Caleta Olivia: niegan el acceso a un aborto legal
Por Redacción La tinta
Actualmente Dani, prefiere que la llamen así, no tiene trabajo y su vivienda es precaria. Se encuentra en tratamiento por depresión y vive una situación de violencia ejercida por su pareja y sus familiares. En ese contexto, cursa un embarazo de 6 semanas de gestación producto de una falla en su método anticonceptivo. Por todo esto, se acercó al Hospital Zonal de Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, a pedir la interrupción legal y se lo negaron.
Desde el año 2010 se encuentra en vigencia el Protocolo Nacional para la atención integral de las personas con derecho a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), Santa Cruz a través de la Resolución 540/2012 del Ministerio de Salud provincial, es una de las ocho provincias que inicialmente se adhirió para su implementación en todos los hospitales públicos y privados. Su aplicación está fundamentada en el artículo 86 del Código Penal que explicitan las causales para el Aborto No Punible, Dani exige el cumplimiento de su derecho amparada en la causal de salud tanto psicológica como social.
A seis años de dicha resolución y ocho de la creación del Protocolo Nacional, el Hospital Zonal de Caleta Olivia interpone barreras, no brinda información clara y niega el acceso a la práctica. Según cuenta la organización Socorro Rosa de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut, Dani decidida, presentó una nota ante la dirección de la institución, pero “la respuesta del servicio de Ginecología, sin realizar una evaluación correspondiente, es que no le corresponde el acceso a la práctica porque su salud psicológica no se encuentra en riesgo, que ella no es paciente habitual del hospital público y que además todxs lxs médicxs del servicio son objetores de conciencia”.
Además de negarle lo que le corresponde por ley, la objeción de conciencia es individual y no institucional, y no puede nunca ser obstáculo para la interrupción del embarazo. A su vez, el Protocolo indica: “En caso de que un/una profesional de la salud desee ejercer su derecho a la objeción de conciencia, deberá notificar su voluntad por escrito a las autoridades del establecimiento de salud en el que se desempeñe; es decir que solo podrá ejercerlo cuando se haya declarado y notificado previamente a las autoridades pertinentes”, siendo así, se solicitó esta constancia pero no hay un registro formal. Más allá de eso, la legislación es clara, “de no existir alguien encuadrado en esa categoría (no objetor), debe realizar la interrupción; es decir que no puede invocar su objeción para eludir el deber de participar de un procedimiento de ILE”.
Socorro Rosa en un comunicado denuncia a “la Dra. Claudia Yance (MP 1463), al Dr. Daniel D. Diez (MP 2302) y al servicio de Ginecología del Hospital Zonal de Caleta Olivia por negar el acceso de Dani a la interrupción legal del embarazo, e incurrir sistemáticamente en acciones contrarias a las establecidas en el Protocolo del Ministerio de Salud de la Nación”.
Esta vez se llama Dani y está en una ciudad de Santa Cruz, pero estos casos se dan todo el tiempo en muchos lugares. Recordemos que las cifras en Argentina indican que se realizan 500 mil abortos clandestinos por año y es la primera causa de mortalidad en las mujeres.
En diálogo con La tinta, Romina Sánchez en Comodora Rivadavia, integrante de Socorro Rosa, cuenta que hace dos semanas tuvieron una situación similar en Puerto Deseado. “En los hospitales públicos se ejerce violencia institucional de manera sistemática contra las mujeres que solicitan las ILE, y puntualmente en Santa Cruz ocurre con demasiada frecuencia” denuncia puntualmente.
En relación a la lucha que llevan adelante explica que “es sumamente importante que en los medios esté apareciendo el aborto como un tema a tomar en serio. La lucha feminista ha avanzado muchísimo en los últimos años y el aborto legal es la gran deuda en relación a derechos humanos y derechos de las mujeres. La legislación vigente es muy amplia y nos permite cubrir un amplio espectro de situaciones, pero lamentablemente todavía en las instituciones de salud te encontras con que no conocen la legislación, o creen que es una práctica ilegal; el hecho de que esto tome estado mediático permite que la información llegue a mayor cantidad de personas”.
A pesar de que en las últimas semanas, la palabra misoprostol fue una de las más buscadas en Google y Wikipedia; #AbortoLegalYa y #AbortoLegalSeguroyGratuito fueron trending topic en Twitter; numerosas feministas hablaron durante el horario central en televisión y miles de personas a lo largo de todo el país, se sumaron al “Pañuelazo” convocado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, los desafíos y frentes de lucha todavía son muchos. “Nos queda un largo camino por recorrer, para lo que es importante el compromiso de todes y la lucha cotidiana, no sólo por el aborto sino también para desterrar esta cultura machista, patriarcal, racista y colonial” concluye Romina.
*Por Redacción La tinta.
