San Martín, ubicado a uno de los costados del Lago Gutiérrez y lindero al Cerro Catedral. Es de público conocimiento que Caputo ha querido invertir en mega proyectos de turismo pero la movilización popular de vecinos y vecinas del barrio Villa Los Coihues logró frenar las ambiciones empresariales del “hermano de la vida”, según el propio Macri.

En este sentido la concejala Ana Marks analizó que “en este apuro con que intenta hipotecarse el cerro, los intereses de Macri juegan un rol fundamental. Ha sido el propio presidente el que impulsó el debate. No se puede desconocer los intereses de Caputo sobre zonas aledañas”. “Una urbanización en el Catedral, generaría servicios en esa zona y dejaría a Caputo mas cerca de la posibilidad de consolidar el negocio inmobiliario que hace años quiere instalar”, aseguró.

Se trata de semanas bisagras para los vecinos y vecinas de Bariloche donde el ojo de la tormenta está puesto en el Cerro Catedral. La prioridad social está en otro lado. Se pretende llevar a servicios públicos a lugares menos necesitados y dejar de lado a los barrios más carenciados.

* Por Germán Hernández para Notas periodismo popular

Palabras claves: Bariloche, Cerro Catedral, Río Negro

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