Las víctimas de la trata, desaparecidas invisibles
Hace 8 años que falta en la provincia de Santa Fe Natalia Acosta, quien tiempo antes de desaparecer era explotada sexualmente por su pareja. En el programa Ni Putas Ni Sumisas, Alika Kinan dialogó con su mamá María Cristina Balán Acosta, que recorrió los pasos que dio la investigación y el estancamiento en la búsqueda de la joven.
Por La Retaguardia
«Mi hija se llama Natalia Liliana Soledad Acosta, hace 8 años que la estamos buscando, desde el 29 de mayo de 2009. La causa estuvo en el juzgado provincial de Santa Fe, después hicimos la denuncia en el juzgado federal. A los tres años, el expediente volvió a Provincia, que se lavó las manos, fue a la Corte Suprema y hasta ese momento se hizo poco y nada. En Federal se hizo bastante. En Provincia no se hizo absolutamente nada más que un par de allanamientos para los que nosotros les dimos los datos. De la Corte Suprema volvió al juzgado federal y desde entonces, la investigación está un poquito mejor. En la investigación se buscó el teléfono, se siguió la línea que la había invitado a ejercer la prostitución en México. Yo entiendo poco y soy una señora mayor y no sé de esas cosas mucho, antes no se hablaba de eso. Ahora me tuve que poner a usar palabras de la noche a comparar cosas», explicó María Cristina sobre los cambios que atravesó a lo largo de la búsqueda.
María Cristina contó: «yo creo que es víctima de trata porque lamentablemente estaba juntada hacía dos o tres años y el conviviente la mandaba a trabajar. Nosotros nos enteramos cuando desapareció Natalia que él la mandaba a trabajar. Aunque él haya dicho en la declaración que ella lo hacía porque quería para darnos una ayuda, no es así porque no nos mantenía».
Actualmente la busca por todos los medios, hasta tuvo que hacerse de herramientas como el Facebook, a pesar de su edad. Aunque no es alentador que la busquen bajo tierra, sí es importante que en seis meses la causa avanzó más que en años.
«Susana Trimarco no me acompañó en ningún momento» aclaró la madre de Natalia. En su momento se acercaron a la Fundación Marita Verón en Buenos Aires y estando en el lugar, Trimarco no la atendió. Hablaron con una abogada y una psicóloga, aunque les dijeron que estaban a su disposición.
María Cristina afirmó que nunca sintió que estuvieran cerca de encontrarla porque era la propia familia la que buscaba y le daba pistas al juzgado. Además, «su pareja fue a dar testimonio, a decir que ella trabajaba porque quería, para ayudarnos a nosotros, que no lo molesten porque iba a hacer una contradenuncia con su abogado. Ahora es pastor de una Iglesia evangélica, tiene una hija y una mujer y el pastor que lo llevó a ser líder es un interno de la cárcel de Las Flores estuvo preso por violación a su hija». Y para concluir aseguró: «Es todo turbio en Santa Fe».
*Por La Retaguardia