3° Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil: el reclamo se hace escuchar cada vez más fuerte
Por Redacción La tinta
El lunes pasado, la tercer Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil se hizo sentir en numerosos lugares del país. Jujuy, Rosario, Catamarca, Mar del Plata, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba se sumaron a este reclamo de justicia por los casi 5 mil asesinatos cometidos por las fuerzas policiales desde la vuelta de la democracia.
Medios hegemónicos nacionales y provinciales, prefirieron informar sobre los destrozos en el centro de Córdoba y no hacer foco ni en la razón de la marcha, ni en el hecho de violencia que una vez finalizada la manifestación, sufrió una de las integrantes de la Coordinadora de familiares de víctimas de gatillo fácil, junto a sus hijos.
A partir del gobierno de Mauricio Macri que asumió en 2015, se calcula una muerte cada 25 horas. La Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) puso este tipo de violencia en cifras contundentes. El 47% de las muertes son producto del gatillo fácil, el 39% son personas privadas de su libertad muertas en cárceles o patrulleros. De las muertes en mano del Estado, 49 por ciento son de jóvenes de entre 15 y 25 años, y el 27 por ciento de entre 26 y 35 años.
En los diferentes puntos del país, las madres de las víctimas del gatillo fácil fueron las que encabezaron las marchas. También, a punto de cumplirse un mes sin noticias desde que la Gendarmería se lo llevó, el reclamo por la aparición con vida de Santiago Maldonado se hizo sentir.
Córdoba
En un comunicado la Coordinadora de familiares de víctimas de gatillo fácil, adelantaron que marcharían “cansadas” de que la “represión, la persecución y el hostigamiento en los barrios crezca, garantizada por el Estado y respaldada por los medios masivos de comunicación que manipulan la información a favor de los policías, justificando su accionar violento”. En esta ocasión, numerosas organizaciones y partidos de izquierda acompañaron a los familiares de las víctimas.
Esta Coordinadora se conformó en la provincia de Córdoba hace tres años y se ocupa de denunciar y visibilizar los casos de gatillo fácil como una práctica represiva del Estado hacia jóvenes pobres de barrio que vulnerables, necesitan alternativas, no persecución y criminalización.
En todos los puntos del país, al igual que en Córdoba, evidenciaron que el hecho de que la represión y el gatillo fácil, los y las desaparecidas en democracia, y los asesinatos en cárceles y comisarías sean moneda corriente, es porque el aparato represivo jamás fue desmantelado.
Los familiares, a pesar de todo, sienten que no están solos y eso los fortalece. “Sufrimos la frialdad con la que la supuesta justicia trata nuestros casos y cómo las causas quedan cajoneadas o incluso cerradas, con excusas como ‘intercambio de disparos’, ‘legítima defensa’, y ‘frondoso prontuario’. Muchas de nosotras tuvimos que investigar por nuestra propia cuenta, encontrando muchísimas irregularidades en los procesos y pagamos nuestros propios peritos forenses, sin lograr que las causas avanzaran”.
Denunciaron también, que en muchos caso, en la provincia, los policías que cometieron crímenes nunca fueron juzgados y están libres. Por ejemplo, actualmente Julio Roberto Pereyra, asesino de Braian Guaiman, trabaja en tribunales y Eliana Rinaudo asesina de Lautaro Torres, se encuentra en la escuela de policía.
Las madres de los asesinados tienen muchas cosas en claro y una fuerza a prueba de todo, que las empuja. En este comunicado explicaron: “Sabemos que nos quieren separadas y desinformadas, pero por más que no quieran, nos estamos empoderando, somos cada vez más y vamos a seguir luchando hasta que nuestro pedido sea escuchado. Por todo esto decimos que es necesario salir a gritar las cosas que pasan y que no se hablan. Por nosotras y por los pibes y pibas que nos quitaron y los que nos quedan. Nuestros pibes tenían una vida, una familia y acá estamos, luchando y organizándonos”.
Paola Guaiman, madre de Brian “Pimpollo” Guaiman asesinado de cuatro tiros en 2015 por el policía retirado Julio Pereyra Aya, dialogó con La tinta y contó cuáles son las sensaciones que le dejó y la situación con la policía posterior a esta 3° marcha.
En primer lugar, aclaró que a pesar de lo que los medios masivos están contando, para ellas “la marcha salió como esperábamos, muy bien”. Explicó que “la Coordinadora no planeó todos esos destrozos. Pero nosotros como mamá y familiares la única forma que tenemos para que la gente sepa sobre los pibes que mata la policía es salir y tomar la calle”.
En relación al momento en el que la policía quiso intimidar a una familiar contó: “Después de la marcha cuando cada uno se fue a su hogar, tipo 12 de la noche, estaba Victoria, tía de Lautaro Torres, con sus cuatro hijos menores en la parada del colectivo y fueron interceptados. Primero por un auto de civil y después por cuatro patrulleros. Los pusieron contra la pared sin darle explicaciones, los revisaron, hubo forcejeos y los atacaron con gas pimienta”.
Lautaro Torres fue asesinado el 13 de abril de 2014 por la agente Eliana Soledad Rinaudo. Su madre había denunciado en varias ocasiones que constantemente eran perseguidos por la policía. Paola confirmó que Victoria logró identificar a uno de los uniformados, “porque con él tuvimos inconvenientes en la marcha del año pasado, nos empujó a varias madres”.
“La policía sabe que somos familiares de un gatillo fácil. Sufrimos a diario persecusión. Nos hostigan por ‘negrita de mierda’, ‘negrita villera, vos le enseñaste eso a tu hijo’” denunció. Pero rápidamente aclaró, “nosotras salimos a pedir justicia, que vean que los familiares estamos acá para contar la verdad, no la versión que ellos tienen” y de esa manera confirmó que nada las va a amedrentar ni detener.
Por Redacción La tinta / Fotos: Colectivo Manifiesto.