Kurdistán: un referéndum con potencial de producir efecto contagio
Los kurdos de Irak protagonizan un referéndum que puede impactar con fuerza en Medio Oriente. Si bien no es vinculante, la causa de la independencia de los kurdos se mete en medio de una región atravesada de conflictos y disputas. La puja por la rentabilidad del petróleo, el poder de las armas y la responsabilidad de occidente a la hora de fortalecer a un aliado que ahora quiere crear su propio Estado son algunas de las aristas más importantes de la cuestión.
Por Resumen del Sur
En esta entrevista, Kevin Ary Levin, sociólogo e investigador del Departamento de Medio Oriente del área de Relaciones Internacionales de la Universidad de La Plata, consideró que la consulta popular “le sirve a los kurdos de Irak para negociar mejores condiciones económicas con el gobierno central”.
—¿Como analizas el referéndum?
—El referéndum tiene el potencial de ser importante. En primer lugar hay que decir que este referéndum no tiene techo legal, independientemente del resultado, lo que hay que decir es que el 26 de septiembre, un día después de la consulta, no vamos a tener un nuevo Estado en Medio Oriente, pero si llega a desencadenar un proceso de creación de un Estado independiente estaríamos en presencia del rearmado de fronteras más importante de la región desde 1948 cuando se creó el Estado de Israel. Por otro lado tiene el potencial de desencadenar una serie de reacciones que hasta ahora se perfilan de manera bastante negativa, porque hay varios actores que ya se expresaron en contra del referéndum y de la idea de la independencia kurda.
—¿Por qué los kurdos de Irak y no los de Siria o Turquía?
—Los kurdos en Irak han adquirido un nivel importante de autonomía reconocida en parte por la constitución iraquí y también una autonomía de facto lograda a lo largo de los años. En este tiempo, los kurdos de Irak han desarrollado su propio parlamento, lo reabrieron, sus propias fuerzas armadas (que son claves en la lucha contra Daesh -ISIS-) y crecieron en poder de influencia. Fueron aliados fundamentales de la coalición armada por Estados Unidos y ganaron el 40 por ciento del territorio que controlaban, se convirtieron en mas autónomos que nunca y desarrollaron relaciones comerciales con países de la región y con empresas como Exxon Movil. Básicamente no estamos hablando de un liderazgo kurdo unificado, el liderazgo kurdo-iraquí referenciado por el clan Barzani, es mucho más independiente que el liderazgo kurdo en Siria y en Turquía. En esos países los kurdos tienen otros problemas y de hecho están bastante enfrentadas algunas fuerzas política kurdas a lo largo de los cuatro países y al interior de cada uno de ellos. Una de las grandes trabas que tienen los kurdos para alcanzar sueño nacionalista de independencia es la enorme división política, al punto que hay presos políticos en todos lados, asesinados y acusaciones cruzadas. Ahora bien, este referéndum tiene el potencial de producir un efecto contagio en las diferentes comunidades kurdas en la región, recuerden que los kurdos viven en Turquía, Siria, Irak e Irán. Por este efecto contagio es que se oponen al referéndum los gobiernos de Turquía, Siria e Irán.
—¿Quién gana y quién pierde con la creación de un Estado kurdo?
—El único que se ha manifestado abiertamente a favor del referéndum es Israel, y eso no ayuda mucho a los kurdos si quieren consagrarse como un aliado de los países que ya están en la región. Israel ve en la creación de un Estado kurdo un posible aliado después de décadas de fracaso y alejamiento con los gobiernos de la región. Uno puede pensar en la guerra sirio-libanesa en donde Israel vio la posibilidad de levantar un aliado como las falanges cristiano-libanesas. Por eso, los kurdos representan un posible aliado de occidente teniendo en cuenta que el principal apoyo armamentístico viene de países aliados de Estados Unidos o directamente de Estados Unidos, y para estos países, los kurdos pueden cumplir un rol de freno a Irán dado que durante del proceso de reconstrucción de Irak post Sadamm Hussein, la influencia de Irán sobre Bagdad fue importante. Por eso, algunos sectores pueden encontrar en este nuevo gobierno kurdo la posibilidad de sumar un aliado.
