El Bolsón militarizado
Los hostigamientos al pueblo mapuche no cesan. La persecución hacia aquellos que expresan solidaridad con el mismo tampoco. Las manifestaciones pidiendo justicia por la muerte de Santiago Maldonado se multiplican. Los medios comunitarios reciben mensajes anónimos con amenazas de desaparecer. La Patagonia arde mientras el combustible aumenta.
Por Redacción La tinta
“La situación en El Bolsón es muy delicada” nos dice Sebastián Vergara de la Agrupación de Abogados Populares de Catamarca e integrante del colectivo Sumak Kawsay. Conversamos con él el sábado 21, al finalizar la marcha en que miles de cordobeses pidieron justicia por la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.
Sebastián forma parte de un colectivo de abogados “que trabaja para poner el derecho al servicio de las causas y reivindicaciones de los sectores populares, marginados y explotados de la sociedad que por diversos motivos ven restringido el acceso a la justicia”. En esta tarea política que se han propuesto desde el colectivo, es que Sebastián viajó la semana pasada a El Bolsón para hacer eco de la situación de la localidad rionegrina.
Virtual estado de sitio
La zona está militarizada, afirma Sebastián. Existe un nivel de persecución que genera mucho temor entre los habitantes movilizados por el caso Maldonado y el conflicto mapuche en el Pu Lof Cushamen. Esto significa que está fuertemente controlada por distintas fuerzas de seguridad que condicionan de manera permanente la circulación de personas, además de una presencia cotidiana y coordinada entre la policía federal, Gendarmería, la policía local y el Ejército que se encuentra en los alrededores de El Bolsón. También vale nombrar la presencia del Cuerpo de Operaciones Especiales y Rescate (COER).
Cuenta el abogado Vergara, que el día del llamado al acuartelamiento hubo un virtual estado de sitio en el que, de hecho, la población se limitó a permanecer en sus domicilios: “El que salía a la calle era demorado e identificado. Si bien no fue declarado ni por el municipio, ni por la provincia ni por el poder Ejecutivo Nacional, pero la circular interna de la policía que daba cuenta del acuartelamiento funcionó así en los hechos”. Actuó la policía y fuerzas especiales que se volcaron a las calles de El Bolsón “intimidando a cualquiera que andaba por la calle, pidiéndole nombre, el documento, preguntándole dónde vivía incluso el teléfono personal”.
La toma del municipio
Bruno Pogliano es el intendente de El Bolsón. Él fue quien explícitamente solicitó la presencia de Gendarmería en la localidad patagónica el día en que Santiago desapareció. Su responsabilidad política es ineludible, al igual que la de Pablo Nocetti, Patricia Bullrich y de Mauricio Macri. Al respecto nos dice Sebastián que Pogliano es responsable “no sólo de la represión que hizo desaparecer a Santiago Maldonado y que vienen sufriendo las comunidad de Cushamen sino del hostigamiento permanente que él mismo legitima en complicidad con el gobernador Alberto Weretilneck respecto a toda la población de El Bolsón”.
En ese sentido, varios activista decidieron realizar la toma del municipio para visibilizar la decisión del intendente municipal de hacer presente Gendarmería en la zona y para reclamar respuestas sobre el caso de Santiago Maldonado. La respuesta, fue el desalojo y detenciones.
El domingo 22 de octubre, el intendente Pogliano fue a votar y se manifestó respecto a los hechos ocurridos el día anterior, cuando la toma fue desalojada: “Iremos sobre las personas que están identificadas por los daños producidos”. Un anticipo de que esa “paz social” que desea, estará rodeada de una escalada de violencia del Estado hacia el pueblo.
¿Tu familia bien?
“Hoy en FM ALAS, radio comunitaria con 30 años de trayectoria en El Bolsón, nos encontramos ante un nuevo desafío comunicacional. Las amenazas telefónicas que recibimos en la emisora siguen aumentando su frecuencia y su tenor intimidatorio”. Así comienza el último comunicado publicado por FM Alas, radio comunitaria sostenida de manera participativa que desde la desaparición de Santiago Maldonado, han visibilizado el conflicto denunciando las complicidades locales y nacionales. Esto derivó en numerosas amenazas telefónicas que van desde incendiar el local hasta matar a sus integrantes.
El lunes 18 de septiembre del 2017, recibieron varios mensajes de texto del mismo número telefónico que el jueves les había enviado 3 mensajes amenazantes. A las 9:09, sólo “Ojito.” A las 12:49, “Guido deja de ofrecerle falopa a los pibes. Tu familia bien?”. Guido es uno de los integrantes de la radio con mayor visibilidad pública por su extensa participación. Hasta ese momento había recibido amenazas a la emisora en sí: “Esta vuelta de tuerca no es menor y apunta a generar miedo entre quienes ejercemos el derecho de comunicarnos libremente y sin fines de lucro”, manifiesta desde la radio.
FM Alas está además, en riesgo de quedarse sin sede actual, que alquilan y hoy está en venta. Al respecto, nos cuenta Sebastián que desde la radio están pasando una situación muy difícil: “Están en peligro de desalojo porque ellos alquilan un predio en que el dueño decidió no renovarles más el contrato. Si quieren quedarse lo tienen que comprar. Están tratando de juntar el dinero para quedarse”.
*Por Redacción La tinta / Imágenes: Alejandra Bartoliche.