Que no se garantice el acceso a la interrupción legal del embarazo es violencia

Que no se garantice el acceso a la interrupción legal del embarazo es violencia
12 diciembre, 2017 por Redacción La tinta

Estuvimos hablando con las compañeras «Socorristas Córdoba Hilando«, que integran la red nacional «Socorristas en Red- feministas que abortamos«, sobre un escrache a la Maternidad Nacional de Córdoba a raíz de casos en los que no accedieron a una interrupción legal del embarazo.

Por Redacción La tinta

El 25 de noviembre de 2017 en el marco del día de internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres las Socorristas realizaron una intervención en el Hospital Universitario de Maternidad y Neonatología de la provincia, ubicado en Santa Rosa al 1040. Entrevistamos a las hacedoras para que nos cuenten todos los detalles de lo que sucedió.

¿Cómo surgió la idea?

—La idea surge por necesidad de denunciar. Teníamos conocimiento de que en los últimos meses hubo por lo menos, dos casos que nosotras conocíamos, en donde las mujeres habían llegado a la Maternidad Nacional de Córdoba solicitando que se cumpla su DERECHO a la Interrupción Legal del Embarazo (ILE), uno de ellos se encauzaba en la Causal Salud y el otro en la Causal Violación. En la primera situación es de una mujer adulta que cursaba un embarazo de alto riesgo para su vida y la segunda una adolescente que sufrió una violación. Ella estaba acompañada por sus padres.

En ambos casos la Maternidad Nacional de Córdoba se negó a cumplir con la ley y no sólo eso, sino que además las mujeres, sus familias y allegadxs fueron tratadas con hostilidad, ninguneadas, sometidas a eternas horas de espera, un sin fin de trámites y maltrato por profesionales y personal de salud de ese nosocomio.

Una de nuestras compañeras que estuvo acompañando a las mujeres en ese proceso, estaba muy enojada y nos contaba al resto de las cumpas las peripecias, las frases hostigantes, la puesta en sospecha constante de la palabra y los sentimientos de las mujeres que querían que se cumpliera con un derecho. A pesar de estar contenido en una ley y tener un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que dice cómo debe garantizarse, la negativa del personal de salud y empleados de la maternidad nos generó mucha tristeza e impotencia. Emi dijo ¡algo tenemos que hacer!, ¡no puede ser que puedan negar derechos y maltratar a una mujer con tanta impunidad!

Así empezó la idea y fuimos dándole forma en el transcurso de las semanas. Pensamos que tomar la fecha del 25 de noviembre, fecha clave de la agenda feminista, era oportuno porque nos permitía articular con otras organizaciones/ grupos de mujeres y feministas y a su vez seguir discutiendo sobre esas y tantas otras violencias que nos atraviesan y son parte del sistema patriarcal.

A partir de esa necesidad de denuncia, de transformar en acción el enojo y la rabia, pensamos que la forma que debía tomar ese manojo de emociones no podía ser otra que el escrache. Así, fuimos pensando y consensuando qué cosas queríamos decir, qué estética podíamos usar y qué forma podía tomar. Pensamos que sería bueno hacer un escrache en la puerta el mismo 25 de noviembre. También que teníamos que ser varias y que, si bien la denuncia era en el marco del Día Internacional de Acción Contra la Violencia hacia las Mujeres, era necesario, para instalar discusiones en la sociedad, que particularizáramos qué tipo de violencias acontecen en ese lugar.

¿Cómo fueron armando la puesta en escena?

Se nos ocurrió la idea de cargar con un pasacalle que quedara a modo de rótulo con la frase “Aquí no se respetan los Derechos de lxs Mujerxs”. Usamos mujerxs con la intención de generar la apertura a la diversidad que hoy implica el género mujeres e incluso, más allá de su expresión de género, a cualquier persona con capacidad de gestar que de alguna forma estaban implicadxs directamente con las denuncias que proponíamos.

Así, la intervención implicó el despliegue de un pasacalle, caminar y armar la palabra VIOLENCIA con unas pancartas que del otro lado tenían ejemplos claros de las formas de violencias que se dan en la Maternidad, leer con megáfonos un texto sobre el derecho a la Interrupción Legal del embarazo y lo que establece el fallo FAL (emitido por la Corte Suprema de Justicia en 2012), mientras un redoblante acompañaba la arenga.