En este contexto se puede ver en los medios oficialistas de las monarquías del golfo cierto optimismo respecto de la creación de un estado kurdo. A su vez, hay sectores que más allá de ver una buena relación con un futuro estado kurdo, sostienen que un Irak fragmentado no es conveniente para occidente. Un Irak que quedaría culturalmente más homogéneo, pero polarizado en lo religioso. Hoy los kurdos actúan como una tercera minoría en Irak y su retirada dejaría una mayoría Chií y una minoría suní que podría permitir in ingreso más fuerte de Irán en Bagdad, por eso creo que muchos gobiernos de la región esta viendo esto con cuidado. Estados Unidos pidió que el referéndum no se lleve a cabo, dijeron oficialmente que esto distrae los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra Daesh y que se podría discutir el estatus político de los kurdos en Irak en una fecha futura, una vez terminada la guerra contra el terrorismo. En la misma linea se manifestaron los gobiernos de Francia o Gran Bretaña, todos están tratando de evitar el referéndum, por lo menos por ahora.
—¿Qué pueden hacer las potencias occidentales que están en medio oriente y los gobiernos de la región para negociar un estatus de autonomía integrado dentro de Siria o Irak y frenar la creación de un nuevo Estado?
—Hay varios aspectos donde los kurdos podrían llegar a negociar una posición más ventajosa de la que tienen hoy y que los podrían llevar a, por lo menos, postergar el reclamo de un Estado. Hay una cuestión económica y lo que están en el centro del debate es el aspecto comercial. Si los kurdos consiguen una mejor parte en las partidas presupuestarias del gobierno central de Irak, algo que se viene reclamando hace años, o logran participar en las ganancias de la rentabilidad de los hidrocarburos, los kurdos pueden postergar el plano simbólico de una independencia nacional o incluso algunos piensan que este referéndum busca generar concesiones de Bagdad, teniendo en cuenta que hoy en día una independencia kurda representaría mucho problemas al poner en riesgo la relación la autonomía kurda con sus socios comerciales, especialmente Turquia e Irán, y quizás cuando hay un especie de mandato para la construcción de un Estado los kurdos puede llegar a negociar estos aspectos comerciales. Otro tema es la cuestión territorial, la constitución iraquí en su articulo 140 establece que hay unos territorios en disputa que, eventualmente, tiene que ser resueltos en cuanto a su estatus político definitivo, lo central de eso es la opción de Kirkuk que tiene el tres por ciento de las reservas petrolíferas conocidas de todo el mundo, es mucha plata debajo de la tierra. Si los kurdos reciben esa región es probable que el reclamo por la independencia pueda demorarse un tiempo.Si se mejora la cuestión económica es muy probable que se evite la creación de un Estado kurdo, también es difícil bajarse de alguna forma de eso, uno ve al primer ministro kurdo Barzani que va perdiendo poder y busca fortalecer su autoridad a través de este reclamo nacionalista histórico y si es así es difícil decir después del referéndum “muchachos, era solo una maniobra política”. Se está generando un efecto de bola de nieve que también se fortalece ante la negativa de la comunidad internacional de permitir que se haga este referéndum sumado a la posición del gobierno iraquí que dejo abierta la posibilidad de intervenir militarmente, la negativa de la Corte Suprema de Irak y el rechazo del parlamento. Se está generando una dinámica de algo que es difícil que no termine siendo un Estado kurdo o que no recaiga en violencia.
—¿Cómo explicas la posición de Estados Unidos?
—Es difícil saber cual es el rumbo de la actual administración estadounidense, pero la postura que eligió es la de un Irak unificado. Ellos prefieren tener a Irak como tapón donde ninguna de las potencias regionales pueda aumentar demasiado su influencia. Un día los kurdos funcionan como un especie de tercer partido que termina equilibrando la influencia de la comunidad suní iraquí y la comunidad chií y, por lo tanto, parecería que el temor a es a una mayor desestabilización. Hoy en día, la administración estadounidense parece tener claro pocas cosas, pero una de ellas es que necesita tener una victoria definitiva sobre Daesh. Y si hay algo en el medio que termina enfrentando a sectores aliados es problemático para Estados Unidos. Otra cosa es que Estados Unidos no va a hacer nada para afectar su relación con Turquía y meterse de lleno con los kurdos, considerado terrorista para el gobierno turco, podría afectarlo.
*Por Resumen del Sur.
