Elecciones históricas en Cuba en búsqueda del recambio generacional
Siete millones de cubanos eligieron este domingo a los diputados del Parlamento y las Asambleas Provinciales del Poder Popular. Los comicios abren una etapa histórica en la isla, que deberá buscar al reemplazante de Raúl y la Generación Histórica, en medio de un contexto de actualización del modelo socioeconómico.
Por Redacción La tinta
Millones de cubanos acudieron este domingo a las urnas para elegir a los diputados del Parlamento y las Asambleas Provinciales del Poder Popular (APPP), quienes ejercerán sus funciones por los próximos cinco años. A través del voto libre, igual y secreto -tal y como lo establece la Ley Electoral de 1992- cerca de 7 millones de personas acudieron (78,57%) a 24.470 colegios electorales habilitados en los 168 municipios del país.
En una jornada festiva marcada por la lluvia en algunas partes del país, los electores ratificaron su respaldo al sistema democrático de la isla en un proceso que tuvo en las boletas a 605 candidatos a diputados y a 1.265 delegados a las Asambleas Provinciales.
Se trata de unos comicios históricos para las isla cubana, ya que de los legisladores seleccionados saldrán el 19 de abril los integrantes del Consejo de Estado y su nuevo presidente, encargado de garantizar la continuidad de la Revolución Cubana. El presidente Raúl Castro ratificó a finales del año pasado que dejará el cargo en abril, cuando comience la IX Legislatura de la Asamblea Nacional.
Los cubanos acudieron de manera masiva a las urnas -por primera vez sin la presencia física del líder de la Revolución Fidel Castro- en unas votaciones enmarcadas en un complejo escenario, caracterizado por la actualización del modelo socioeconómico y la escalada del gobierno de Estados Unidos en su hostilidad hacia la isla.
¿Qué se votó en Cuba?
La elección de los representantes directos a los órganos del Poder Popular es un derecho constitucional y un deber cívico, pero no así obligatorio. Los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular y los diputados se eligen por el voto directo de los electores del municipio por el cual hayan sido nominados.
En declaraciones a Prensa Latina, el vicepresidente de la Comisión Electoral Nacional (CEN), Tomás Amarán, destacó las fortalezas del sistema electoral de la mayor de las Antillas.
«Las elecciones en Cuba tienen muchos elementos que las distinguen y reconocerlos es motivo de orgullo. Uno de los asuntos más relevantes es la propia participación de los ciudadanos en el proceso, así como en la dirección del mismo«, señaló. Amarán mencionó además la manera en la que los candidatos son propuestos y nominados, directamente por el pueblo o las organizaciones de masas y sin la mediación de propaganda individual, campañas o interés económico.
Otro punto llamativo es que hay más de 17 mil jóvenes universitarios y de Enseñanza Media que colaboran en las votaciones con la misión de velar por la legalidad del proceso.
El desafío del recambio generacional
Raúl Castro no continuará siendo el presidente de Cuba tras las elecciones generales de este domingo. La pregunta que emerge de inmediato es quién lo sucederá cuando el próximo 19 de abril los nuevos diputados electos a la Asamblea Nacional del Poder Popular ejerzan su voto, aunque hasta ahora todos los pronósticos apuntan al actual Primer Vicepresidente, Miguel Díaz Canel.
A esta incógnita se suma el hecho de que, por primera vez desde 1959, el jefe del Gobierno y del Estado no pertenecerán a la llamada Generación Histórica.
Por todo ello, las elecciones en Cuba tienen un carácter inédito y con ellas, se abrirá una nueva etapa en el proceso de reformas donde uno de los grandes desafíos será gobernar sin la legitimidad histórica y la autoridad moral de aquellos que protagonizaron la revolución latinoamericana más radical e influyente del siglo XX.
De esta manera, no solo será puesta a prueba -como nunca antes- la capacidad de gestión de los nuevos representantes, sino la de todo el sistema político, esto -además- en una coyuntura sumamente compleja y delicada.
El desafío fundamental del relevo generacional en la Revolución Cubana radica en la construcción de una nueva hegemonía nacional-popular y socialista, en las condiciones históricas y estructurales del siglo XXI. Ello requerirá grandes dosis de creatividad, audacia y pragmatismo sin renunciar a los principios ni a su heroica historia.
Fuente: Cuba Debate / Nodal / Celag