Nicolás Díaz: seis días preso por animarse a soñar
Los abogados Claudio Orosz y Gabriel Medina junto al coordinador de Fundación La Morera, Gonzalo Montiel, se presentaron esta mañana en Tribunales para pedir la liberación del joven músico de Rimando Entreversos, que se encuentra privado de su libertad hace casi una semana. Según trascendió en horas de la tarde, el jueves 22 se tomará declaración indagatoria luego de la cual, esperan, se resuelva la situación procesal de Nicolás.
Por Julieta Pollo para La tinta
“Agarrar un instrumento es fuego. Se te prende fuego por dentro, te agarra una sensación… ¿viste cuando te subís a la montaña rusa? Bueno, así. Conectarte con los pibes, con tus hermanos que están ahí como en una especie de ritual, te genera eso. Cambia totalmente la conexión, la energía, cambian un montón de cosas porque el poder decir lo que nosotros ya veníamos haciendo -que es contar las realidades de Córdoba, de los barrios, de la vida de cada uno de los pibes-; a contarla, cantártela y encima hacer música, es una sensación muy zarpada”. Quien habla es Nicolás Díaz, integrante del colectivo artístico Rimando Entreversos que hace más de siete años denuncia la estigmatización a la que son sometidos los pibes de los barrios de la ciudad, luchando contra la invisibilización sistemática y el cotidiano abuso de poder del que son víctimas. A través de estas palabras, que forman parte de una entrevista que La tinta les realizó en noviembre de 2017, el baterista explicaba lo que significó para él poder aprender y ejecutar un instrumento, para reforzar su mensaje y crecer como músico.
El pasado miércoles Nicolás fue detenido por la policía imputado por su presunta participación en un robo calificado por el uso de armas y violación de domicilio. Dos días después y a través de un comunicado, Rimando Entreversos y Fundación La Morera denunciaron la detención arbitraria del joven de 21 años y pidieron su inmediata liberación. El coordinador de la fundación, Gonzalo Montiel, aseguró que tienen en su poder la planilla prontuarial que certifica que Nicolás no tiene antecedentes, y que la mañana del hecho delictivo el músico se encontraba trabajando en La Morera y participando de una reunión del espacio Rimando Entrebarrios.
El hecho se visibilizó rápidamente en las redes sociales: artistas, vecinos, miembros de ONGs y profesionales de instituciones que trabajan en los barrios de la ciudad expresaron su repudio a través del #Libertad y educación para Nico, acompañado por palabras de aliento, videos y canciones.
Este lunes Montiel y los abogados Claudio Orosz y Gabriel Martín -quienes asumieron la defensa- se dirigieron a Tribunales II para exigir el sobreseimiento y la inmediata liberación del baterista. «Estamos esperando que traigan el sumario y al imputado a los fines de declarar», sostuvo Orosz pasadas las diez de la mañana.
En horas de la tarde, mediante otro comunicado, se informó que se tomará declaración indagatoria el próximo jueves 22 luego de la cual, esperan, se resuelva la situación procesal de Nicolás Díaz.
Nicolás fue detenido cuando se dirigía a La Colmena a tomar su primera clase de formación musical: la institución decidió becar sus estudios por su trayectoria artística y social. Antes de eso, estuvo trabajando en la fundación de villa El Tropezón y villa El Sauce donde colabora hace años a través de talleres artísticos, acompañando a niños, niñas y jóvenes en el marco de una amplia red de trabajo comunitario.
El músico se encuentra privado de su libertad hace casi una semana bajo el pretexto de que no ha llegado su planilla de antecedentes, un tecnicismo burocrático que en lo concreto no es más que un bache que siempre saltean los poderosos porque está diseñado para aspirar a los sectores populares a las formas más crueles de violencia institucional. Más aún si se animan a crecer, si siembran esperanza y se proponen correrse del hueco que la sociedad les ha asignado para construir con sus propias manos un futuro mejor.
En la entrevista mencionada, previa a la presentación del tercer disco de la banda, A Fuego, Nico contó por qué habían decidido reversionar “al cordobés” la popular canción de Bob Marley I shot the sheriff. Y cuando digo “al cordobés” no me refiero solamente a marcas del lenguaje propias de esta tierra, sino a las heridas abiertas de la barriada que se retuercen en la sal del poder institucional: “Los temas reversionados, doblados al cordobés como quien dice, son por un lado Yo le di al rati que viene de I shot the sheriff de Bob Marley. Es una historia real: una mañana nos levantan un montón de policías de la cama, 7-8 de la mañana, a punta de pistola. ‘Todos acá contra la pared’ así, tratándote como un delincuente, preguntándote por cosas que vos ni enterado, siempre buscando que vos tengas una reacción y bueno, eso… Yo le di al rati es una historia que nos pasó una mañana con el Negro en mi casa, un allanamiento que te contamos cantándotelo y con alegría. Al final se fueron con la cabeza gacha, pateando piedritas, no pudieron encontrar nada, solo dos negros que se levantaban un día a hacer música a la Fundación».
El amedrentamiento, la estigmatización y el abuso policial no es algo nuevo en la vida de Nicolás ni en la de los pibes de los barrios de Córdoba, porque el poder que se ejerce sobre sus cuerpos pretende amordazarles la esperanza de vivir dignamente con educación, salud, trabajo, pan y vivienda. Van por la libertad de los cuerpos porque no saben cómo encerrar los sueños, el arte, las ganas de crecer y la fuerza de lucha.
*Por Julieta Pollo para La tinta.