Cada 20 horas muere un trabajador por “accidentes» laborales
Todos los días, sin llegar a que se cumplan las 24h, hay una muerte por «accidentes» laborales. Son 400 vidas de trabajadores y trabajadoras al año. El número solo habla del sector registrado. Si consideramos los no registrados, las muertes obreras se multiplican.
Por Lucho Lucero para La Izquierda Diario
Las muertes obreras solo significan un número para los empresarios y el Gobierno que tienen como objetivo avanzar aun más sobre los derechos de los trabajadores.
Uno de los objetivos de la contrarreforma laboral es abaratar costos empresarios flexibilizando la fuerza de trabajo, es decir, las condiciones para ahorrar “costos laborales” y así atraer supuestas futuras inversiones a cambio de precarizar y obtener la mayor ganancia posible maximizando la explotación obrera.
El proyecto oficialista de la reforma laboral que acordaron en el simbólico predio de la Sociedad Rural, entre el Gobierno, empresarios y la CGT, se encuentra sellado con sangre. Implica que los trabajadores dejen sus vidas en los lugares de trabajo.
Por si quedaban dudas de lo que significa maximizar ganancias para los empresarios, los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo expresan que unos cuatrocientos trabajadores fallecen cada año en sus puestos de trabajo a causa de lo que ellos llaman un accidente laboral.
Cada 20 horas muere un trabajador. Los números solo hablan de los sectores registrados, pero adelantan el agravante de que si se consideran los sectores en negro (no registrados, que superan el 34 %, es decir casi 4,5 millones de trabajadores) las muertes obreras se multiplican.
En el transporte (línea 60, subte, ferrocarriles) en la industria minera, del neumático, del petróleo, en las acerías, en las metalúrgicas, en la construcción, en el campo, las muertes obreras son una constante.
El informe del Ministerio de Trabajo también arroja que el 2016 en Argentina se notificaron más de 600 mil «accidentes» laborales, en los que hubo 560 mil obreros que tuvieron días de baja por haber sido víctima de algún accidente laboral.
El 17% de las ausencias laborales se debe a los accidentes en los propios lugares de trabajo. A estos números hay que agregarle los más de 600 casos al año de trabajadores que quedan incapacitados para seguir cumpliendo funciones luego de haber padecido un accidente laboral.
Los rotos
Los llamados «rotos” son trabajadores que padecen todo tipo de enfermedades laborales (cervicalgia, lumbalgia, hernias de disco, tendinitis, túnel carpiano, pérdida de falanges) que luego no les permite conseguir otro trabajo.
Para el Gobierno analizar estos números significa: “Desbaratar la industria del juicio” o “las mafias de los juicios laborales”. Las reformas de las leyes de ART se sucedieron en los últimos años con el objetivo de bajar la litigiosidad y que se llegue a juicio para ahorrar costos laborales.
Lo que nunca se detienen a analizar y prevenir los empresarios con la complicidad del Gobierno y los representantes sindicales, es en erradicar los «accidentes» y tener un serio plan de higiene y seguridad. Lo que ellos llaman accidentes no lo son por ser evitables, es lisa y llanamente desidia patronal, por falta de mantenimiento, herramientas necesarias o por extenuantes horas de trabajo. Para ellos la vida obrera no vale nada, lo unico que les importan son sus ganancias.
La construcción y el sector agrícola son los principales sectores donde se producen accidentes laborales que terminan en muertes. Además son dos de los sectores de la economía en los que hay mayor cantidad de trabajadores en negro, sin ningún tipo de seguro (ART) y cobertura social.
*Por Lucho Lucero para La Izquierda Diario.