Para participar de la intervención solo había que ir vestidas de negro y llevar los pañuelos de la campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Así hicimos circular la convocatoria, y así lo propusimos a la Asamblea Ni una Menos como parte de la organización de la marcha de la que formamos parte.

Nos convocamos el sábado 25 de noviembre a las 10:30 hs en el mástil de la Plaza Comechingones (Ex plaza Colón) que está entre Avellaneda y Colón. Y alrededor de las 11:30 hs partimos de allí cruzando la plaza a la puerta de la Maternidad Nacional que se encuentra sobre la calle Mariano Moreno.

Las frases en las pancartas también estuvieron en el volante que entregábamos. Nueve frases como las letras que forman la palabra violencia:

– NO creer en la PALABRA de lxs mujerxs, es violencia.
– Que no se garantice el acceso a la interrupción legal del embarazo, es violencia.
– Acusar a una mujxr de no usar anticonceptivos, es violencia
– Culpabilizar a una mujxr porque queda embarazada, es violencia
– Asumir que todas las mujerxs que quedan embarazadas quieren ser madres, es violencia
– Trabajar en malas condiciones y de forma precarizada, es violencia
– El acoso en el trabajo, es violencia
– Que los equipos de salud actúen de acuerdo con sus creencias religiosas y morales, es violencia
– Que el médico te trate/te diga MAMITA, es violencia.

La intervención duró aproximadamente una hora y media. Comenzó cuando nos juntamos a escribir el pasacalle. Allí hubo un tiempo de compartir, ajustar la acción y tomar unos mates. Repartimos volantes entre los habitantes temporales de la plaza, anunciando la acción e invitando a sumarse. Luego nos dispusimos a dar comienzo con los megáfonos conduciendo la intervención. Caminamos por las veredas de la plaza hasta ubicarnos frente a la Maternidad.

Las personas que nos observaban estaban atentas a experimentar algo inesperado para sus vidas. Algunas tenían un gesto de aceptación, mientras acompañaban con la mirada de manera silenciosa, escuchando lo que Sofí decía desde el megáfono. «¿Qué ley? ¿Como que hay una ley que protege a lxs mujerxs en situación de aborto?» Más de una persona no tenía conocimiento de esto. Otras, ante el despliegue de empoderamiento femenino, reaccionaban asustadas de hacer peligrar su propia estructura machista, gritando frases violentas, misóginas y racistas.

Nos colocamos frente a la entrada principal. Varias personas salieron por las puertas y ventanas a mirar lo que estaba pasando. Pasados unos cuantos minutos, un supuesto “personal” (que clamaba no tener nada que ver con el nosocomio, aunque sí trabajaba en la maternidad) se nos acercó y nos dijo que saliéramos de la puerta ya que nuestra acción molestaba a lxs internadxs. También una señora, que se presentó como “madre de una parturienta” nos acusó de “irrespetuosas”.

Nosotras seguimos la acción y contestamos a las agresiones diciendo que “demandar que se respeten derechos no debería ser irrespetuoso. Que si les molestaba que se supiera que en ese lugar no se cumple con la ley, deberían corregirlo y no pedirnos que nos callemos”. Nosotras continuamos leyendo el texto que habíamos preparado.

¿Cómo evalúan la acción?

—Consideramos que la intervención fue exitosa, pues lo importante es movilizar, interpelar y producir reacciones en las personas que comparten ese momento de activismo. Sabemos que hacer acciones en el espacio público siempre implica una diversidad de respuestas. También sabemos que cualquier acción que involucre el Derecho al Aborto siempre genera hostilidad que deviene de mitos y mandatos culturales y que es el espacio de la Salud Pública uno de los lugares más hostiles en relación con ese derecho. Pensamos que necesitamos ampliar el espectro de discusión y valoración de la salud de las mujeres, comprendiendo que tenemos muchos y variados objetivos en nuestras vidas, y que no hemos sido hechas sólo para la reproducción de la especie.

*Por Redacción La tinta.

Palabras claves: Interrupción Legal del Embarazo (ILE), legalización del aborto, Socorro Rosa

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