“Santiago nos está dando una lección terrible”
A más de tres semanas de la desaparición de Santiago Maldonado, Sergio, su hermano, relata sueños y luchas del pibe que llenó de ideales las paredes de la localidad 25 de Mayo. Esa sonrisa que nos falta porque se la llevó Gendarmería.
Por Mariana Aquino para Revista Cítrica
— ¿Qué tan responsable es el Estado de la desaparición de Santiago?
— Pasaron más de 15 días de su desaparición forzada y todavía el Estado no nos da respuesta. Hasta que no se reconozca que se lo llevó Gendarmería no vamos a avanzar en la investigación. El jueves 17 hicieron un mega operativo con helicópteros, drones y efectivos. Si todo ese aparato se utilizara para encontrar a mi hermano, otra sería la historia. Pero no. Estamos igual que el primer día. Acá hay pruebas, testigos y peritajes que confirman el relato de la comunidad: a mi hermano se lo llevaron. Me hubiera gustado que desde el Estado pida disculpas a la familia por no tener ninguna respuesta de la desaparición forzada de Santiago ni reconocer que estuvo en manos de Gendarmería. Más de una semana tardaron en contactarse con nosotros. ¿Así piensan encontrar a mi hermano?
— Desde la comunidad mapuche les avisaron que a Santiago se lo llevó Gendarmería…
— Si no hubiese sido por los mapuches, éste sería un caso de un pibe que se perdió en El Bolsón. Así como la solidaridad de mi hermano está con la causa mapuche, ellos también se comportaron muy bien con nosotros, al avisarnos y contarnos cómo fueron realmente las cosas. Estamos juntos en la búsqueda de Santiago.
— ¿Quién es Santiago Maldonado?
— Santiago es un pibe que dibuja muy lindo y hace unos murales hermosos. En 25 de Mayo, nuestra ciudad, hay muchas paredes con su huella. Dejó Bellas Artes porque decía que no era necesario estudiar en una universidad. Todo un autodidacta, un artista. Pinta, toca la batería, el bajo, escribe, y es un gran lector. A los 18, cuando se fue a estudiar a La Plata, empezó con la militancia social. Todos lo conocían en los comedores comunitarios. Y desde chico tuvo inquietudes sociales.
Siempre fue un pibe diferente, re combativo. Nosotros dos tuvimos miles de discusiones por el capitalismo, la burguesía y esas cosas del consumo que lo sacan de quicio. A los 14 o 15 años ya me daba vuelta como una media con sus ideas.
Y yo me enojé mucho con él cuando dejó la facultad. Ahí empezó a tatuar y encontró la forma de vivir para viajar. Tiene un espíritu muy libre. Pero a mí los tatuajes me los cobra. Solo uno me regaló. Te lo cobro a vos porque lo podés pagar. Además necesito la plata para seguir el viaje’, me decía.
— ¿Cuáles son las luchas que lo conmueven?
— Él se compromete con todas las causas justas. Siempre defendiendo a la naturaleza, a las personas y a la tierra. Él siempre está en ‘no a la mina’ acá, ‘no al reactor’ allá, no al consumo capitalista en el mundo. Tiene sus ideales recontra claros desde chiquito. Siempre del lado de los más débiles. Siempre está en los lugares donde es necesario estar. No es que nosotros decimos que es un gran pibe. Lo dice cualquier persona que lo conozca. Yo estoy conociendo gente que lo cruzo por algún lugar y él les dejó una sonrisa. Me conmueve ver a esas amistades. Toda esa gente me está enseñando más de él. A conocer su sabiduría. Yo -como hermano mayor- soy más tirando a un padre. A veces lo reto o le cuestiono cosas que en realidad ahora recién entiendo. Lo quiero tanto. Y me siento tan orgulloso de él. Defiende causas justas, cosas con las que muchos estamos de acuerdo pero no tenemos las agallas para defender. Él lo hace, él está donde tiene que estar. Y nos está dando una lección terrible.
— ¿Cómo está la familia?
— La familia está sufriendo mucho. Yo me lo tomo de otro modo porque estoy activo, buscando, y la cabeza me trabaja de otra manera. Pero ellos están sufriendo mucho. Mi vieja piensa y se preocupa por si Santiago estará comiendo bien. Porque él es vegetariano y no come cualquier cosa. La escuchás y te parte el alma. Y tengo a mi abuela que está muy triste porque Santiago es muy compañero de ella. Siempre le cuenta historias, le hace tecitos con yuyos y le explica cosas que ella se muere de amor.
— ¿Cómo sigue esta búsqueda?
— El otro día leí un poema de Santiago, que encontré por casualidad pero no fue casual. Eran sus palabras para ese día. Después de ese acto se me fue el dolor en el pecho que tenía desde el 1 de agosto. Eso, y estar con madres, abuelas y nietas, me dio tranquilidad. Ahora me siento acompañado y con fuerzas para seguir la búsqueda. Santiago es una persona a la que no le gusta que le saquen fotos y ahora su rostro anda circulando por todos lados. Ahora vemos fotos que comparte la gente de diferentes lugares por donde anduvo, siempre riéndose. Ver todo empapelado con su cara es fuerte. Espero que vuelva lo antes posible, para que siga haciendo las mil cosas que le gustan. Quiero que vuelva lo antes posible, para darle un abrazo grande. Y no soltarlo nunca más a mi hermanito.
*Por Mariana Aquino para Revista Cítrica / Imagen: Alejandra Bartoliche